miércoles, 25 de febrero de 2009

En Rosario por Romina Tejerina

EXIGIMOS: “LIBERTAD A ROMINA TEJERINA”

El 24 de febrero, las mujeres del Plenario de Trabajadores de Rosario, marchamos junto a otras organizaciones políticas al cumplirse 6 años de la injusta condena contra Romina Tejerina y frente a la impunidad de la que goza el violador y todas las instituciones que defienden y que garantizan la situación humillante y opresiva que debe afrontar todas las trabajadoras en nuestro país.
Con la presencia de la familia de Romina, (madre y hermana)- nos movilizamos por nuestras reivindicaciones, denunciando al Estado, que se ensaña con Romina Tejerina porque entendemos que es una manera de castigarnos a las miles de mujeres que nos organizamos contra la opresión y la violencia del régimen capitalista.
Denunciamos los maltratos psicológicos y físicos que sufre constantemente por parte del sistema carcelario, la prohibición que le impusieron para continuar sus estudios universitarios, la suspensión de las salidas transitorias, (que le corresponde por derecho) y la obstaculización de la evaluación de buena conducta, que es lo que le hubiese permitido la reducción de la pena a fines del año pasado.
Denunciamos y hacemos responsables al gobierno de Kristina que ha profundizado el abandono y desprotección de miles de mujeres, que mueren por abortos clandestinos en todo el país. Como así también al Gobierno Provincial- Partido Socialista, ya que a horas de la marcha salió a la luz la noticia de la muerte de 2 mujeres que llegaron al Hospital Provincial con un cuadro de infección generalizada por someterse a abortos de manera clandestina. 
"En el hospital este tipo de casos son frecuentes", admitió el director del Provincial, quien señaló que se trata de "mujeres desesperadas que recurren a cualquier lado y que mayoritariamente son humildes". (La Capital, 24/02)
El gobierno ha frenado la entrega gratuita de anticonceptivos en los hospitales públicos y que ha entregado la enseñanza de la educación sexual a la iglesia, la cual ha demostrado su carácter de institución reaccionaria y oscurantista oponiéndose, en alianza con el gobierno, a los reclamos y luchas de las mujeres y del pueblo hasta el punto de poner trabas a la libre y gratuita distribución de anticonceptivos entre la población.
Por ello, el Plenario de Trabajadoras de Rosario, llama al movimiento de mujeres para luchar y organizarse contra el atropello del gobierno nacional y sus opositores reaccionarios.
A luchar por la libertad de Romina Tejerina y todas las mujeres que se encuentran en la misma situación. Por atención sanitaria para las mujeres, aborto legal, anticonceptivos gratuitos y la separación de la iglesia del Estado.
Que se respete el derecho de Romina a salir de la cárcel y a terminar con sus estudios.
¡BASTA DE ROMINAS TEJERINAS, NO MAS VIOLENCIA POR PARTE DEL ESTADO HACIA LAS MUJERES!!!!!!!!!!!
Forgioni, Talia – UJS Rosario.

martes, 24 de febrero de 2009

Inauguración del local del PO de Villa Constitución

Un gran paso adelante
Con la presencia de 70 compañeros, tuvo lugar la inauguración del local partidario de Villa Constitución.
Estuvieron presentes trabajadores de Villa Constitución, representantes de la Comisión de Mujeres en Lucha de Paraná Metal, compañeros docentes y vecinos. Concurrieron también, trabajadores de Siderar (San Nicolás) y delegaciones del PO de Rosario y San Lorenzo.
Néstor Pitrola, en representación de la dirección nacional del PO explicó en su charla las tareas que tiene el partido por delante frente al desarrollo imparable de la crisis capitalista: construir una organización socialista en la ciudad, que luche por una salida para los trabajadores. Los compañeros de Siderar, plantearon la situación al interior de la fábrica luego del acuerdo firmado por Techint, el gobierno y la burocracia que representa una rebaja salarial muy fuerte. Discutimos entre todos, cómo debemos organizarnos al interior de las fábricas, construyendo paso por paso, agrupaciones clasistas que tengan por objetivo luchar contra las patronales y le disputen a las burocracias la dirección. La compañera de la Comisión de de Mujeres en Lucha aportó la experiencia que vivieron durante el conflicto en Paraná Metal.
Con la consigna "que la crisis la paguen los capitalistas" y planteando que "la salida a la crisis es obrera" se repartieron miles de volantes y se pegaron miles de afiches por todo Villa en los días previos. Los medios de comunicación de la ciudad (incluso de San Nicolás) registraron este hecho político.
Posicionar al local como referencia para los trabajadores y vecinos va a ser nuestro objetivo. De entrada el Partido Obrero de Villa Constitución, va a luchar para transformase en un factor político de la ciudad y el cordón industrial. Llamando al pueblo de Villa a organizarse para enfrentar la presente crisis. Contra los tarifazos de los diferentes gobiernos, contra los despidos, las suspensiones y las rebajas salariales. Para que triunfen todas las luchas de los trabajadores y construyamos un Partido que oponga una perspectiva obrera y socialista, a la debacle capitalista en curso.
Damián Blanco

lunes, 23 de febrero de 2009

Las mujeres exigimos la libertad de Romina

En Rosario marchamos el martes 24 de febrero a las 18hs. desde Plaza San Martín a Plaza Pringles.

El 23 de febrero se cumplieron 6 años del encarcelamiento a Romina Tejerina. Luego del fallo de la Corte Suprema kirchnerista que ratificó la condena a 14 años de prisión, la situación de Romina dentro de la cárcel ha empeorado. A través de una carta dirigida a todas las mujeres que luchamos por su libertad, Romina denuncia malos tratos: físicos y psicológicos, restricciones para continuar con sus estudios universitarios, impedimentos para realizar las salidas transitorias que le corresponden por derecho y además han obstaculizado la evaluación de buena conducta que le hubiese permitido una reducción de la pena a fines del año pasado.

El Estado se ensaña con Romina para escarmentar y desmoralizar a las miles de mujeres que nos organizamos contra la violencia y la opresión de este régimen. Mientras el gobierno nacional y provincial se ensaña con Romina Tejerina, su violador el “Pocho” Vargas, hermano de un policía, goza de la más absoluta libertad, habiendo sido sobreseído casi al instante sin que medie ninguna investigación sobre él. Lejos de combatir las causas que llevaron a Romina a una situación de desesperación y que terminó con la vida de su bebé, el gobierno nacional ha profundizado el abandono y la desprotección de miles de mujeres. En los últimos años vimos crecer las muertes por abortos clandestinos, como también los obstáculos para acceder en los casos no punibles. Bajo la gestión de Cristina Kirchner se ha prof! undizado la penetración de la Iglesia Católica en los poderes del Estado: se le dio un punto final a los proyectos que estaban cajoneados en el Congreso en materia de despenalización del aborto y se dio un crecimiento exponencial de la judicialización de las mujeres. Además, se ha suspendido la entrega de preservativos en los hospitales públicos y salitas, y se ha entregado el contenido de la Educación sexual a los preceptos morales de la Iglesia Católica que sigue planteando la prohibición del uso del preservativo.
En medio de una crisis económica en la que el gobierno y la oposición se empeñan por desatar sus consecuencias sobre los trabajadores y los sectores más empobrecidos, es que el movimiento de mujeres debe redoblar su esfuerzo por luchar y organizarse contra todos los atropellos. Las consecuencias de la miseria social y la ausencia de una enseñanza laica en buena parte del país no pueden ser pagadas por las propias mujeres que son las víctimas de este estado de situación. Las mujeres ponemos al Estado y a sus gobiernos en el banquillo de los acusados y exigimos la libertad de Romina y de todas las rominas que están encerradas en el sistema carcelario argentino.

A seis años de su injusta detención exigimos
Libertad a Romina Tejerina!
Basta de Ensañamiento!
No más Rominas, atención sanitaria para las mujeres, aborto legal, anticoncepción gratuita y separación de la iglesia del Estado.
Que se respete el derecho de Romina a salir de la cárcel y continuar con sus estudios, basta de atropellos!
PLENARIO DE TRABAJADORAS

jueves, 19 de febrero de 2009

LOS TRABAJADORES DAN UNA SALIDA A LA CRISIS
Sigamos el ejemplo del Subte, Indugraf y Massuh

Hasta hace muy poco, el gobierno aseguraba que por medio de "los recursos preventivos de crisis" se podían capear los despidos de trabajadores, con la expectativa de que los planes de obras públicas y los créditos de la Anses a algunos consumos reactivarían en poco tiempo la economía.
Con este argumento la burocracia sindical aceptó los despidos de trabajadores bajo contrato precario, las suspensiones de los de planta permanente y las reducciones de las horas de trabajo y de los salarios.
Se trataba de ‘pasar el verano', hasta -digamos- el 31 de marzo.
Pero la crisis, en lugar de amainar, se ha profundizado y los dineros del Estado se disipan en el bolsillo sin fondo de los capitalistas.
Las exportaciones han caído en picada y con ellas la recaudación de impuestos y los gastos sociales.
En lugar de compensar estos déficits entre los que más tienen, el gobierno impuso un tarifazo del 400 por ciento.
Con la misma finalidad se niega a bajar el precio de la nafta, por la que pagamos mucho más que el precio internacional del petróleo -que se ha derrumbado.El tarifazo del gas es un hecho.
Los Carrió, los Reutemann y los Binner o Solá tienen otro plan: pedir el socorro del FMI y proceder de inmediato a la mega-devaluación del peso.
Mientras tanto, sus mandantes -los sojeros- siguen acaparando ocho millones de toneladas de la cosecha anterior, a la espera de que el dólar se vaya mucho más arriba de los cuatro pesos.
En estas condiciones, los despidos de trabajadores precarios, las suspensiones y las reducciones de trabajo y salarios no son un paréntesis dentro de la normalidad, sino el primer paso hacia el abismo.
¿Cómo podemos impedir que siga avanzando este plan mentiroso que se escuda en la ‘prevención de la crisis'?
Moyano y Yasky están discutiendo con el gobierno y las patronales la formación de un Consejo Económico y Social para co-gobernar en la crisis.
¿Pero es conveniente algo así para los trabajadores, cuando las patronales y el gobierno quieren el congelamiento de los salarios; las patronales y los sojeros piden la devaluación, y todos ellos se juntan para advertir que no pueden garantizar el derecho al trabajo?Las patronales y el gobierno son parte del problema, no de la solución.
¿Qué Consejos podemos querer con la clase que ha llevado a esta crisis mundial enorme, como consecuencia de su propia tendencia irrefrenable a arrancar del trabajador el máximo beneficio privado para el capitalista?
Lo que necesitamos es otra cosa: un Congreso de trabajadores, para imponer las medidas que nos puedan sacar de la miseria social y de la destrucción del tejido industrial.
Se puede garantizar el pleno empleo nacionalizando a los bancos, el comercio exterior y la gran industria, para que sirvan a un plan de industrialización e infraestructura; por eso, que se nacionalice cualquier empresa que suspenda, despida o reduzca las horas de trabajo y los salarios.
Lo que acaba de ocurrir con el Subte, donde un plebiscito apabullante ha expulsado a la burocracia; lo que ocurre en Massuh e Indugraf, donde los obreros defienden sus puestos de trabajo y la continuidad industrial contra los patrones: esto demuestra que nuestro camino frente a la bancarrota capitalista pasa por asambleas, elecciones de delegados y un Congreso de trabajadores que asegure nuestro derecho al trabajo por medio de un plan de lucha y un plan para el país sobre otras bases sociales.
Publicado en Prensa Obrera nº 1072
Al kirchnerismo no le queda nada

