jueves, 15 de enero de 2015

Santa Fe: las elecciones y la crisis política

Santa Fe: las elecciones y la crisis política

Las elecciones "desdobladas" de Santa Fe tendrán lugar en una provincia que ha tocado fondo en más de un aspecto. Los ocho años de Binner y luego los de Bonfatti han dejado un saldo fuertemente negativo para los trabajadores. Cierres de empresas y miles de despidos a lo largo y ancho de la provincia -Paraná Metal, Mahle, Naranpol, Papelera Andino, Allocco- o el cierre de 22 frigoríficos son algunos ejemplos de la larga lista. El Frente Progresista ha dejado correr los planes de las patronales. Y cuando intervino, siempre fue para desangrar las luchas de los trabajadores. 
 
El trabajo en negro, la tercerización y los contratos basura se replican por todos lados, empezando por los empleados de la provincia y los municipios. Las muertes obreras y los accidentes laborales son una constante.
 
El gobierno del Frente Progresista permitió este derrumbe para sostener en su lugar a la "patria sojera", junto a la especulación inmobiliaria en las grandes ciudades. Al puñado de empresas que controlan la exportación, el gobierno provincial les ha cedido todo en cuanto a infraestructura, subsidios e impuestos irrisorios. En contraste, aumentan todos y cada uno de los impuestos y servicios que pagan los trabajadores. La crisis habitacional es brutal, mientras brillan los departamentos deshabitados en las riberas de las ciudades.
 
La consecuencia más brutal de este régimen económico es el narcotráfico, que prolifera a partir del descomunal movimiento ilegal de los puertos privados. A partir de allí, se ha agravado la descomposición del Estado, empezando por la policía provincial, el lavado de dinero, las bandas criminales, los asesinatos diarios y la destrucción de la vida de miles de jóvenes y trabajadores. El Frente Progresista no tiene la más mínima intención de resolver esta situación; lo prueba, en primer lugar, el hecho de que defienden a fondo esta privatización de los puertos heredada del menemismo.
El agotamiento y el desgaste del Frente Progresista son evidentes. La tarea por delante es formar una alternativa a este derrumbe "progresista" a partir de la defensa de los intereses populares.
 
El PJ y Del Sel: nada que ofrecer para los trabajadores
 
El peronismo santafesino, partido en mil pedazos, busca formulas que le permitan alguna chance electoral. Pero de no encontrarla, la fuga de una parte del PJ hacia Del Sel está anunciada. El peronismo se rifa al mejor postor. 
 
A partir de aprovechar esta crisis del Frente Progresista y del PJ, Del Sel baraja sus posibilidades de ganar la provincia. El ganadero Del Sel defiende a ultranza al gran capital agrario, que pugna por una devaluación de la moneda. Del Sel presentó como su posible ministro de economía a Mercier, ex ministro de economía durante la última dictadura militar y durante el gobierno de Reutemann.
 
Nuestra campaña
 
En este cuadro, el Partido Obrero en el Frente de Izquierda ha iniciado una campaña a gran escala en toda la provincia. Mediante asambleas abiertas y debates, nuestro primer desafío será conformar las listas provinciales a gobernador, diputados y senadores, para dar pelea en todo el territorio. En segundo término, tendremos el desafío por atravesar las Paso del 19 de abril. El Frente Progresista junto al PJ, pactaron una reforma electoral que obliga a todas las listas a pasar el 1,5% del padrón electoral para poder participar de las elecciones generales. Una reforma completamente proscriptiva. Buscan callar a una porción de la ciudadanía que se expresa políticamente a través de la izquierda, en oposición a los partidos capitalistas y sus candidatos. 
 
Por último, iremos a la elección general del mes de junio, donde centraremos la pelea por el ingreso al parlamento provincial y a los concejos municipales. Para esta lucha, acreditamos la tarea desplegada por Jorgelina Signa contra el trabajo basura y en negro de los empleados municipales, por presupuesto para salud, la gigantesca pelea por justicia frente a los asesinatos contra la juventud y denunciando el régimen de impunidad, entre tantas otras iniciativas. En nuestro programa, y junto a las principales reivindicaciones obreras por el salario y contra los despidos, planteamos la estatización de los puertos privados para terminar con el tráfico ilegal y por el control del comercio exterior, y la separación de todos los policías implicados en el narcotráfico, redes de trata y el delito organizado.

La batalla 2015 ya empezó

La responsabilidad del Frente de Izquierda

Entre febrero y junio, las elecciones desdobladas en importantes distritos anticiparán la batalla de los comicios nacionales. 
 
La decisión de gobernadores e intendentes de convocar a elecciones separadas, ¿no es un síntoma de la disgregación política que corroe a quienes se disputan la sucesión presidencial? 
 
El destino del país pareciera jugarse entre Scioli, Macri o Massa. 
 
Sin embargo, sus personeros provinciales prefieren pelear por su cuenta la continuidad en el poder. O quedar con las manos libres para cambiar de "padrino" político. 
 
La fragilidad de las supuestas "alternativas" nacionales está a la vista. 
 
Y no puede ser de otra manera: esos "presidenciables" no tienen otra salida al derrumbe económico que mendigar el rescate del capital financiero internacional. 
 
El mismo que exige, como condición de ese socorro, una confiscación en regla contra el salario, las jubilaciones y el derecho al trabajo. 
 
Hasta los voceros del gobierno reconocen que Scioli es "un candidato de las corporaciones". Pero marchan en fila detrás de su candidatura. 
 
Del otro lado, los Carrió, Juez o la UCR, unidos en nombre del progresismo, preparan su apoyo a la candidatura de Macri. 
 
En el medio, Massa recluta a sus partidarios entre sciolistas y macristas. 
 
¿Qué porvenir pueden depararle al trabajador, a la juventud activa, a los defensores de banderas progresistas o nacionales estos tres "mosqueteros del ajuste"? 
 
El derrumbe económico y político plantea también otra batalla: la que está dando la clase obrera en sus lugares de trabajo. 
 
La de los docentes y muchos otros por romper el “cepo” al salario en el que confluyen el gobierno K, Scioli, Macri o Massa. 
 
La lucha contra los despidos, luego del medio millón de puestos de trabajo perdidos en 2014. 
 
Detrás de sus peleas electorales, "los tres" -junto a la burocracia sindical en tregua- ocultan un acuerdo de fondo para trasladar a los trabajadores el fardo de la crisis. 
 
Este escenario agiganta la responsabilidad del Frente de Izquierda. 
 
Para poner en pie un gran polo de los trabajadores y convertir en victorias cada una de las luchas planteadas. 
 
Para levantar, en estos escenarios, un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. 
 
 Para golpear como un solo puño a los candidatos del ajuste mediante una alternativa política de los trabajadores y la izquierda.