domingo, 28 de agosto de 2011

Binner, contra el 82% móvil

Paro y movilización de los docentes de Santa Fe

Millones de argentinos vieron la propaganda de Binner, en la reciente campaña electoral, señalando que en Santa Fe los estatales cobraban el 82% móvil.

¿Es verdad? El régimen jubilatorio general, en la provincia de Santa Fe, data de la reforma del año 2005, durante el anterior gobierno del PJ (Obeid), que exige la edad de 60 años para las mujeres y 65 para los hombres, con 30 años de aportes y otorga el 72%. Ese porcentaje se incrementa un 2% por cada año más que supera los 30, hasta un máximo de 35. En realidad para poder obtener el 82% móvil hay que acreditar 35 años de aportes.

Esa reforma incorporó el régimen opcional para los docentes que otorga la posibilidad de jubilarse con el 82% móvil, siempre y cuando, acredite los 30 años de aporte en la docencia y con la edad de 57 años para las mujeres y 60 para los hombres (que también existe a nivel nacional).

En Santa Fe, la base de cálculo para el haber jubilatorio de los docentes excluye expresamente el incentivo (que paga la Nación) y un ítem que se llama "Función específica docente", que es el 10% del básico y que son sumas "en negro". Con lo que, en los hechos, se paga el 72% móvil.

La docencia santafesina no está de acuerdo con este régimen jubilatorio y se encuentra embarcada en una lucha por modificarlo.

La burocracia celeste le dio la espalda a este reclamo durante mucho tiempo. Pero como se hizo carne en la docencia, no tuvo más remedio que incluir en la "paritaria" de febrero la formación de una Comisión Técnica para "mejorar" el régimen jubilatorio.

Después de cinco meses, las negociaciones están absolutamente empantanadas. Como no hay acuerdo y existe mucha presión de la base docente, habrá un paro provincial por mejorar las jubilaciones.

Al cabo de una campaña presidencial con un spot que propagandizaba "las jubilaciones de Santa Fe", Binner acaba de decir que el reclamo de los docentes es "político", lo que indica su perfidia y, sobre todo, su voluntad de no otorgar la reivindicación.

Apoyemos a fondo el paro y la movilización de este jueves.

ue se ponga fecha al paro de 48 horas ya votado por los docentes, para reclamar la jubilación a los 25 años de servicios, sin límite de edad, y con el 82% móvil; para reabrir la discusión salarial ante la inflación; por los planes de vivienda prometidos -que no pasaron de los anuncios- y todas las reivindicaciones pendientes. Las mentiras de Binner tienen patas cortas.

Juan Ferro

EL FRENTE DE IZQUIERDA VA POR MAS

Diputados de izquierda al Congreso

El Frente de Izquierda obtuvo unos 520.000 votos en todo el país. Sin lugar a dudas, la votación de la izquierda más importante en muchísimos años.

Se ha votado a favor de que la izquierda defienda su programa en la campaña electoral. Hemos recibido un mandato que cumpliremos a fondo:

-Que los fondos de la Anses se utilicen para pagarle el 82% móvil a los jubilados, y no para que sostengan a la banca internacional mediante el pago de la deuda externa, o que subsidien a grandes empresas multinacionales; ello mientras el 80% de los jubilados cobrará 1.434 pesos a partir de septiembre, lo que no representa ni el 25% de la canasta familiar.

-Que el salario mínimo sea igual a la canasta familiar (hoy aproximadamente en 5.700 pesos), en un país donde la mitad de la población gana menos de la mitad de esa cifra.

-Terminar con el trabajo en negro y tercerizado, el cual afecta a millones de trabajadores, pero muy especialmente a la juventud.

-Establecer un plan de viviendas populares, en un país donde los trabajadores están condenados a pagar alquileres altísimos o vivir en barrios precarios y villas. Para ello, planteamos inventariar todo el suelo urbano ocioso, especialmente el de propiedad pública, con el objeto de destinarlo a la construcción de viviendas; y aplicar un impuesto especial a los grandes capitales inmobiliarios.

-Suprimir los impuestos al consumo (el IVA en primer lugar) que pagan los trabajadores y hasta los desocupados, reemplazándolos por impuestos progresivos al gran capital y a sus beneficios extraordinarios. De igual modo, hacemos nuestro el reclamo de un millón y medio de trabajadores para que los salarios no paguen el impuesto a las ganancias.

-Poner fin a una fuga de capitales del orden de los 20.000 millones de dólares al año. Para frenar esta sangría, luchamos por la nacionalización de la banca, que permitirá centralizar el ahorro nacional para un plan que contemple recuperar el sistema público de salud y educación, la industrialización del país y la reconstrucción del sistema ferroviario bajo la dirección de los que trabajan.