Eso de que abandonan el barco no alcanza para describir el derrumbe del kirchnerismo. Se le escapan los aliados por derecha y por izquierda. Los Ibarra, Tumini o Bonasso, ahora los Solá y los Reutemann, antes los Cobos. Los escapistas han intuido hace tiempo que la nave de la economía se le va de las manos al matrimonio oficial, y de a uno en fondo se van plegando a las presiones de los sojeros y grandes capitales de la banca y de la industria, que reclaman un giro económico y la firma de un acuerdo con el FMI. De este modo esperan respaldar una mega devaluación que les devuelva el ‘dólar alto' que los hizo tan felices bajo los K.La renuncia de Reutemann al bloque oficialista en el Senado deja a los K sin presencia electoral (ni siquiera ficticia) en Santa Fe, cuando ya no la tienen tampoco en la Capital. Ahora habrá que esperar un poco para que el cordobés Schiaretti arranque para el mismo lado, para que el kirchnerismo pierda cualquier ficción de presencia política en Córdoba. La pretensión de ‘Néstor' de meter candidatos a diputados en esas provincias se ha esfumado; habrá que esperar un poco más para que el tsunami golpee a las provincias del NOA, aunque ya todo indica que perderá en Catamarca dentro de pocas semanas.
El gobierno ha tratado de reglamentar la economía para evitar una muerte súbita. Lo ha intentado, principalmente, con la estatización de las AFJP y el envío de inspectores al mercado de cambio. Pero estas medidas son insuficientes para detener el alud de la bancarrota capitalista mundial, y han sido usadas para el rescate del capital, no para proteger el desarrollo de las fuerzas productivas. Los recursos del país se van al pago de la deuda externa, a financiar a los bancos, a dilapidar el dinero de la Anses, a financiar el acaparamiento de ocho millones de toneladas de soja o los subsidios a corrales de engorde y frigoríficos, o a empresas de peajes y servicios, y a la corruptela y a la fuga de capitales. En medio de una crisis que el propio Obama definió como catastrófica, los Kirchner no han nacionalizado el comercio exterior ni los bancos, ni prohibieron sacar divisas. Han cortado por lo más delgado, apoyando suspensiones y despidos y la reducción de la jornada laboral y los salarios. Todo esto profundiza la recesión económica.
En estas condiciones, los sojeros y sus chirolitas políticos han adelantado un nuevo plan de ‘protestas' que, aunque lo niegan, debería terminar de nuevo en cortes de ruta. La iniciativa contra los K la sigue teniendo un sector del capital, no los trabajadores. En un determinado momento, la prensa se hizo eco de una supuesta intención del ‘campo' de no llegar a los extremos, alegando un temor ante la opinión pública por la crisis. Parecían insinuar que el derrumbe económico oficiaría de mediador para apaciguar un enfrentamiento y dejar libre de obstáculos el camino hacia las elecciones de octubre. Pero los movimientos en el banco o mercado de pases de los políticos podría sugerir que el lugar de los ‘enfrentamientos' podría ser ocupado por un golpe parlamentario o palaciego. Llevar a los K al FMI podría certificar su defunción política.
Nada indica, sin embargo, que no se vaya a un nuevo ‘sojazo' - algo así como a un Argentinazo de los sojeros (lo cual haría las delicias del PCR). El derrumbe mundial impactará con fuerza en las próximas semanas, lo que podría provocar una nueva ronda de especulación contra el peso, para lo cual es necesario un empalme con el ‘lock-out' de la patronal del campo, como ocurrió el año pasado.
El pasaje del kirchnerismo por la política argentina no ha dejado nada, ni siquiera un desprendimiento de izquierda. Luego de la crisis agraria del año pasado, la iniciativa no ha vuelto aún a la oposición patronal, pero es esta oposición la que tiene la iniciativa frente al gobierno, no la clase obrera, donde aún impera la confusión y donde la burocracia sindical conserva un margen relativo para frenar; porque cuando no se trata de un ‘gordo', opera un moyanista, y donde éste no tiene chances lo suplanta un yaskista, que puede ser reemplazado a corto plazo por un degenarista. En lo que hace a la izquierda, la bancarrota mundial no la ha homogenizado sino que ha acentuado sus divergencias de perspectivas y de tácticas. Salvo por excepción, nunca ha ocurrido de otro modo, históricamente. Las crisis acentúan las tendencias precedentes.
No es la hora para prepararse a una confrontación electoral a ocho meses vista, sino para levantar sobre la crisis una oposición de lucha y política de la clase obrera. La oposición de derecha podrá gozar de un momento fugaz de gloria, lo que no es para nada seguro debido a su enorme fragmentación, pero en todo caso sólo podrá agravar la crisis, porque de la mano del FMI no se puede esperar otra cosa. La perspectiva de conjunto favorece, como nunca antes en la historia, una lucha victoriosa para la causa del gobierno de los trabajadores y del socialismo.
Jorge Altamira
Publicado en Prensa Obrera nº 1072
Una política para enfrentar las suspensiones, los despidos y las reducciones de la jornada de trabajo
No se puede decir que la burguesía (en el mundo) tenga una política de conjunto frente a la crisis. Más bien opera por ensayo y error. Lo prueba el fracaso de todos sus ‘planes económicos’ en más de un año de derrumbe. Sus economistas se ven obligados a ‘desaprender’ todas las recetas que tenían por seguras después de la crisis de los años ’30 y de la segunda guerra mundial. Navegan a ojo. Lo mismo ocurre con sus relaciones con la clase obrera: tantean el terreno, tratan de generalizar los ensayos que creen que les han dado resultado, reculan si enfrentan mucha resistencia, golpean sin misericordia cuando logran aislar una lucha. Se podría decir que operan de este modo en casi todos los países.Pequeña y gran industria
Hay más de cien recursos de crisis en Córdoba y otros tantos en Santa Fe, para viabilizar suspensiones y miles de despidos hormigas (y no tan hormigas) en la pymes especialmente en los sectores tercerizados y en negro. En la construcción, las libretas de desempleo operan a ‘full’. Los conflictos más salientes se manifiestan en la gran industria.
Las tendencias de lucha de la clase obrera aparecen progresivamente. En Avellaneda está ocupada la curtiembre Wini, de 250 obreros; hay una metalúrgica, una hilandería y una envasadora con problemas similares en Quilmes – ocupadas por sus trabajadores. Hay movilizaciones en VW e Iveco– en Córdoba; se ha reabierto la huelga en Paraná Metal. Hay un acuerdo muy precario en General Motors.
De un modo general, la burguesía y el gobierno han ido imponiendo acuerdos provisorios (hasta el 31 de marzo), que contemplan suspensiones, reducciones de la jornada de trabajo o despidos de contratados, haciendo valer el argumento de la necesidad de esperar al resultado de los planes de reactivación. Se trata de un embuste, por cierto, porque la bancarrota internacional se agrava de día en día. Pero como las patronales y los gobiernos no tienen condiciones para imponer despidos en masa, operan de este modo para meter su política por medio del desgaste y tanteando el terreno. La burocracia de los sindicatos se ha adaptado a esta metodología patronal, debido a su completa incapacidad para plantear una alternativa. No puede alegar que las propuestas oficiales sean realistas, ya que han ido de fracaso en fracaso – pero solamente saben ‘operar’ en los marcos capitalistas. Cuando presume que la resistencia obrera será fuerte, el gobierno ofrece hacerse cargo de una parte de los salarios (Siderar); en VW Pacheco, los suspendidos cobran hasta un 95% neto de su salario; pero cuando el conflicto está aislado busca arremeter con todo. Es lo que intentó hacer, por ejemplo, en Indugraf, junto a la burocracia de Ongaro (vender las máquinas y liquidar la empresa), hasta que descubrió que la resistencia de la fábrica era fuerte y que empalmaba con otras luchas, por ejemplo las de Massuh y otras en la zona sur y en el calzado. Las suspensiones son el método preferido para desgastar y desangrar; en Iveco, por ejemplo, la fábrica es una cárcel desde que empezó el régimen de suspensiones. Por eso los trabajadores oponen a las suspensiones la disminución del tiempo de trabajo, aunque para ello deban resignar entre el 25 al 50% de los salarios. El argumento para justificar todo esto es que el 31 de marzo se baraja de nuevo, a la luz de los progresos que generaría la política de reactivación. Es un verso: el ritmo de despidos en el país modelo, Estados Unidos, es de 600.000 trabajadores por mes. Los funcionarios oficiales recomiendan, como única solución, ampliar los ‘amortiguadores sociales’ – o sea los planes trabajar.
La precariedad de los acuerdos es mayor aún que el breve periodo que se le asigna, al punto que dos semanas después del trabajoso arreglo de Paraná Metal, no se están pagando los salarios comprometidos en el acuerdo. Techint, por su lado, tampoco garantiza una salida para Siderar, que ha atado al pago de una jugosa indemnización por la nacionalización parcial de la empresa Sidor, por parte de Chávez.
Las horas de trabajo y el seguro al desempleado
Frente a semejante cuadro: ¿qué política nos tenemos que dar? Los burócratas (y hasta algunos intrigantes de la izquierda) aseguran que haber obtenido acuerdos provisorios es una “victoria”, porque se han impedido despidos masivos y porque las suspensiones podrían reverse a fines de marzo. Se trata de una patraña, porque estamos ante una estrategia de conjunto, no ante acuerdos provisorios; las suspensiones se extienden en algunos casos por seis meses – es decir que el despido es un hecho. El problema que enfrentamos es que muchos trabajadores, frente a la enorme artillería que despliegan el gobierno y la burocracia, son persuadidos a aceptar los planteos patronales por el argumento de la provisoriedad del ataque. Las patronales tratan de ganar tiempo, pero nosotros también necesitamos, en cierta manera, ganar tiempo, hasta que la crisis envuelva a un mayor número de empresas y a mayores contingentes de trabajadores. Mientras esto no ocurra, la burocracia tiene un margen para imponer su política de derrota. Pero no podemos ganar tiempo perdiendo y cediendo, o permitiendo que avance el desgaste: en ese caso serían las patronales las que estarían aprovechando el tiempo. Lo que, en estas condiciones, deberíamos plantear es que todas las patronales tienen recursos para aguantar hasta el 31 de marzo, pagando los salarios al cien por cien aunque se reduzcan las horas de trabajo entre todo el personal. Si ellos dicen que la crisis se supera en unos meses con las medidas de Cristina o la de Obama, pues entonces que la transición se haga sin despidos, con la totalidad de los compañeros y que el reparto de horas se haga sin afectar el salario, sólo bajando costos fijos. Tenemos que valernos de la provisoriedad de los acuerdos para defender nuestra salida – que naturalmente será provisoria y que sólo servirá para que nos preparemos para una lucha decisiva. Si las patronales dicen que no puedan pagar semejante acuerdo ni siquiera por 45 días, repliquemos que estamos dispuestos a cobrar lo que entre por la producción que hagamos, siempre y cuando podamos ejercer el control sobre el proceso de trabajo y sobre el flujo de fondos de la empresa. Repliquemos también que el Estado puede poner la plata a cuenta de las ganancias futuras de la empresa, cuando se produzca la reactivación. Incluso en condiciones de crisis, un control obrero retendría todo el dinero que la patronal normalmente saca de la empresa y nos pondría en condiciones de llamar a las empresas proveedoras y clientas a operar con el mismo sistema de control obrero para garantizar el empleo. Con la producción bajo nuestro control, estaríamos capacitados para exigir al gobierno medidas concretas de reactivación, a diferencia de lo que ocurre ahora que la plata de la Anses se la regalan a los bancos. Con estos planteos estaríamos ganando a los compañeros que sintieran la presión de la patronal y de la propaganda del gobierno y de la burocracia, y de este modo solidificar la lucha. Claro que no hay ninguna garantía de que podamos imponer esta salida, por más provisoria que sea, y que podríamos estar obligados a llegar a ciertos compromisos, igualmente provisorios. Pero en este caso no podemos admitir, no ya despidos, sino tampoco suspensiones.
Pero el peso mayor de la crisis, en esta etapa, lo sobrellevan los trabajadores en negro y precarizados, que se encuentran en su mayor parte en la pequeña industria. No gozan del seguro al desempleo porque no están registrados. Los burócratas desprecian a este sector del proletariado, incluso la CTA – que se jacta de atender a los obreros individualmente– , pero que está aliada por sobre todo a las Pymes (patronales). Aquí es necesario impulsar un movimiento para que el seguro al desempleo (82% del salario) se asigne a todo desocupado contra la presentación de testigos de su empleo. Si a estos se agrega un reclamo para aumentar la asistencia social a los sin trabajo, el movimiento piquetero tendría una gran oportunidad para volver a la escena, de la mano de los trabajadores expulsados por la pequeña industria.
Una salida de conjunto
El argumento de “que (los patrones) pongan los millones que ganaron”, es muy útil para defender nuestra salida ‘provisoria’ contra las salida ‘provisoria’ de ellos. Pero no es de ningún modo una salida a la crisis, porque esta crisis consiste, precisamente, en la bancarrota del capital, en la desvalorización de lo que ganaron, en la incapacidad de la burguesía para hacer funcionar su propio régimen social. La salida es que la clase obrera tome el poder y reorganice la sociedad sobre nuevas bases. Para conseguir la plena vigencia del derecho al trabajo necesitamos una lucha de conjunto: que se convoque a un congreso obrero; que se elijan comités de delegados en todas las empresas; que elaboremos en conjunto un plan alternativo – que parta de la transformación en propiedad pública, sin compensaciones, de los bancos y el comercio exterior, bajo control de los trabajadores, y poner fin a la deuda pública confiscatoria de las clases populares.
El gran punto es que los cuerpos de delegados y las asambleas tengan el control de las negociaciones, como ocurrió durante un largo periodo en GM en Rosario. Las salidas transitorias son por definición un compromiso, pero deben servir para fortalecernos y para permitir que se vayan eslabonando con las otras luchas para preparar una respuesta colectiva de la clase obrera.
El acuerdo de reducción del tiempo de trabajo y de salarios de Paraná Metal – que fue votado por los obreros de planta debido a la fuerte presión que ejercieron el gobierno y la UOM, sin contemplar ninguna salida para contratados y tercerizadas– , la patronal simplemente no lo está cumpliendo. Habiendo impuesto una parte de sus objetivos, presiona por más; la patronal no cree que después del 31 de marzo las cosas ‘mejoren’. Mientras la vieja patronal vació la fábrica (que dejó técnicamente obsoleta), la nueva (que sería el juerguero Cristóbal López), pretende una gran limpieza de personal y subsidios del Estado. Los hechos demuestran que los compromisos que no tienen en cuenta la reivindicación de que todo el personal siga trabajando, sin excepción, son un desgaste a la organización obrera y un paso hacia la salida estratégica de la patronal. Necesitamos una política de conjunto, no podemos admitir la táctica del salame, o sea que nos corten en rodajas. Toda Villa Constitución tiene que tener una política común; conjuntamente con San Nicolás; con todo el cordón industrial del Paraná, desde San Lorenzo; todo el Smata Córdoba, toda Córdoba – Córdoba y Santa Fe. La inminencia de las paritarias ofrece una oportunidad para este planteo; nada de techos ni acuerdos marco. Por un único planteo: reparto de las horas sin tocar el salario; ajuste mensual de los salarios por inflación; salario mínimo igual al costo de la canasta familiar; incremento de los aportes patronales a salud y jubilación. ¡Una crisis de sobreproducción se arregla con mayor consumo y mayores salarios, y con la nacionalización de los recursos estratégicos y financieros para que sirvan a un plan de desarrollo!
En cierto modo, el mes de marzo será el momento en que la bancarrota capitalista entrará en una nueva fase, mucho más grave que la actual, en especial en América Latina y Argentina, con la consiguiente modificación de las condiciones de la lucha. En las condiciones actuales, exijamos la defensa sin limitaciones del derecho al trabajo y pongamos los compromisos al servicio de un reforzamiento de nuestra capacidad de lucha.
Néstor Pitrola
Publicado en Prensa Obrera nº 1072
Necesitamos delegados para parar las suspensiones y despidos
El plebiscito que aplastó el intento de la burocracia de UTA, para usurpar la representación obrera en los subterráneos, ha vuelto a poner a luz la cuestión vital de los cuerpos de delegados independientes en los lugares de trabajo. Lo mismo ha quedado de manifiesto en la gráfica Indugraf, en la papelera Massuh y en la automotriz General Motors, entre muchos otros. Fueron los cuerpos de delegados los que salieron a defender los puestos de trabajo y a enfrentar la complicidad de la burocracia del sindicato con la patronal y el gobierno.
Sin embargo, sólo un 12% de la clase trabajadora cuenta con delegados en los lugares de trabajo, según un estudio del Ministerio de Trabajo publicado por la CTA. No obstante, ni la CTA, ni mucho menos el ministerio, han lanzado una campaña para que sean elegidos los cuerpos de delegados en todos esos lugares. La burocracia de los sindicatos constituidos ha pactado con las patronales, en las paritarias, la recepción de contribuciones patronales al sindicato a cambio de no afiliar al personal. Es claro que no podrán, en estas condiciones, elegir delegados.
Al lado de todo esto, hay hoy una realidad superior que replantea el tema de la organización en los lugares de trabajo: la necesidad de detener las suspensiones, los despidos, las rebajas salariales y el empeoramiento de todo tipo de condiciones laborales como consecuencia de la crisis capitalista.
Un fallo de la Corte declaró la inconstitucionalidad de los requisitos establecidos en la ley vigente (23551) para ser delegado, lo cual equivale al derecho de cualquier trabajador a formar sindicatos con sus compañeros y elegir la representación en el lugar de trabajo.Pero la posibilidad de elegir cuerpos de delegados e incluso sindicatos no es un asunto de derechos o libertades concedidas, sino de fuerza y capacidad de acción; o sea, de organización. El 90% de las fábricas en lucha se encuentra en la jurisdicción de los sindicatos y bajo la dirección de la burocracia (sea de la CGT o de la CTA), pero ello no ha impedido que una parte importante de esas luchas se encuentre organizada y dirigida por los cuerpos de delegados.
Vastos sectores de la juventud trabajadora, como fueron los del Casino y de los ‘call center', al igual que los supermercados, han librado una dura batalla contra el boicot a su organización por parte de la burocracia de sus sindicatos (sindicatos del juego, Foetra, empleados de comercio). La cuestión del control de los lugares de trabajo salta como un punto clave cuando sobrevienen los vaciamientos: recientemente en Massuh renovaron el Cuerpo de Delegados, derrotando a la burocracia, como capítulo previo a la lucha contra los atrasos de pagos y el vaciamiento en puerta. Lo mismo podemos decir de Indugraf, en las luchas que prepararon esta ocupación de fábrica. De todos modos, casi el 90% de los lugares de trabajo no tienen organización sindical.
El problema de la elección de delegados, se trate de lugares sindicalizados o no, en blanco o en negro, se transforma en una tarea clave a cada hora, con el avance de la crisis capitalista.
¡Necesitamos cientos y miles de comités de fábrica para parar las suspensiones y despidos!
Néstor Pitrola
Publicado en Prensa Obrera nº 1072

ROSARIO

Por la reinstalación del docente Cacho Calarota

Con la presencia de 150 personas se realizó un acto en la puerta de la Facultad de Humanidades y Artes, de la Universidad Nacional de Rosario, en solidaridad con el docente Luis “Cacho” Calarota, delegado gremial de esta Unidad Académica por COAD (gremial de docentes e investigadores), cesanteado por la camarilla del rector Darío Maiorana el 1º de diciembre de 2008. Luego marchamos hasta los Tribunales Federales donde el viernes 6 se había interpuesto un amparo cautelar por la reinstalación, en respeto de los fueros gremiales.Entre los presente podemos enumerar: Sindicato de Químicos de San Lorenzo, Amsafe Rosario, delegadas gremiales de Amsafe Rosario y San Lorenzo, COAD (Comisión Directiva, delegados opositores de la FHyA y docentes), Centro de Estudiantes de la FHyA, agrupaciones estudiantiles de la Facultad, Tribuna Docente, PTS, Partido Obrero y un nutrido grupo de estudiantes.Calarota denunció la persecución gremial y el manejo autoritario y clintelistico del rector Maiorana (ex decano de esta Facultad). Se vale de la manipulación de los jurados en los concursos y ahora de los evaluadores docentes (internos y externos) de la Carrera Docente para echar a los docentes opositores. La violación discrecional del Estatuto y Reglamentos internos de la UNR se consuma con la mayoría simple que armó Maiorana y Cia. en el Consejo Superior (él tiene el voto de desempate si el mosaico opositor de Consejeros Estudiantiles y la pseudooposición del PS le votara en contra).
Ha profundizado la arancelización creciente de cursos, terminalidades (como la Escuela de Idiomas) y venta de servicios. Por eso necesita mayor manejo de la camarilla rectoral, así como avanzar grotescamente contra los fueros sindicales y la mayoría de la CD de COAD que es opositora. En mayo habrá renovación de la CD y se juega a copar también el gremio, para retornar a la triste época en que lo dirijía Anahí Fernández.Todos los oradores expresaron su solidaridad y comprometieron su participación en la lucha para lograr la reincorporación del profesor Calarota.
La marcha hasta los Tribunales tenía por objetivo hacer entrega de una nueva recolección de firmas en un Pronunciamiento que exhorta la inmediata reinstalación del delegado gremial en su cargo y ejercer una presión sobre la jueza Aramberri para que lo ordene “sumarísimamente” al Rectorado y Consejo Superior.
Se ha dado un primer paso importante para frenar el accionar de la camarilla radical K que gobierna el Rectorado y la mayoría de Facultades.
Corresponsal