Nuestro programa resume los intereses populares fundamentales, en un cuadro de bancarrota histórica del capitalismo.

Los Duhalde, Alfonsín y De Narváez, quienes se han derrumbado el 14 de agosto, querían abordar esa crisis agravando aún más las condiciones de vida y de trabajo de las masas.

Pero el kirchnerismo, que dice plantear "otro camino", ha tomado él mismo el rumbo de los ajustadores capitalistas.

Así lo demuestran el aumento incesante de los combustibles y la liberación de precios de alimentos, los que harán crecer aún más la inflación.

Vale recordar que el gobierno de Cristina vetó el 82% móvil y subsidia a las privatizadas con 60.000 millones de pesos.

El programa del Frente de Izquierda es un arma de lucha de la clase obrera contra la crisis capitalista. En oposición al rescate del capital a costa del salario, el trabajo o las jubilaciones, luchamos por el rescate de la condición obrera a costa del capital.

El más de medio millón de votos obtenidos puso al Frente de Izquierda a las puertas de una nueva realidad: un bloque de diputados de la izquierda en el Congreso. Con un empujón más, pueden consagrarse diputados -especialmente por Buenos Aires, Capital y Salta. También por Neuquén y Córdoba.

Del mismo modo que el 14 de agosto hubo un voto útil a la izquierda para romper la proscripción, hoy ese voto debe servir para que tu reclamo ingrese al Congreso y a las legislaturas provinciales.

lunes, 22 de agosto de 2011

"Personalmente, yo no soy ningún milagro"

REPORTAJE a Jorge Altamira

El protagonista del “milagro” de las primarias recuerda su infancia en un conventillo, cuando compartía la identidad peronista con toda su familia. Sus inicios en la izquierda con Silvio Frondizi, asesinado por la Triple A, y sus críticas al gobierno “conservador” de Cristina Kirchner, que no impulsa un verdadero progreso social.

Por Magdalena Ruiz Guiñazu

21/08/11 - 01:35

RECUERDO. "Jugando a la pelota en la calle me atropelló un auto. Tenía 6 años. Fue realmente un accidente muy serio. Me llevaron al Hospital de Niños y la operación duró tres horas. Ese fue un milagro. No el ´milagro para Altamira´.?

En las elecciones del domingo, tal como fue el comentario general, hubo un milagro que se llamó Frente de Izquierda. Su candidato a presidente, Jorge Altamira, podrá competir en la elección general del 23 de octubre próximo no sólo por haber alcanzado el piso del 1,5% que exige la nueva ley electoral, sino por haberlo superado.

Todos hablan de usted como de un milagro –le comentamos mientras él, risueño, explica:

—Personalmente, no soy ningún milagro. Nací un día determinado. De una madre. Como todo el mundo. Pero supongo que lo que califican como milagro es que hayamos desafiado positivamente esta exigencia del 1,5 por ciento e incluso la hayamos sobrepasado. Mire, estamos cerca, si no me equivoco, de los 550 mil votos. El mote de “milagro” se refiere a una campaña que iniciaron Jorge Rial y Gustavo Silvestre por las redes sociales, que ellos etiquetaron como “Un milagro para Altamira”. Y yo participé de la entrevista de la que surgió esta idea cuando me entrevistaban a raíz de la campaña política. Luego, ellos declararon públicamente ante sus oyentes que iban a votar al Frente de Izquierda. En ese punto de la entrevista, Rial dijo: “Bueno, yo tengo 850 mil seguidores y el Frente de Izquierda necesita 400 mil. Así es que puedo darles una mano significativa con el pedido de ‘Un milagro para Altamira’”. Yo le contesté: “Si ustedes creen en los milagros… bueno, adelante”. Pocos minutos más tarde me enteré, a través de llamados telefónicos, que ya había entrado en Twitter con mensajes de este tipo. Quiero recordar también que la expresión “un milagro para…” proviene de una película de Susan Sarandon, Un milagro para Lorenzo, que luego empezó a popularizarse en la Argentina cuando frente a enfermedades graves o extremas se inicia una campaña con la frase “un milagro para…”. Esto ha quedado como una expresión de uso frecuente y debo reconocer que como propuesta comunicacional llama la atención. Y es lo que vale en estos casos.

—Pero a raíz de todo esto hay tambien mucha curiosidad por saber más acerca de usted, Altamira. En el ciberespacio usted aparece como habiendo participado “…desde pequeño en diversas huelgas…”.

—Quiero aclararle que no hay ninguna posibilidad que “desde pequeño” haya participado en ninguna huelga. Usted se da cuenta de que esto es imposible, ¿no? (risas). Yo era un pequeño como todos los demás. Jugaba a la bolita. Jugábamos a la rayuela. Y tuve un accidente que usted puede comprobar (señala una cicatriz en su mejilla) porque jugando a la pelota en la calle (en aquella época no había un tránsito tan grande como hoy), me atropelló un auto. Tenía 6 años… Y usted sabe que en casa consideraban aquel día, 18 de agosto, como mi segundo cumpleaños. Había vuelto a nacer. Fue realmente un accidente muy serio. Vivíamos cerca del Hospital de Niños y estar a cuatro cuadras me salvó. Con una rapidez extraordinaria me llevaron al quirófano y la operación duró tres horas. Hasta el día de hoy recuerdo el nombre del médico: el doctor Cáceres. Mis padres hablaban de él como si fuera Dios Bueno. Ese fue un milagro. No el “milagro para Altamira”, sino haber sobrevivido a ese gravísimo accidente. Yo iba a la primaria, jugaba a la pelota con mis amigos y esperaba el día de Reyes para ver si me habían traído un regalo. La personalidad de mi padre, muy protagonista en el mundo gremial, invadía nuestro hogar. Y debo admitir que yo, a los 6 años, he llegado a apoyar a mi padre en sus debates políticos con mis tíos sosteniendo que “Papá tiene razón porque yo leí el otro día…” o “Alguien me dijo…”.

—¡Niñito terrible!

—Bueno, pero era fruto de las circunstancias. Además había algo importante: como yo viví en un conventillo hasta los 20 años, una de mis más íntimas amigas, una chiquita, formaba parte de lo que llamábamos “las tamborinas”… por la sencilla razón de que su mamá había votado la fórmula radical Tamborini-Mosca en las elecciones de 1946. Nosotros, en cambio, éramos peronistas. Entonces, cuando la mamá de las amigas más queridas sostenía que el peronismo era una dictadura, yo tenía que defenderme y mi padre, Isaac Wermus, me asesoraba para pelear con las “tamborinas”. Por lo tanto yo tenía una buena escuela porque, lo quisiéramos o no, vivíamos en un ambiente muy politizado. Sin embargo, mi madre no compartía las ideas de mi padre, salvo en lo que se refería al peronismo. En cuanto a lo demás se diferenciaba de él. Por ejemplo, mi padre era ateo y mi madre, creyente. Mi madre tenía mucha personalidad. Por ser el hijo mayor participé, a la hora de la cena, de todas las controversias, que sin duda me aguzaron los sentidos intelectuales.

—¿Y cuándo empieza a militar el niñito terrible?

—Bueno, a mí me golpeó mucho el derrocamiento de Perón en 1955. Me pareció que el mundo había cambiado de eje; que la humanidad se había trastornado, pero, sin embargo, no era un militante. En aquel momento yo ya trabajaba, y en la empresa los delegados querían hacer un acto para el 1º de Mayo. Y como, por trabajar de cadete y en la administración, entraba y salía constantemente de la empresa, me usaron como correo con otros delegados de otras empresas. Yo no entendía demasiado bien lo que estaba haciendo porque, además, no leía los mensajes que llevaba, pero para los delegados quedaba clara mi posición política, sabían muy bien hacia qué lado palpitaba mi corazoncito. Ya entonces pensaba siempre en la clase trabajadora, los obreros organizados, la lucha contra Aramburu y Rojas… Entonces, bueno, confiaban en mí. Era ya un chico honesto. Recuerdo haber ido a laboratorios y sanatorios llevando mensajes, y siempre que la ocasión me lo permitía efectuaba algún desvío y entregaba aquellos comunicados. Aún me recuerdo en la Plaza Miserere, el 1º de Mayo de 1957. Fue algo así como un acta de nacimiento de mi actividad política. En aquel año se había convocado la Constituyente que iba a derogar la Constitución de 1949. Ese fue mi primer acto político, y luego normalicé esta actividad al relacionarme con Silvio Frondizi, hermano del presidente Arturo Frondizi.

—Un hombre muy interesante y valioso que luego asesinan los secuaces de la Triple A.

—Efectivamente. Un crimen atroz. Como decíamos, un hombre muy interesante con un grupo en el cual el aprendizaje intelectual era muy intenso. El había escrito un libro encomiable, La realidad argentina. Devoré sus páginas. Además, Silvio Frondizi era impactante por otra circunstancia: en febrero de 1958 fue a votar en blanco con argumentos que me resultaron sorprendentes; ya entonces advertía las contradicciones de su hermano Arturo que luego quedarían en evidencia. Esto para mí resultó mi primera experiencia política. Bastante formativa por cierto. Yo tenía entonces 16 años.