SIDERAR

Techint: el acuerdo en la cuerda floja

Como resultado del acuerdo alcanzado entre la UOM, la empresa y el Ministerio de Trabajo, los compañeros de Siderar sólo trabajarán, a partir de ahora, dos de cada cuatro semanas y cobrarán tres. Del pago de esa tercera semana se hace cargo el Estado, aunque hasta ahora no está claro de donde saldrán concretamente los fondos.
Por lo pronto, ya hay 200 compañeros de los 2.400 que han quedado afuera: "100 ya aceptaron el retiro voluntario y otros 100 no ingresan en el esquema" (Clarín, 9/2).
La versión oficial es que los salarios sufrirán una reducción del 25 por ciento. No es cierto.
Los sueldos de bolsillo que los trabajadores venían cobrando, antes del conflicto, eran de alrededor de 4.000 pesos. Sufrieron una primera poda en noviembre del año pasado cuando la jornada laboral de 76 horas semanales pasó a 40. Ahora, con este acuerdo, "los 4.000 pesos mensuales que redondeaban muchos albañiles aprovechando la amplia oferta de horas extra y premios... se aplastarán entre 1.200 y 1.700 pesos netos" (La Capital, 10/2). De un plumazo, los sueldos han quedado por debajo de la línea de la pobreza.
Pero tampoco éste es el final, porque el acuerdo admite que sea revisto si la situación de la siderurgia se agrava (cláusula de condicionalidad). No bien se llegó a esto, Siderca (Tenaris-Campana) acaba de anunciar suspensiones.
Además, la patronal ha vuelto a reiterar que no "va a sacar los pies del freno" (en la construcción de los hornos) hasta tanto "Chávez pague", en alusión a la indemnización por la nacionalización de la venezolana Sidor. Pero tampoco piensa hacerlo aunque Venezuela pague, porque el mercado mundial del acero se está haciendo añicos.
Además, no corresponde que extorsionemos a los trabajadores venezolanos para favorecer la caja del pulpo Techint.
En resumen, nosotros pagamos la crisis pero no tenemos la garantía de que la cuenta no será peor.
¿De qué nos sirve un arreglo semejante? La afirmación de los dirigentes de la UOM de que tenemos "la tranquilidad de que los compañeros están adentro" es completamente infundada, no tiene asidero. Esa ‘tranquilidad' no existe.
¿Cuál es la salida?
Uno, que se mantenga a todo el personal con el ciento por ciento de los salarios, porque Techint ha acumulado enormes recursos financieros con las fabulosas ganancias de los últimos seis años.
Dos, que el gobierno reactive la economía con un plan de reestructuración del ferrocarril, de caminos, viviendas, escuelas, hospitales -mediante la nacionalización de los bancos y de los monopolios del comercio exterior. Para esto tiene que abandonar el subsidio a los bancos y a los monopolios mediante el desvalijamiento la caja de los jubilados, la Anses, y abandonar también los tarifazos para pagar la deuda pública y la deuda externa de las corporaciones capitalistas.
No lograremos arrancar este plan de reactivación si admitimos que se ajuste nuestro trabajo y nuestro salario a las condiciones de la bancarrota capitalista. Esta bancarrota no tiene fin a la vista y ha ingresado en un pozo sin fondo.
Los capitalistas no están descargando la crisis solamente sobre los hombros de los trabajadores de Siderar o Siderca o Paraná Metal, sino sobre todos los metalúrgicos y de la construcción, en especial si están contratados o en negro.
Impulsemos todos juntos, un plan de lucha para imponer en los hechos la completa prohibición de los despidos y suspensiones.
Pablo Heller
Publicado en Prensa Obrera nº 1072

Gran agitación en Siderar y los barrios de San Nicolás

15.000 volantes, 230 prensas
Con la oportunidad que significaba el campamento que realizamos en el Club de Pescadores y Cazadores, la Unión de Juventudes por el Socialismo desarrolló una intensa actividad de agitación política en defensa de los trabajadores de Siderar.
Al llegar a la entrada del predio de la fábrica, la escena era impactante. Delante del gigante de acero se encontraba todo un perímetro custodiado por seguridad privada, cámaras de vigilancia... y la policía a su servicio: cinco de nuestros compañeros fueron demorados "para averiguación de antecedentes".
En respuesta, cientos de trabajadores nos dejaron sus números de teléfono y direcciones mientras, por lo bajo, nos comentaban que "la empresa no garantiza el acuerdo" y que "de a 10 o de a 20, ya nos empezamos a juntar". Desde los micros varias manos se asomaban para recoger un piloncito de volantes e incluso algunos choferes nos dejaban subirnos. La solidaridad obrera se hacía presente. Vendimos todas las prensas que teníamos. La bronca y las ganas de hacer algo se sentían fuertes. Por eso, muchos saludaban nuestra iniciativa diciendo que "esto es lo que hay que hacer: volantear en la fábrica y organizarse en los barrios".
Al día siguiente fuimos por más. Al tiempo que recorrimos los barrios Somisa, 9 de Julio y Trípoli, otro grupo realizaba un acto en la puerta de entrada. Otra vez agotamos los periódicos que teníamos (162 en la fábrica, 85 en los barrios). La memoria histórica de los compañeros, que ya vivieron luchas y traiciones similares en el pasado, es la explicación de la recepción de nuestros planteos y la base para la gran lucha que va a venir.

Gran campamento de la UJS

Entre el 12 y 15 de febrero se realizó en San Nicolás el Campamento de la UJS de la Capital Federal, la provincia de Buenos Aires y Santa Fe con casi 400 compañeros. Son la nueva generación de luchadores del movimiento estudiantil y de la juventud con compañeros que han participado activamente en las luchas del movimiento universitario encabezado por la Fuba, del movimiento secundario que enfrentó al gobierno de Macri y de los terciarios. Estuvieron también presentes compañeros que juegan un papel de organización en sus barriadas y en sus lugares de trabajo.
El Campamento estuvo cruzado por el estudio de la crisis mundial y por la perspectiva de una reorganización social integral bajo la dirección de la clase obrera. El estudio de la crisis fue dividido en tres clases y debatió en comisiones especiales.Simultáneamente, muchos compañeros realizaron un curso sobre la concepción marxista del Estado, sobre todo los que participaron por primera vez en un campamento o son nuevos en la organización.
Al mismo tiempo realizamos una actividad impresionante sobre la planta de Siderar, de San Nicolás, y en las barriadas obreras aledañas. Repartimos miles de volantes denunciando a la patronal que establece rebajas salariales y suspensiones rotativas de los compañeros y vendimos casi 300 periódicos (200 en la puerta de la fábrica). Quedó reflejado el cuadro de deliberación que existe entre los trabajadores de las grandes industrias.
La actividad de formación política y la militancia sobre la clase obrera fue saludada por todos los compañeros; casi la totalidad de los compañeros que vinieron invitados se incorporarron a las filas de la UJS.
Con este gran Campamento, la UJS ha reforzado sus filas y su organización para las luchas que vienen.
G.S.