—Y de ahí en más no paró nunca.

—Efectivamente. Y en 1960 tuvimos una escisión con Silvio Frondizi… Fíjese que yo tenía entonces 18 años… ¡Qué distintos éramos en aquella época de lo que sería hoy un chico de esa edad! En aquel momento, el objetivo del grupo que dirigía Silvio Frondizi era construir un partido obrero, y a raíz de una serie de discusiones y experiencias, Silvio se aparta. El nos orientó hacia la clase trabajadora y esto era así al punto que yo, que no vivía en Mataderos, empecé a hacer una actividad militante para el grupo de Frondizi en ese barrio, con personas que vivían allí y que pertenecían, en general, al Sindicato de Jaboneros ubicado en Avenida de los Corrales, porque allí estaba la fábrica de Jabón Federal. Y esto me llevó a ser protagonista (como puede serlo un joven de 17 años) de una huelga general muy conmocionante. Me refiero a la del Frigorífico De la Torre, que en un par de horas se transformó en una huelga general indefinida en todo el país. El entonces presidente Frondizi, que tenía que ir a Estados Unidos a entrevistarse con John Kennedy –creo que por primera vez en la historia presidencial–, tuvo que utilizar un helicóptero para poder llegar al Aeropuerto de Ezeiza Los bloqueos en la avenida General Paz hacían imposible otra vía. Sin duda, días conmocionantes. Creo que fue la primera vez que la burocracia sindical resultó derrocada por un lapso de sesenta días. El poderoso movimiento de las 62 Organizaciones estuvo en manos de delegados y no de burócratas. Luego, claro, los burócratas retomaron el control.

—Y hoy, Altamira, ¿cómo ve al movimiento obrero? ¿Y al secretario Moyano?

—Mire, esto es como en Rusia. Cuando un burócrata afirma su dominación, destruye una oposición, gana confianza en sí mismo, suele decir lo siguiente: “Soy un burócrata. Vivo mejor que los obreros pero no tengo nada sólido. Algo sólido sería la propiedad”. Entonces, los burócratas rusos, que se llamaban comunistas, una vez que sintieron que no tenían oposición…¿Usted sabe que el viejo Bureau del Partido Comunista en Rusia controla las principales empresas en calidad de capitalistas privados? Lo mismo ocurre con la burocracia sindical: se sienten con confianza. Entonces la obra social contrata con la familia del burócrata del sindicato, contrata servicios para empresas y se convierte en un burócrata empresarial. Tiene los pies afianzados en los dos lugares. De su lado y del contrario. Sobre todo del lado contrario, porque es allí donde él apuesta. Y el caso más espantoso fue el de Pedraza, que contrataba obreros ferroviarios para una empresa tercerizada: Mercosur. Por lo tanto, cuando los obreros tercerizados reclaman (ya que su actividad es la misma que la de los obreros bajo convenio) ingresar a lo que llamamos la planta permanente del Ferrocarril, uno de los principales opositores de los obreros ferroviarios que reclaman sus derechos laborales es Pedraza. Y esto origina el crimen de Mariano Ferreyra.

—¿Y cómo ve el país, Altamira? Acabamos de pasar las primarias.

—Bueno, con independencia de esa paliza del domingo pasado, si recordamos la hiperinflación de Alfonsín y luego la crisis de 2001, queda demostrado que hay una estructura social que está superada y que no tiene ni habilidad ni capacidad para impulsar un desarrollo autónomo y un progreso social. La circunstancia de que haya el 35% de trabajadores precarizados, que el 80% de los trabajadores ganen promedio menos de 3 mil pesos y que, a partir de septiembre, un jubilado cobre 1.434 pesos, es una demostración de esta situación. Naturalmente, el Gobierno que surge en 2003 elabora un programa de transición para salir de la debacle, pero no hay un cambio estructural. Lo he dicho repetidamente: este es un gobierno conservador. Las estructuras fundamentales del período menemista siguen en pie cuando ellas mismas no tienen condiciones de sobrevivir. Le doy un ejemplo: todo el sistema de privatización de servicios quebró como consecuencia de esa crisis. Quebró porque estaba endeudado en dólares y el consumidor argentino no está en condiciones de pagar precios europeos por las tarifas. A partir de Duhalde el gobierno declara un régimen de emergencia e interviene con una carpa de oxígeno; hace 11 años que lo mantiene en pie. Siempre a través de subsidios. Una reforma profunda, en cambio, hubiera sido la siguiente: si no funciona esta estructura social de servicios privatizados, el Estado la toma (no es que subsidie) y entonces orienta una modernización de esos servicios porque, de una forma u otra, va a aplicar recursos del Estado. Entonces, vuelve a subsidiar un interés privado. Reorganicemos una estructura económica que se ha quebrado en función de un salto. Ahora el Gobierno tiene el problema de que, como consecuencia de este congelamiento, se ve bajo la presión de que los subsidios ya no alcanzan y van en aumento, y van a producir una estampida inflacionaria. Fíjese: es una inflación del 25% y hay que agregarle el combustible de un aumento tarifario. Es enorme. Y ese aumento tarifario está permanentemente planeando, porque inmediatamente después de que ganara la Presidenta, el domingo pasado, un grupo importante vinculado al gobierno, el grupo Mindlin, compra Edelap. Y mi pregunta es: ¿por qué compra una empresa que tiene las tarifas congeladas? Bueno, porque sabe que después de octubre va a haber una liberación.

—Usted dice que ésa es una parte del problema.

—El otro aspecto es el siguiente: nos estamos quedando sin reservas energéticas. En una época teníamos reservas comprobadas de gas por nueve años. Teníamos reservas de petróleo y un regimen de privatización instaurado por Menem que habilita la importación de petróleo y, por lo tanto, pagamos precios internacionales. En esta crisis tenemos como consecuencia que las empresas no invierten y la totalidad de las utilidades (por lo menos en este momento) se transforman en dividendos. Por lo tanto, en una remuneración directa al accionista en vez de convertirse en inversión. Tomemos el ejemplo de Repsol: saca su dinero de la Argentina y de otros países y nos encontramos con la perspectiva de ser importadores de petróleo cuando desde 1958/60 la Argentina se autoabastece. Como usted puede ver, la llamada “emergencia” que instaura el Gobierno y en primer término es proclamada por Duhalde y luego por Kirchner, es extremadamente precaria y nos devuelve al punto de partida. La Argentina necesita una reorganización completa de su economía, para asegurar que exista un proceso productivo y un ascenso social de los trabajadores. El papel de los trabajadores en esa reorganización, desde el punto de vista del Frente de Izquierda y el Partido Obrero, es el decisivo.

—¿Cómo se instrumentaría?

—En primer lugar, con ciertas fuentes fundamentales de la acumulación. Y cuando me refiero a acumulación hablo de la retención del ahorro nacional como base para una proliferación económica que establezca prioridades de interés nacional y no que sea el capital internacional quien nos fije prioridades en función de su beneficio privado. Esto requiere una serie de medidas de nacionalización. El caso del petróleo es evidente. Han vaciado energéticamente a la Argentina. Es un tema bien claro. El otro caso, a pesar de la importancia de los bancos estatales, es el problema del sistema bancario privado que canaliza una parte importante del ahorro nacional y hace de ello un uso relativamente parasitario. Por ejemplo, el crédito hacia el consumo con tasas de interés extremadamente elevadas. Falta también crédito a largo plazo. No hay crédito hipotecario de ningún tipo y si llegara a haberlo tendría un costo muy elevado e inaccesible para la gente que quiere construir su vivienda.

sábado, 13 de agosto de 2011

Altamira: la izquierda ganó su derecho a la democracia

Dice que lo que el gobierno llama “el modelo” no es más que un régimen de emergencia económica, con los días contados. Advierte que no se puede “cobrar peaje para participar de la democracia”.

Jorge Altamira, el candidato a presidente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, ríe cuando se le pregunta si le queda poco tiempo para hacer la revolución, porque puede ganarle de mano una crisis mundial que termine con la caída del capitalismo.

Considera que el Estado no debe intervenir en las internas y que “es proscriptivo” exigir a cualquier fuerza el 1,5% de votos para presentarse a una elección general. Y que el Partido Obrero “tiene todos los títulos ganados para la lucha democrática, por su papel histórico: la puerta que nos llevó a la democracia fue mucho más abierta por parte de nosotros que de los Macri, los Duhalde, etc, etc”.

“En dictadura teníamos nuestros militantes, nuestra prensa partidaria. Hicimos un trabajo tenaz. Un partido que, con otras fuerzas, colabora para derribar a una dictadura ya tiene derecho de piso a la democracia”, argumenta.

“Votar sin discutir política es una estafa: cuántas cosas cambiaron en el país porque hubo lucha en la que participó el PO y la izquierda. Desde los planes laborales de la época de Duhalde hasta la discusión actual por los tercerizados, la izquierda es protagonista por su lucha en la calle”, advierte.