La marcha inexorable de la bancarrota capitalista mundial

El capitalismo se cae a pedazos. El producto bruto, en las naciones avanzadas, se está desmoronando en un 10 por ciento anualizado. En los últimos tres meses, los despidos en Estados Unidos han sido de 600 mil trabajadores por mes. La industria automotriz norteamericana se encuentra en vía de extinción: en Alemania se disputan las filiales que General Motors quiere liquidar para recaudar el dinero necesario para un improbable salvataje en Estados Unidos. Los desalojos, en ese país, ya han llegado a 1,8 millones de viviendas.
Detroit, Cleveland y otras ciudades industriales parecen diezmadas por una guerra. California, la séptima economía del mundo, se encuentra en ‘defol’; varios estados y municipios han comenzado a imprimir sus propios ‘patacones’ y ‘lecops’. En Gran Bretaña, el gobierno se apresta a nacionalizar la poderosa banca Lloyds. En España, los presumidos BBVA y Santander se han caído de los pedestales que les inventaron los medios apenas se descubrió lo que en otros países se sabe desde hace más de un año: que al lado de los bancos opera un sistema financiero en las sombras, montado por ellos mismos, que se encuentra fuera del alcance de la regulación estatal. Es así que dos fondos inmobiliarios han debido declarar un corralito por la imposibilidad de hacer frente al pedido de retiro de dinero de sus inversores. De repente, el ‘modernizado’ capitalismo español se encuentra donde nunca dejó de estar: en pelotas. En Francia ya se oyen los redobles de tambores, con sus Antillas en llamas y un ambiente de huelgas en la metrópoli que raja los muros. Otro inmunizado contra la crisis capitalista, Italia, acaba de descubrir que su nave de proa, Unicredit, “más europea que italiana” según sus alcahuetes, está por sucumbir al derrumbe de sus inversiones en Austria, la que a su vez se encuentra amenazada por sus inversiones en Europa oriental. Para salvar a la joya del fanfarrón Berlusconi, la diplomacia italiana ha tenido que recurrir a Libia, no sin antes hacer las reverencias correspondientes en las tiendas beduinas de Gadhafi. El paraíso sueco, que la gorda Carrió invoca como ejemplo para su infiel Argentina, le ha tenido que pedir al FMI que contenga las devaluaciones en los países del Báltico, para que no lleven a la tumba a la banca escandinava que ha copado aquellas plazas. Entre el derrumbe del rublo ruso, el zloty polaco y todas las otras monedas que sueñan con convertirse alguna vez en euros, es precisamente el euro el que está en capilla, estructuralmente aquejado por la incapacidad de los Estados del viejo continente para poner en marcha un plan de rescate común y por los diferentes ritmos y características de las crisis en sus diversas economías. De repente, las deudas públicas de esos Estados se han empezado a cotizar de la forma más disparatada, a pesar de que se negocia en la misma moneda y de contar con un Banco Central que debería operar como rescatista de última instancia. La insinuación de que Irlanda, un país del área euro, pediría el socorro del FMI cayó como una bomba nuclear en Bruselas, porque equivalía a admitir que el Banco Central Europeo estaba listo para ser colgado en el museo del Louvre. Por fin, las llamadas economías intermedias se hunden en forma implacable, como ocurre por ejemplo con Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Indonesia y, por último, la misma China, o en América Latina, México especialmente.
Resulta obvio, al cabo de un año y medio de planes de rescate de todo tipo, que la bancarrota capitalista se ha transformado en una crisis política. Es posible que sus estallidos comiencen por las naciones intermedias o de la Unión Europea, pero en ningún lugar se manifiesta más claramente que en Estados Unidos, cuando Obama aún no ha cumplido un mes de mandato. Aunque el presidente afroamericano anunció que la aprobación de su plan de impulso económico, de 800 mil millones de dólares, marcaba el “principio del fin” de la crisis, los acontecimientos que siguieron de inmediato indicarían que ni siquiera estaríamos en el ‘fin del comienzo’.Es que el núcleo de la crisis sigue allí, como desde el primer día. La masa de los llamados ‘activos tóxicos’ continúa siempre en la cartera de los bancos, compañías de seguros y de inversoras de capital, y de los fondos creados a la sombra de ellos. Los llamados negocios derivados originados por estos pulpos suman unos 550 billones de dólares, o cuarenta veces la economía de los Estados Unidos. Algunos estiman que si se pudieran hacer las compensaciones entre negocios cruzados – lo cual simplemente podría demorar algunos años– , la resultante neta serían aún unos 20 a 30 billones de dólares de deudas incobrables. El envío a pérdidas de todas estas sumas llevaría a la quiebra a la mayor parte del capital mundial. Ningún capitalista quiere oficializar sus pérdidas vendiendo los títulos sin valor que tiene en su propiedad, por lo cual sobreviven con ayudas estatales o compras temporarias de los bancos centrales. En consecuencia, el sistema económico está parado porque el Bank of America, el Citigroup, el Lloyds, el Barclays y tantos otros están que-bra-dos. Ponerle el cascabel a este gato significa nacionalizar a todos estos bancos, y a partir de esto aun a aquellos que no están quebrados, para proceder a una liquidación ordenada de todos los créditos y deudas que no se pueden saldar. Todo lo que parecía sólido se ha desvanecido en el aire.
El plan de relanzamiento económico de Obama, que acaba de aprobar el Congreso norteño, no encara esta situación: se trata de un plan de gastos y de rebaja de impuestos por apenas el 5,5% del PBI norteamericano para los próximos diez años, aunque el 80% de él se consumirá en dos años. Para resolver la cuestión bancaria, Obama ha insinuado otra cosa: la creación de los llamados ‘bancos malos’, que recogerían todo aquello en poder de los bancos que no vale nada. El problema es el siguiente: para que los bancos que queden limpios de estos activos puedan funcionar, necesitarán que se les pague por los activos invendibles un precio que les permita pagar las deudas con las que financiaron las compras de esos ‘activos tóxicos’. Pero pagar mucho por lo que no vale nada, simplemente provocaría la quiebra de quien lo haga, en este caso el Estado. Por eso Obama ha insinuado el propósito de que la compra de esos activos la haga una asociación pública-privada, pero la viabilidad de este proyecto es que se pague muy poco por los activos, lo cual sería un gran negocio para los que financiarían la formación de los ‘bancos malos’. Pero cotizar a esos ‘activos’ como una pichincha decretaría la quiebra de los ‘bancos buenos’, que recibirían muy poco dinero o liquidez para saldar sus deudas. El equilibrio entre lo que necesitan los bancos con ‘activos tóxicos’, de un lado, y lo que puede pagar el Estado por esos activos, por el otro, sin arruinar las finanzas públicas, o lo que les convenga pagar a los capitales privados dispuestos a negociar esos ‘activos’ con posterioridad, es simplemente imposible determinarlo a priori. Por otra parte, ya se sabe que la mayor parte de los bancos están quebrados, por mejor que sea la oferta que se haga por sus ‘activos’. La solución de este problema pasaría por la nacionalización general de los bancos, pero esto transfiere a la política, o sea al Estado, la tarea de arbitrar las pérdidas y confiscaciones que, de cualquier modo, o invariablemente, deberá sufrir el capital, tanto el pequeño como el más grande. Suponer que el Estado puede sacar al capital indemne de la crisis es propio del que no entiende una jota de la economía política del capital y de la tendencia a su propia disolución. Pero la sola perspectiva de una nacionalización está a punto de quebrar al ‘establishment’ norteamericano. Esta es la crisis política de Obama.
¿Hace falta decir que la nacionalización de los bancos no es ninguna solución? Por una parte, una nacionalización de la banca norteamericana rompe todo el tejido financiero internacional, porque obliga a los otros Estados a tomar medidas similares para poner a sus Tesoros nacionales al servicio de esta nueva competencia bancaria internacional entre bancos que cuentan con capital y financiación estatal. El mercado mundial se transformaría en un terreno de pugna directa entre Estados, lo cual es lo más cercano a una nueva guerra. Por otro lado, una nacionalización de bancos quebrados amenazaría con la quiebra a las finanzas públicas y obligaría al Estado a operar con empréstitos forzosos. Por fin, incluso una banca estatal sería incapaz de mover a la economía si del otro lado no se moviera la demanda por medio de inversiones a cargo de los capitalistas. Es extremadamente difícil, sin embargo, que los capitalistas arriesguen sus capitales en empresas financiadas por el Estado; si operaran sin capital retrocederían a la condición de meros comisionistas del Estado. Una banca nacionalizada en las grandes naciones industriales necesitaría la nacionalización de las inversiones en la industria y la obra pública, lo cual pondría al Estado en las dos puntas del proceso económico, o sea sin la mediación de los capitalistas. Esto es teóricamente posible pero prácticamente inviable, por la simple razón de que la línea de separación entre el capitalismo y el socialismo se haría muy tenue: dependería de quién dirige ese Estado, si los capitalistas o los obreros, y no – como es ahora – que entre un régimen social y el otro hay una densa valla de relaciones sociales que abarcan diversos grados y estratificaciones, que se superponen sobre la relación entre el capital y el trabajo y oscurecen su visibilidad.La ruptura del presente impasse la impondrá la subsiguiente marcha de la crisis y, en especial, la presión popular, que está tomando forma y fuerza en todo el mundo. La caída de las Bolsas a nuevos pisos es el síntoma de que el capital exige, por un lado, que el Estado lance un plan de rescate masivo, aunque para ello tenga que separar a algunas ovejas negras que están definitivamente condenadas y, por otro lado, si esto es inviable o alargara aún más el proceso de quiebras, que el Estado haga una declaración oficial de quiebra bancaria y proceda a la nacionalización. En lo referente a la presión popular, las continuas apariciones públicas de Obama a lo largo y ancho de Estados Unidos, están mostrando la amplitud de la deliberación que va ganando a las masas. En otros países ya hay huelgas importantes y movimientos de protesta masivos. La nacionalización de los bancos en Europa sólo puede proceder por países y acabaría poniendo a los más débiles bajo la férula de los más fuertes.
Es muy claro que el proletariado, a partir de la lucha que tendrá que encarar, deberá comprender que la salida pasa por presentarse como alternativa de poder – lo cual requiere programas, partidos y organizaciones de masas revolucionarias.
Jorge Altamira

Publicado en Prensa Obrera nº 1072

martes, 17 de febrero de 2009

Comunicado de prensa

Villa Constitución, 17 de febrero, 2009.

En el marco de la gran lucha de los compañeros de Paraná Metal y preparándose para las luchas que se avecinan en la ciudad, el PO abre su local en Villa.
Un local que servirá de lugar de encuentro y organización de la lucha de los trabajadores y trabajadoras de la ciudad contra los despidos, las suspensiones y por que la crisis la paguen los capitalistas.
Invitamos a los vecinos a participar de la inauguración que contará con la presencia de Néstor Pitrola, dirigente nacional del Partido Obrero, el viernes 20 de febrero a las 19 hs. en Dorrego y Córdoba.

Partido Obrero Villa Constitución
Néstor Pitrola 011 - 1553242356
Emilio Blanco 341-155215661

VILLA CONSTITUCIÓN:

POR UNA SALIDA OBRERA A LA CRISIS
Los trabajadores de Villa Constitución estamos viviendo en carne propia la ofensiva de las patronales contra nuestras condiciones de vida y trabajo.

Lo atestiguan los compañeros de Paraná Metal, donde se han impuesto suspensiones y rebajas salariales en función del reclamo de la empresa.

Lo mismo pasa en las grandes fábricas de la zona cercana desde el cordón de San Lorenzo hasta San Nicolás, como Ar- Zinc o Siderar, donde las patronales han impuesto suspensiones y rebajas de salario a miles de compañeros.

En todos los casos, esta ofensiva capitalista contó con el apoyo de los gobiernos (nacional y provincial). Su argumento es que las suspensiones y la rebaja salarial son el “mal menor” y que si no la aceptamos sólo queda por delante los despidos masivos. Incluso el propio gobierno ha prometido pagar parte de los salarios cuando ésta es una responsabilidad que recae en las patronales.

Sin embargo es importante señalar que el `mal menor` no excluye al `mal mayor`, como lo demuestra el hecho de que a pesar del acuerdo suscripto en Paraná Metal ya ha habido tentativas de despidos y que la patronal de Techint, en Siderar, se ha reservado la posibilidad de realizar despidos en el futuro. Incluso, en ambos casos no hay garantías: pruebas al canto, en Paraná Metal se ha reiniciado el conflicto por falta de cumplimiento en los compromisos, en particular con los compañeros de cooperativas y contratistas.

Con estos acuerdos precarios las patronales y el gobierno no buscan una salida a la crisis sino desmoralizar a los trabajadores para dejar el camino abierto a suspensiones y despidos masivos.

Por eso no podemos menos que rechazar la posición de las direcciones sindicales que han avalado esta política, que en vez de dar una salida consistente a los reclamos de los trabajadores favorece la ofensiva de las patronales.

Lo cierto es, de todos modos, que la envergadura de la crisis capitalista requiere de una respuesta de conjunto de la clase obrera, dado que lo que está en juego supera el marco de un conflicto gremial. La bancarrota capitalista, al mismo tiempo no se detiene por estas salidas precarias, al contrario, se va agravando la recesión día a día.