Un “sectario inconsciente”

Escucha sobre todo tangos, además de jazz, clásica y brasilera pero le preocupa descubrir que frente al rock “era un sectario inconsciente”. Sus hijos le mostraron “ese mundo que me era desconocido” y ahora lo juzga de otro modo. Se le han acercado integrantes de “bandas como Kapanga, Jauría, Las Manos de Fillippi y Cadena Perpetua”. (Prepara un artículo para Prensa Obrera que hablará sobre la muerte de Amy Winehouse).

El lector atento del Financial Times vuelve “con frecuencia a la poesía de Rilke y a un tipo de literatura que me atrae y me cuesta; que es dolorosa en su calidad, John Berger”.

Confiesa tener “como coraza” la imagen de un luchador, pero que debajo “hay un proceso que se me escapa, y resurge por una obra de teatro o un poema... Y me desestabiliza. Me he sensibilizado más con la edad. Creía que me iba a endurecer, ahora no estoy tan seguro”, afirma.

De un lunes a un martes

“El capitalismo enfrenta una situación histórica sin precedentes. Y las tendencias hacia su disolución económica son muy claras. Está siendo sostenido por la acción de los Estados que van agotando sus municiones. El ejemplo más nítido es que cuando la Argentina entró en el default de 2001: acá prácticamente las relaciones sociales (de producción) se cortaron... Eso es la disolución de un sistema social. Lo mismo ocurrió con el mundo entero en octubre de 2008 cuando quebró Lehman Brothers”, menciona.

Recuerda que por entonces “el índice de precios de los fletes del comercio internacional cayó virtualmente a cero. Porque no se movía ningún barco. No había letras de crédito. Fue el 2001 de Argentina, pero en el mundo”.

“Aún cuando nosotros gobernemos va a pasar mucho tiempo hasta que caiga el capitalismo. Aun bajo nuestra dirección. Si bien una revolución es un hecho que cambia una sociedad de un lunes para un martes, lo hace desde el punto de vista político, pero no en toda la complejidad de una sociedad. No sé si me explico”.

/// “AL AJUSTE”

Justificar. “No es difícil explicarle a la gente que el gobierno nacional no es de izquierda. Los únicos que no quieren verlo son los supuestos izquierdistas del kirchnerismo, los intelectuales serviles de Carta Abierta, por ejemplo. Gente que hacen el trabajo de justificar lo que ocurre”.

Comparación. “No es de izquierda un gobierno que prefiere pagar la deuda externa y financiar el fútbol y que no le da el 82% móvil a los jubilados; la tercerización laboral es tan intensa como en la época de Menem”.

¿Modelo?. “Llaman modelo a un régimen de emergencia económica. Les cuesta normalizarlo. Con 25% de inflación, si tocan tarifas todo esto se va a la mierda. Pero los empresarios locales y el capital internacional prefieren salir de la emergencia y ganar con tarifas más que con subsidios. Van en esa dirección y este gobierno también. Tiene esa contradicción y esa tensión se nota en el entrelazamiento entre la oposición y el oficialismo. El objetivo de todos ellos es el mismo: abandonar el régimen de emergencia económica, al que llaman el modelo, y financiarlo con endeudamiento, que requerirá ajuste”.

Fuente Diario El Litoral
Luis Rodrigo

jueves, 11 de agosto de 2011

Cierre de campaña Frente de Izquierda en Rosario.

El Partido Obrero llama a concurrir al cierre de la campaña electoral del Frente de Izquierda en Rosario.

El día jueves 11 a partir de las 18 hs se realizará una caminata organizada por las fuerzas de izquierda que partirá desde Corrientes y Córdoba y culminará en el cruce de las peatonales San Martin y Córdoba, donde tendrá lugar un acto.

Allí hablarán los principales candidatos a Diputado por el Frente de Izquierda, Octavio Crivaro (Pts), "Muni" Finkelstein (Partido Obrero) y "Guiso" Bernasconi (I.s.).

También hará uso de la palabra Jorgelina Signa del Partido Obrero, recientemente electa concejal de Capitán Bermúdez con el 17% de los votos.

"Muni" Finkelstein realizó declaraciones donde denunció "los intentos proscriptivos de la nueva ley electoral que pretende dejar afuera de la competencia electoral, violando lo que sostiene la propia Constitución Nacional, a quienes no reunan el 1,5% de los votos, aproximadamente unos 400.000 sufragios en todo el país".

Por su parte Jorgelina Signa destacó "la importancia de vencer la proscripción del Frente de Izquierda para que haya una lista que defienda el 82% móvil para los jubilados, el salario igual a la canasta familiar, el fin de las tercerizaciones y el trabajo en negro y la defensa de la salud y educación pública".