Para evitar que la crisis la paguen los trabajadores es necesario imponer medidas de fondo, como el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, al mismo tiempo que para impedir la paralización de la producción y la destrucción del aparato productivo debemos lograr que el ahorro nacional se use para un plan de obras públicas y de industrialización, bajo el control de los trabajadores.

El Partido Obrero contribuye con esta lucha abriendo un local en Villa Constitución, buscando que se convierta en un punto de apoyo para todos los trabajadores en lucha.

Solo una acción política, obrera y socialista podrá darle una salida a los trabajadores y al conjunto de la nación en oposición a la quiebra capitalista.

PARTIDO OBRERO

PARANA METAL:

Extendamos la lucha a todos los compañeros metalúrgicos

Con asambleas dentro fábrica, corte de ruta y un paro por tiempo indeterminado, los 120 compañeros que tenían que comenzar con las tareas de mantenimiento para la reapertura de la fábrica, salieron a enfrentar una nueva estafa patronal.

Hoy vuelve a estallar la lucha porque la patronal no hizo efectivo el pago de la quincena de diciembre y el aguinaldo a los contratados.

La reapertura del conflicto está desnudando la inviabilidad del acuerdo para reactivar la empresa. Lo único claro es que quieren avanzar en una reestructuración contra los trabajadores para hacerla “rentable”. Ni siquiera está claro quién es el “inversionista”, se rumorea que sería Cristóbal López, un amigo de los Kirchner, dueño de los Casinos de Bs. As., de Rosario y otras casas de juego en el país; lo que abre el interrogante sobre si lo que busca, este personaje ajeno a la producción, no son nuevos subsidios mientras prepara el vaciamiento de la fábrica.

El acta armada por Tomada y la Uom estableció el pago de esas deudas a todos los trabajadores; pero dejó muchas cuestiones centrales pendientes como la modalidad de las suspensiones rotativas sin precisar las cantidades ni el tiempo. No se estableció ningún cronograma de pago de la fenomenal deuda a los contratados y cooperativas de meses anteriores al conflicto. Es más, estos sectores que representan unos 250 trabajadores ni siquiera fueron incluidos en el acta-acuerdo ni tampoco pudieron votar su aceptación o rechazo.

Hoy 120 compañeros (entre efectivos y contratados) reiniciaron la lucha; pero ésta es una lucha de todos. La situación nos plantea accionar a todos los trabajadores involucrados, reinstalar la Carpa de la Resistencia y preparar acciones de lucha contundentes como el corte de la autopista.
Igualmente la comisión de lucha de las mujeres y de todo el movimiento de solidaridad, podemos jugar el papel que sostuvo la lucha pasada.
Proponemos un congreso de delegados de la UOM de Villa, para elaborar y resolver un plan de lucha de todo el gremio que está siendo golpeado por las suspensiones y despidos como en Acindar y otras empresas de la región.

1) Por el pago de la quincena de diciembre y aguinaldo a los contratados y cooperativas. Por el pago de todas las deudas salariales.
2) Todos adentro. Que el estado pague un seguro de desempleo equivalente al salario de cada trabajador hasta la normalización definitiva del proceso productivo.
3) Si los inversores pretenden condiciones leoninas para su funcionamiento, hay que expropiarla, estatizarla y que funcione bajo control de los trabajadores.
PARTIDO OBRERO