La concejal electa del Cordón de San Lorenzo finalizó realizando un llamado a "fortalecer la movilización y votación al Frente de Izquierda, que lleva como candidatos a Presidente a Jorge Altamira y a vice a Christian Castillo, para superar ese piso del 1,5 % en la Provincia de Santa Fe y en todo el país".

Partido Obrero Santa Fe.

Para comunicarse:

"Muni" Finkelstein : 0341 155 320016

Jorgelina Signa : 0341 155 648667

Conclusiones de una gran campaña y un nuevo punto de partida

La "libertad de voto" resuelta por el PJ cordobés después de la victoria de De la Sota es una nueva bofetada del aparato pejotista oficial contra los K (después de Capital y de Santa Fe). En las vísperas de las primarias, es cada vez más claro que éstas serán otro episodio de una crisis de fondo, que se hará más notoria en los dos meses de campaña a octubre.

Transición política

El telón de fondo de estos desplazamientos políticos es el agotamiento del régimen de emergencia montado por los Kirchner (y Duhalde) después de la bancarrota de 2001/2002, en el marco del desarrollo implacable de la crisis mundial. Desde el seno del aparato del gobierno, aunque con la oposición de la camarilla ‘cristinista', se impulsa un giro de la economía, el cual se puede resumir en el concepto del "retorno a los mercados internacionales". El ‘modelo' ha agotado la fuente de financiamiento de la economía, como se manifiesta en el vaciamiento de la Anses y del Banco Central, así como en la fuga de divisas. A la Presidenta no se le puede escapar lo que está ocurriendo; simplemente cree que puede dar el viraje después de octubre. El ritmo que ha adquirido la bancarrota capitalista, sin embargo, podría amargarle el intento. En esta variante, es muy probable que se vea obligada a dejar las preocupaciones de gobierno por las más felices que la esperan alrededor de mediados de diciembre.

En el ‘spot' de su campaña, Cristina Kirchner saluda a la "asignación universal por hijo" como "la medida social más trascendente en décadas", que atribuye al PBI. La Presidenta no tiene un pelo de zonza: el escaso dinero de la ‘asignación' (0,4% del producto, y bajando) sale de la caja de la Anses, lo cual el ‘spot' oculta vergonzosamente. La "asignación" es un parche precario para una población desocupada del 8% y otro tanto de subocupados, con un 40% de los trabajadores precarizados, más de la mitad de la clase obrera por debajo de la canasta familiar y el 75% de los jubilados cobrando 1.400 pesos.

Nuestro final de campaña

La campaña culmina con un inocultable ascenso del Frente de Izquierda. Nuestra convocatoria a superar el piso proscriptivo de los 400.000 votos ha llegado con claridad. Asistimos a la disposición a votar a un frente de izquierda que tiene un planteo definido y señala que la crisis capitalista la debe pagar el capital -es decir que plantea la reorganización de la sociedad sobre bases históricas antagónicas a la presente. El voto al Frente de Izquierda puede ser, en ese plano, un síntoma poderoso de una transición política, diferente (contradictoria, desde un punto de vista de clase) de la que complotan las fuerzas de la burguesía.

El Frente de Izquierda

En el escenario de una disputa por liderar la "normalización" que exigen los banqueros, la tentativa de silenciar a la izquierda se entiende por sí misma -al lado, claro, de la cooptación de la ‘izquierda' que integran el MST, el PCR y la CTA ‘independiente' o el chavo-castrista PC, los que están emblocados, respectivamente, con el gobierno o con un sector del capital sojero. En la provincia de Buenos Aires, distrito crucial para nuestra elección, tendremos que defender nuestra boleta en medio de un festival de listas internas y de colectoras, que han diseminado tanto los kirchneristas como sus opositores. La Justicia sólo ha dado garantías parciales del reparto de boletas. En estos últimos días de campaña, se multiplica el reclutamiento de fiscales para el Frente. Hay que organizar férreamente esa fiscalización en todos los distritos, mientras aseguramos la conquista del voto en las fábricas, en los lugares de trabajo y en los barrios.

Esta es la batalla planteada.

Jorge Altamira

Capitan Bermudez: Carta abierta de Jorgelina Signa


Amis vecinos, amigos y compañeros de Capitán Bermúdez y del departamento de San Lorenzo:

El 24 de julio pasado asistimos a un hecho excepcional: un amplio sector de la comunidad de Bermúdez conjugó un gran número de voluntades para votar la lista del Partido Obrero y consagrarme concejal en el municipio. Reunimos, de ese modo, casi tres mil votos, un 17% de los que fueron emitidos. Un empuje menor, pero similar en su alcance, se produjo en otros municipios del departamento de San Lorenzo, así como en Villa Constitución, Pérez y Santo Tomé. No hace falta que les diga que empeñaré todos mis esfuerzos en cumplir con el mandato popular que me fue conferido y lo haré en contacto con los obreros, jubilados, estudiantes y los trabajadores que se desempeñan en las distintas actividades de nuestra sociedad. Quiero transmitirles, de nuevo, mi reconocimiento (y el de mis hijos) y el del partido en el que milito por esta enorme movilización de tantos amigos, compañeros de trabajo y vecinos.