miércoles, 11 de febrero de 2009

DEFENDAMOS EL DERECHO
AL TRABAJO Y AL PAN
Néstor Kirchner insiste en advertir a los patrones contra los despidos.
Pero él sabe que los patrones siguen despidiendo.
Según estimaciones privadas, la desocupación ha crecido un 30 por ciento entre los trabajadores que se encuentran en negro o bajo contrato precario.
También hay despidos en la gran industria, aunque aquí todavía predominan las suspensiones y la reducción de la jornada de trabajo y de los salarios.
En Siderar, el horario laboral se ha reducido a la mitad (dos semanas al mes) y en dos terceras partes si se tienen en cuenta las horas extras.
Como consecuencia de esto, un trabajador de la gran industria pasará a ganar por debajo de la línea de pobreza.
La asistencia a los comedores comunitarios o barriales ha aumentado considerablemente: más niños no tienen para comer.
Una parte de la clase media asalariada ha ido a parar a las villas y a los comedores como consecuencia de la falta de trabajo y de la carestía de los alquileres.
Pero Kirchner sigue asegurando que Argentina "está bien parada".
Puras mentiras: Techint introdujo una cláusula de condicionalidad en el acuerdo en Siderar, que la exime de los compromisos que ha firmado si el mercado del acero sigue cayendo.
A pesar de la grave situación de los trabajadores, la burocracia de la UOM se ha declarado ‘tranquila' con los acuerdos de reducción del trabajo y de los salarios, y Moyano festeja al gobierno junto al rey de España, de Telefónica, de Repsol y de Aerolíneas.
En realidad, al aceptar las rebajas salariales en la gran industria, la burocracia ha renunciado a las paritarias que comienzan en marzo.
En medio de la crisis ha elegido posar de florero.
Por todo esto, en lugar de ver a los trabajadores copando las calles para que la crisis la paguen los capitalistas, vemos a los sojeros y a sus políticos reclamando que se deroguen las retenciones a las exportaciones agrarias.
Es el mundo al revés: en lugar de pelear contra el recontra-super-tarifazo, Moyano fue a lucir corbata con Edesur, Natural Gas y Telefónica en Madrid.
Seamos concientes de lo siguiente: el FMI acaba de pronosticar 50 millones de despidos en 2009 a nivel mundial; tres millones en América Latina -o sea, cerca de un millón en Argentina (pero, como sabemos, los pronósticos, últimamente, se quedan cortos).
Las suspensiones y los despidos no son solamente malos: ¡no son una salida! ¡agravan la espiral descendente de la crisis!
Pero los Kirchner no lo ven así, y menos aún los políticos sojeros: con canjes de deuda externa e interna están allanando el camino para un acuerdo con el FMI.
La política del FMI es congelar sueldos y salarios, para que el capital se reconstituya de la crisis mediante la "reducción de los costos".
Pero esto también es no solamente malo; simplemente no sirve porque el FMI se ha quedado sin plata para socorrer a nadie. Se ha gastado los cartuchos en el ‘salvataje' de Europa oriental, mientras la lista de los ‘accidentados' crece con furia.
O sea: nada por aquí, nada por allá.
¿Por dónde está entonces la salida?
Por mantener las fuentes de trabajo y los salarios; elevar los subsidios a los sin trabajo, con un mínimo de 500 pesos; y encuadrar a la industria en un plan de producción, bajo control obrero, que satisfaga los objetivos de un plan de reactivación y desarrollo, incluso mediante la nacionalización sin compensación.
Para financiar este plan y para asegurarnos que los capitalistas no continúen retirando dinero del país es necesario nacionalizar los bancos y los monopolios del comercio exterior.
En estas condiciones, debemos reclamarles a los sindicatos a que no vengan con propuestas de acuerdos truchos, contrarios a los intereses más elementales de los trabajadores, sino que convoquen a asambleas y plenarios de delegados con mandato, para ir a un plan de lucha por estos objetivos.
Hagamos conciente esto: la crisis capitalista es enorme e imparable.
Nosotros no debemos pagarla.
Entonces, manos a la obra.
Publicado en Prensa obrera online 5
Subte: El plebiscito es un mandato para elegir a los delegados y presentar los reclamos
El paro de todo el subterráneo, paro masivo y fulminante, contra la agresión que realizó la patota de la UTA al inicio del plebiscito para decidir la formación de un nuevo sindicato, le dio a la votación masiva que se registró a partir de ese momento una proyección político-sindical enorme, que vale para toda la clase obrera. Sacó a los trabajadores del subte de la impasse creada desde setiembre, cuando la burocracia de UTA ‘eligió' un cuerpo de delegados trucho, con el 8% de los votos, que fue sostenido y avalado por el Ministerio de Trabajo. El plebiscito apoyado en una huelga, expresó la continuidad de la experiencia que empezó con la lucha por las seis horas y condujo a la recuperación del cuerpo de delegados contra la burocracia de la UTA. Retomó el camino mediante el cual, a mediados del año pasado, los obreros del subterráneo habían logrado la anulación de un congreso de la UTA que pretendía la expulsión del gremio de todos los antiguos delegados.
No había terminado el plebiscito cuando la tapa de Ámbito Financiero ya publicaba la definición del ministro Tomada, comprometida con Moyano y compañía en Madrid, de no legalizar el nuevo sindicato que pretenden los obreros del subte. El gobierno legalizó los ‘deletruchos' de la UTA y se empeñó en descabezar esta experiencia clasista que se transformó en referencia nacional para el movimiento obrero. Ahora lo reafirma, lo que demuestra que no concederá la luz a ninguna organización combativa que dé continuidad al histórico cuerpo de delegados, que no sea la que emerja de una derrota de la burocracia, la patronal y el gobierno. O sea que no hay lugar para un compromiso con el gobierno para establecer una "coexistencia pacífica" con la UTA, al estilo de la que la CTA mantiene con la CGT (y ATE con UPCN). De esto se desprende la necesidad de un inmediato plan de acción, lucha y organización para dar esa batalla, para lo cual hemos planteado la asamblea general.
En su momento nos opusimos a la línea de "cavar trincheras con la burocracia" y aceptar la cooptación en una secretaría de la UTA. Ahora pensamos que es perjudicial adaptarse a una línea de paralelismo sindical, o sea la coexistencia de UTA y un nuevo sindicato. El plebiscito otorga a sus impulsores la respuesta: unidad gremial ante la patronal, con exclusión de UTA. Para hacer valer esta situación hay que elegir el cuerpo de delegados.
Al momento de cerrar estas líneas han votado la línea D, la E y la B. La votación ha ido creciendo, al punto que en la B votaron 447 compañeros (439 por el SI) sobre un padrón de presentes de algo menos de 500. Semejante porcentaje del 90% no tiene antecedentes, incluso en las mejores elecciones de delegados. Es que en la B se sumaron como nunca la masa de los compañeros de boletería, auxiliares y de limpieza que siempre tuvieron una participación un escalón abajo que tráfico. En la E el porcentaje de votos positivos superó el 70% y en la D también, teniendo en cuenta que allí se produjo la agresión de la patota y hubo que retomar después de varias horas de paro. En la urna de la B votó más gente que en una urna de votación nacional, fue una romería todo el día, con pequeñas colas de compañeros que se agolpaban y de hecho establecían un control social de la elección; a todas las líneas concurrieron activistas y delegados de otras líneas para colaborar con la tarea.
El paro contra la acción de la patota nació por decisión de los trabajadores de la D y se extendió a la velocidad de un rayo, reflejando una enorme organización existente al margen del cuerpo de deletruchos legales de la UTA. Los llamados ex-delegados por casi todos los medios de prensa, especialmente por el grupo Clarín, exhibieron una representatividad y poder de lucha y movilización extraordinarios, a pesar de que carecen de licencias gremiales y actúan de hecho y no reconocidos por la patronal ni el Ministerio de Trabajo kirchnerista. Al lado de ellos actúan decenas y decenas de activistas que se han ido formando en una década de lucha desde las huelgas y movilizaciones por las seis horas y contra los despidos de activistas en adelante, pasando por las grandes luchas salariales y por la incorporación de las tercerizadas.
Es muy claro que la patoteada de Fernández en la A, para parar el plebiscito a golpes, tuvo el efecto de un boomerang. Pero el hecho merece varias reflexiones porque contó con una zona liberada por parte de la policía y la patronal. El país entero vio, delante de las Madres, de diputados y de todas las cámaras, cómo accionaron los patoteros, impunemente, evidenciando la connivencia del gobierno y la patronal con la patota. Emergió también la repugnancia visceral de todos los trabajadores a la presencia cotidiana de los matones que son ñoquis, en muchos casos sin tomar servicio, que actúan como un cuerpo extraño a la clase obrera.
El paro alcanzó también a la línea H, la nueva, la formada con personal de la bolsa de trabajo de la UTA, lo cual es expresivo de que han hecho una experiencia y que piensan con su propia cabeza. Muchos de ellos lo han verbalizado, "quiero seguir con las seis horas, con este salario y este régimen de trabajo, por eso apoyo a los viejos delegados".
Un hecho riquísimo fue el debate entre el gran activismo de la línea D, una de las que más moviliza históricamente cuando hay que salir a la calle. Ellos no solo pararon "de una" toda la línea, también fueron clave a la hora de decidir la continuidad del plebiscito y con ello cambiaron una derrota por la victoria. La pretensión de Fernández era interrumpir el plebiscito (dijo que "si quieren votar que lo hagan afuera"), es decir pretende sostener el control del lugar de trabajo y los obreros le impusieron a la patota ese control para este acto y, al llevarlo adelante hasta las últimas consecuencias, permitieron la expresión electoral de una masa inédita de compañeros.
En la B, la asamblea resolvió no levantar el paro si no había garantías por parte del gobierno, luego lo levantaron ante la decisión de la D, pero esas garantías aparecieron en los hechos porque fueron emplazados efectivos de policía e infantería por temor a que otra agresión provocara paros más fulminantes. Fue otra victoria dentro de la victoria, la huelga apretó al gobierno, delatando su compromiso con las patotas que actúan en la República Argentina, como Atilra en Rosario, como el Smata contra Dana y en tantos lugares.
El activismo se ha entusiasmado con el desarrollo de los acontecimientos y se ha resuelto un día específico de votación para la línea H, que en principio votaría junto a la A. La batalla en la línea C será más ardua por ciertas posiciones de la burocracia y porque el MST definió la postura por quedarse en la UTA (por ejemplo, impulsó la participación en las elecciones de los deletruchos). Pero están dadas las condiciones para una victoria "en toda la línea" y en todas las líneas. El taller de Polvorines, dominado históricamente por la UTA, votó en un porcentaje apreciable junto a la línea A; allí, como en la B y en Rancagua, fue importante el trabajo de Agrupación de Trabajadores de Metrovías que se movilizó masivamente para las votaciones y para el paro.
Conscientes de que ni el viejo cuerpo de delegados ni el viejo sindicato se abriría paso sin derrotar a la UTA, sostuvimos en todo momento la necesidad de una asamblea general fundacional que resolviera un plan de lucha, la elección de delegados por línea y por taller y el inmediato reclamo salarial, al mismo tiempo que la nueva comisión directiva del sindicato. Esta experiencia apoya esta línea de acción, especialmente a partir del paro general contra la patota. La asamblea sería un gran hecho político, de democracia obrera y de lucha.
El plebiscito carece de resoluciones expresas de los pasos a seguir de aquí en más, pero constituye un mandato: la elección de delegados y el aumento. Esto último ya empezó a votarse en algunos talleres y sectores: un reclamo del 30% de emergencia. Tengamos en cuenta que el aumento del año pasado fue aproximadamente la mitad de la inflación, firmado por UTA a espaldas de los trabajadores.
Para que este proceso no se caiga, hay que elegir de inmediato los delegados, atrás de la cual vendrná solos, en cascada, el reclamo salarial y todos los demás reclamos, de tal suerte que los delegados electos sean la Comisión Directiva provisoria del nuevo sindicato. Tengamos en cuenta que hoy la patronal no reconoce a los verdaderos delegados.
La vigencia de una asamblea general la daba y la da el hecho de que no hay quién decida todo este plan de acción, porque el viejo cuerpo de delegados casi no funciona, sólo se reúnen algunos compañeros, no teniendo en cuenta horarios y convocatorias para que todos participen, incluso se ha abandonado el viejo método del consenso sin establecer otro de mayorías pero con participación de todos. El estatuto y las autoridades del nuevo sindicato deberían surgir de la asamblea general, el método histórico de los sindicatos clasistas. Así funcionó Sitrac-Sitram y todas las grandes experiencias del movimiento obrero; así está establecido incluso en muchos estatutos, como el gráfico, sólo que no se cumplen. El nuevo sindicato del subte surge para cumplir con los métodos clasistas.
Mientras se produce la afiliación al nuevo sindicato hay que elegir delegados nuevos, que establezcan la genuina organización sindical de lucha de los compañeros, no se puede esperar que la "simple inscripción" le dé un carácter legal, porque entonces la llave de la continuidad la tendría el Ministerio de Trabajo kirchnerista y, en años, la justicia. Al Estado se le puede arrancar un reconocimiento como se le arrancaron otras cosas, con la lucha. Tenemos que estar conscientes de que la empresa extraordinaria de la formación de un sindicato clasista del subte, contra la UTA, no surgirá de una política tipo CTA, bajo el amparo de otra burocracia, la de Yasky, integrada por otras vías al Estado. Una inclinación a este tipo de sindicatos paralelos sólo alumbraría un nuevo aparato para el derrotismo. Los trabajadores han votado, con las boletas y con la huelga, por el SI ha un sindicato de lucha. Adelante compañeros.
Néstor Pitrola
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Elegir delegados en todos lugares de trabajo para parar las suspensiones y despidos
El paro de subterráneos y el repudio a la burocracia de la UTA que se expresó por intermedio de un plebiscito ha conmovido a la clase obrera. Un Cuerpo de Delegados que conquistó años atrás las seis horas, defendió a sus activistas de todo despido, arrancó aumentos y logró el pase a convenio de contingentes enteros de tercerizados, ha vuelto a enfrentar el intento del gobierno, la patronal y la patota de descabezarlo.
Hasta hoy, terminado el plebiscito, los obreros del subte no tienen representación legal (el plebiscito no tiene ese alcance); su organización descansa solamente en su capacidad de lucha y en el plan que, en ese sentido, se den los trabajadores para imponerse al gobierno kirchnerista.
Sólo un 12% de la clase trabajadora en su conjunto cuenta con delegados en los lugares de trabajo, según un estudio del Ministerio de Trabajo publicado por la CTA. No obstante, ni la CTA, ni mucho menos el ministerio, lanzan la elección en todos esos lugares. Los sindicatos constituidos son muy poderosos, tienen juridiscción sobre una masa infinitamente superior, sobre casi todos los trabajadores en blanco, pero no la organizan y no la quieren organizar. Tampoco atacan los lugares en negro dentro de los propios gremios. Esto se debe a que un gran nivel de organización se les vuelve en contra, lo mismo que un gran nivel de afiliación (han pactado con las patronales la recepción de donaciones al sindicato a cambio de no afiliar al personal).
Le "cobra" a las patronales la no organización, e incluso la no afiliación.
La experiencia del subte remueve todo este pus. Pero hoy, otra realidad superior replantea el tema de la organización en los lugares de trabajo: la necesidad de detener las suspensiones, los despidos, las rebajas salariales y el empeoramiento de todo tipo de condiciones laborales como consecuencia de la descarga de la crisis capitalista sobre las espaldas obreras.
El fallo de la Corte que declaró la inconstitucionalidad de los requisitos establecidos en la ley vigente (23551) para ser delegado, aportó al debate aunque no tiene consecuencias legales prácticas inmediatas. El fallo de la Corte no apunta, claro está, a la organización clasista de la clase obrera al margen de los aparatos sindicales. La "libertad" para formar nuevos aparatos sindicales, en otro modelo de integración de los sindicatos a la europea, sirve en regímenes parlamentarios, que son menos dependientes de una fuerte burocracia centralizada atada al poder bonapartista del peronismo. Hay una disgregación política en el PJ y también en las filas de la burocracia sindical, y reclamos de la oposición sojera de ‘parlamentarizar' el régimen político argentino.
Vastos sectores de la juventud trabajadora, como fueron los del Casino y de los ‘call center', al igual que en los supermercados. La cuestión del control de los lugares de trabajo se transforma también en un punto clave cuando sobrevienen los vaciamientos: recientemente en Masuh renovaron el cuerpo de delegados derrotando a la burocracia como capítulo previo a la lucha contra los atrasos de pagos y el vaciamiento en puerta. Lo mismo podemos decir de Indugraf, en todas las luchas previas que prepararon esta ocupación de fábrica.
El problema de la elección de delegados, se trate de lugares sindicalizados o no, en blanco o en negro, se transforma a cada hora, con el avance de la crisis capitalista, en una tarea estratégica para luchar para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.
¡Cientos de comités de fábrica para parar las suspensiones y despidos!
Néstor Pitrola
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“Cuando se atacan las fuentes de trabajo se juega el futuro de un país entero”
Sandra Pasquini, de la Comisión de Mujeres en Lucha de Paraná Metal
Al cierre de esta edición de "Prensa Obrera", el futuro de Paraná Metal sigue siendo incierto. Una de las empresas contratistas ya intentó concretar despidos pero tuvo que recular por la amenaza de lucha de los trabajadores. Los contratados siguen sin cobrar gran parte de la deuda y las cooperativas sin ver un solo peso del trabajo de todo el año. Entraron en la fábrica sólo 70 trabajadores de 1.200 y "aseguran" que serán 200 el 16 de febrero. De esta manera se pone de relieve el desangre que implican las suspensiones rotativas, sin fechas ni cantidades ciertas de obreros.
La inestabilidad del acta-extorsión que logró imponer el gobierno junto a la UOM Nacional y la aceptación de la UOM de Villa Constitución, la incertidumbre sobre el futuro de contratados y cooperativas, pone en evidencia que la lucha de Paraná Metal sigue abierta. La lucha sigue planteada, para defender todos los puestos de trabajo, el pago de todo lo adeudado y el salario.
Entrevistamos a Sandra Pasquini, una de las compañeras dirigente de la Comisión de Mujeres en Lucha de Paraná Metal.
-¿Qué papel viene desarrollando la Comisión de Mujeres?
-La Comisión de Mujeres, a lo largo de estos casi dos meses de lucha ha sostenido su rol a través de diversas actividades, todas tendientes a paliar en algo ciertos aspectos de la situación crítica en que nos vimos atrapados en una primera instancia y que fuera la que dio origen a este grupo, el desempeño ha sido siempre con el absoluto criterio de apoyar la pelea del compañero varón, nunca por encima, siempre al lado atendiendo expectantes a las necesidades que fueron surgiendo y en las que interpretamos podíamos intervenir de modo positivo.
Muchos han sido las tareas realizadas y también muchos los logros, el balance final es altamente positivo más allá de cada dificultad atravesada en este tiempo.
-Luego de la propuesta extorsiva que impuso el gobierno, el pago de todo lo adeudado, un subsidio estatal que equivalga al 100% del salario para todos los trabajadores y la defensa de los puestos de trabajo, emergen como puntos fundamentales a defender por los trabajadores. ¿Cómo creés que hay que apuntalar en esta etapa la lucha por estos puntos?
-La lucha por estos puntos, es una pelea ardua, que recién comienza y que entiendo será de larga batalla, de ninguna manera se debiera quitar la vista de estos puntos específicos.
Sin dudas debe darse en un marco de unidad y solidaridad entre compañeros, tomando una posición firme y delineando previamente un criterio que unifique esta pelea, la unidad de criterio final y un único objetivo fijado en pautas de unidad, entiendo que es una manera de alcanzar el logro.
-La situación de Parana Metal, se va reproduciendo en las diferentes fábricas de todo el Cordón industrial. Afloran las suspensiones, las rebajas salariales y los despidos. En Rosario ya se realizó un primer plenario de delegados, donde se discutió cómo enfrentar esta situación. ¿Qué te parece la propuesta del Partido Obrero, para que se realice un segundo plenario de delegados en Villa Constitución, y se discuta un plan de acción de inmediato para enfrentar este cuadro generalizado?
-En vistas de la situación que viven las diversas industrias del cordón y que además se ramifican a lo largo y ancho de todo el país, personalmente considero que es una necesidad hoy llamar a la razón y sentarse a conversar, delinear una estrategia de lucha y otra vez digo "unificar" un camino de búsqueda, una salida real y concreta para las industrias afectadas por este tóxico flagelo de la precarización que como una tempestad cae sobre el más débil siempre, provocando consecuencias lamentables y si se deja estar irreversibles.
-¿Querés agregar algo más?
-Simplemente un llamamiento a la solidaridad entre los trabajadores de las diversas industrias, una mirada amplificada con la idea de que los obreros, serán siempre el punto de inflexión por donde el hilo se corte y es por eso que deben llamarse a la unidad, sin diferencias de ninguna índole y comprender que cuando se ataca un puesto de trabajo, lo que se ataca es mucho más que eso, es la dignidad de una persona, y en instancia final su futuro y el de su familia, si a eso lo llevamos a una escala algo más expandida de acuerdo a como se comporta la actual crisis estaremos entendiendo, que se juega el futuro de un país entero cuando se atacan las fuentes de trabajo de manera masiva.
Damián
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Siderar:

200 despidos y un 60% de reducción salarial
La asamblea de trabajadores de Siderar aprobó el acuerdo alcanzado entre la UOM, la empresa y el Ministerio de Trabajo. A partir de ahora, sólo trabajarán dos de cada cuatro semanas y cobrarán tres.
"No estamos enteramente felices, pero tenemos la tranquilidad de que los compañeros están adentro", justificaron los burócratas. Pero el deber del sindicato no es simplemente que los obreros sigan adentro sino que se respeten sus derechos.
La versión oficial es que los salarios sufrirán una reducción del 25 por ciento, pero lo cierto es que la patronal ha impuesto condiciones superleoninas, con la complicidad de la dirección sindical.
Los sueldos de bolsillo que los trabajadores venían cobrando, antes del conflicto, eran de alrededor de 4.000 pesos. Los compañeros de Siderar ya sufrieron una primera poda en noviembre del año pasado cuando la jornada laboral de 76 horas semanales pasó a 40. Ahora este acuerdo consagra una segundo recorte de modo que "de los 4.000 pesos mensuales que redondeaban muchos albañiles aprovechando la amplia oferta de horas extra y premios, ahora sus sueldos se aplastaran entre 1.200 y 1.700 pesos netos" (La Capital, 10/2). Es decir, que la poda real es del 60 y hasta el 70 por ciento. De un plumazo, los sueldos han quedado reducidos a ingresos de indigencia, por debajo de la línea de la pobreza. No es así como el sindicato debe defender que la crisis capitalista no la paguen los obreros.
La amenaza de que el gobierno estaría estudiando la "nacionalización de la empresa" resúltó un fraude periodístico de Verbitsky. Techint tiene sobradas condiciones para hacer absorber el parate industrial actual, culminar las obras de ampliación de los hornos o en todo caso hacerse cargo de los salarios obreros sin necesidad de reducción alguna. Siderar, específicamente, venia arrojando ganancias récord como se constata en sus últimos balances comerciales. En todo caso, si la crisis capitalista paraliza la producción de acero, ello se debe a que el gobierno no tiene un plan alternativo.
Techint, de acuerdo con lo que ha trascendido, utilizó de entrada la amenaza de la paralización de las obras y los despidos para forzar los buenos oficios del gobierno kirchnerista ante Chávez, acerca de Sidor. La patronal ha vuelto a reiterar que no "va a sacar los pies del freno" (en la construcción de los hornos) hasta tanto "Chávez pague".
Todo esto demuestra que este acuerdo está lejos de cerrar el conflicto. La patronal no respetará los puntos alcanzados. Por lo pronto, ya hay 200 compañeros de los 2.400 que han quedado afuera. "100 ya aceptaron el retiro voluntario y otros 100 no ingresan en el esquema" (Clarín, 9/2). En otras palabras, ya tenemos despidos en los hechos, aunque se los quiere presentar como voluntarios. Esta tendencia se va a acentuar. En otras palabras, este acuerdo no preserva los puestos de trabajo.
Que se repartan los horas de trabajo disponibles, sin afectar el salario. Si Techint pretende condiciones leoninas para su funcionamiento, hay que expropiarla y que funcione bajo el control de los trabajadores.
Pablo Heller
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SIDERAR

Techint no garantiza el acuerdo
Que la UOM y la Uocra llamen a asambleas de todas las empresas y obras
Como resultado del acuerdo alcanzado entre la UOM, la empresa y el Ministerio de Trabajo, los compañeros de Siderar sólo trabajarán, a partir de ahora, dos de cada cuatro semanas y cobrarán tres.
Por lo pronto, ya hay 200 compañeros de los 2.400 que han quedado afuera: "100 ya aceptaron el retiro voluntario y otros 100 no ingresan en el esquema" (Clarín, 9/2).
La versión oficial es que los salarios sufrirán una reducción del 25 por ciento. No es cierto.
Los sueldos de bolsillo que los trabajadores venían cobrando, antes del conflicto, eran de alrededor de 4.000 pesos. Sufrieron una primera poda en noviembre del año pasado cuando la jornada laboral de 76 horas semanales pasó a 40. Ahora, con este acuerdo, "los 4.000 pesos mensuales que redondeaban muchos albañiles aprovechando la amplia oferta de horas extra y premios... se aplastarán entre 1.200 y 1.700 pesos netos" (La Capital, 10/2).
Es decir, que la poda real es del 60 y hasta el 70 por ciento.
De un plumazo, los sueldos han quedado por debajo de la línea de la pobreza.
Pero tampoco éste es el final, porque el acuerdo admite que sea revisto si la situación de la siderurgia se agrava (cláusula de condicionalidad). No bien se llegó a esto, Siderca (Tenaris-Campana) acaba de anunciar suspensiones.
Además, la patronal ha vuelto a reiterar que no "va a sacar los pies del freno" (en la construcción de los hornos) hasta tanto "Chávez pague", en alusión a la indemnización por la nacionalización de la venezolana Sidor. Pero tampoco piensa hacerlo aunque pague, porque el mercado mundial del acero se está haciendo añicos.
Además, no corresponde que extorsionemos a los trabajadores de Venezuela para favorecer a la caja del pulpo Techint.
En resumen, nosotros pagamos la crisis pero no tenemos la garantía de que la cuenta no será peor.
¿De qué nos sirve un arreglo semejante? La afirmación de los dirigentes de la UOM de que tenemos la tranquilidad de que los compañeros están adentro" es completamente infundada, no tiene ningún asidero. Esa ‘tranquilidad' no existe. Ellos lo saben.
¿Cuál es la salida?
Uno, que se mantenga a todo el personal con el ciento por ciento de los salarios, porque Techint ha acumulado enormes recursos financieros con las fabulosas ganancias de los últimos seis años.
Dos, que el gobierno reactive la economía con un plan de reestructuración del ferrocarril, de caminos, viviendas, escuelas, hospitales -mediante la nacionalización de los bancos y de los monopolios del comercio exterior. Para esto tiene que abandonar el subsidio a los bancos y a los monopolios mediante el desvalijamiento la caja de los jubilados, la Anses, y abandonar también los tarifazos para pagar la deuda pública y la deuda externa de las corporaciones capitalistas.
No lograremos arrancar este plan de reactivación si admitimos que se ajuste nuestro trabajo y nuestro salario a las condiciones de la bancarrota capitalista. Esta bancarrota no tiene fin a la vista y ha ingresado en un pozo sin piso.
Los capitalistas no están descargando la crisis solamente sobre los hombros de los trabajadores de Siderar o Siderca o Paraná Metal, sino sobre todos los metalúrgicos y de la construcción, en especial si están contratados o en negro. Que la UOM y la Uocra convoquen a congresos de delegados con mandato y a asambleas generales para que los trabajadores podamos decidir por nosotros mismos -no que otros lo hagan por nosotros.
En estos congresos y asambleas los trabajadores podremos decidir vetar cualquier suspensión o despido y reclamar el reparto de las horas de trabajo al cien por cien del salario.
Podremos establecer que se nacionalice toda empresa que despida, suspenda o cierre, y podremos ofrecer un plan de reactivación en defensa del derecho al trabajo.
En lugar de asistir a la paralización de la producción de acero y al desgaste y destrucción del aparato productivo, nos movilizaremos para que el ahorro nacional se use para plan de obras públicas e industrialización, bajo el control de los trabajadores, y de atención de la vivienda, la salud y la educación.
Impulsemos todos juntos, un plan de lucha para imponer en los hechos la completa prohibición de los despidos y suspensiones.
Publicado en Prensa obrera online 5