El próximo 14 de agosto, el municipio nuestro y el departamento enfrentamos un desafío político de una naturaleza diferente. El Partido Obrero participa de estas nuevas elecciones en el marco de un Frente de Izquierda -con el cual hemos querido reforzar y ampliar nuestro mensaje político, las reivindicaciones populares y los mismos anhelos que nos han guiado siempre y el 24 de julio pasado.

Las elecciones primarias no tienen el propósito de elegir cargos públicos. El objetivo de estas elecciones es consagrar mediante el voto a las listas, partidos y candidatos que luego participarán de las elecciones nacionales el 23 de octubre. La ley que estableció una elección tan extraña afirma que la selección de los candidatos por medio del voto tiene el objetivo de democratizar a las fuerzas políticas. La realidad, sin embargo, es que el 99% de esos partidos ya ha consagrado sus candidatos a dedo, sin deliberación interna de sus partidarios. Esto significa que el electorado es convocado para legitimar un proceso antidemocrático. El Partido Obrero y el Frente de Izquierda establecimos nuestros candidatos y el programa del Frente en una gran deliberación interna. Mi partido, el Partido Obrero, dedicó los cuatro días de su Congreso nacional anual, en Semana Santa, a discutir la situación del país y de los trabajadores, la bancarrota capitalista mundial y la selección de los candidatos para participar del Frente de Izquierda. Jorge Altamira fue postulado candidato a presidente de la Nación.

La incapacidad de los partidos tradicionales para organizarse democráticamente es testimonio de su decadencia irreversible.

Dicho todo esto, los convoco para que participen el 14 de agosto con un voto al Frente de Izquierda. Necesitamos obtener un mínimo de 400 mil votos, que exige la ley, para poder participar de la elección en octubre.

Para que no nos silencien, necesitamos el voto del pueblo de Bermúdez y del Departamento. No hace falta que les diga cuánto reforzaría mi actividad en el Concejo contar con la presencia nacional del Partido Obrero y del Frente de Izquierda.

Con toda humildad les pido que nos acompañen. Las condiciones de las elecciones del domingo 14 de agosto no son exactamente las mismas de las del 24 de julio. Pero tampoco son tan diferentes: están en juego los intereses populares -los de la clase obrera, los jubilados, los maestros y trabajadores de la salud y del municipio, los pequeños productores y comerciantes afectados por la inflación y la especulación inmobiliaria y sus elevados alquileres.

Gracias, vecinos, por escucharme/nos, como siempre.

Jorgelina Signa, enfermera profesional de terapia intensiva, orgullosa de representar a mi pueblo de Capitán Bermúdez en el Concejo municipal

sábado, 6 de agosto de 2011

VAYAMOS POR LOS 400 MIL VOTOS

Para el Frente de Izquierda

Otra vez más, el gobierno recurre a la represión para hacer frente a reclamos sociales urgentes. En Jujuy, esa represión fue ejecutada para proteger a un poderoso pulpo capitalista, aliado privilegiado del gobierno -el grupo Blaquier.
La crisis social de la vivienda ha estallado en toda su dimensión como consecuencia de la especulación inmobiliaria, alentada por el gobierno a lo largo y ancho del país, y de la expansión de los capitales agrarios subsidiados por los K -como ocurre con la producción de biocombustibles por parte de los monopolios azucareros.

Jujuy ha dejado al desnudo la incapacidad del llamado populismo de contenido capitalista para resolver los problemas populares.



La totalidad de los partidos capitalistas se han manifestado solidarios con el pulpo Blaquier y abiertos opositores a la expropiación de tierras suficientes para resolver el drama de la falta de vivienda.

En vísperas de las llamadas primarias, el 14 de agosto próximo, la conclusión es clara: ¿quién va a encarar con la profundidad que corresponde la solución del problema de la vivienda? NOSOTROS, LA IZQUIERDA.

El reclamo para que NO SILENCIEN nuestra voz ha penetrado realmente en una gran parte de la ciudadanía; el llamado a reunir los 400 mil votos, para superar el piso proscriptivo que ha impuesto la ‘reforma política' para poder participar en las elecciones de octubre, es comentado profusamente en las calles, los medios, los lugares de trabajo y los hogares.

Hay una comprensión de que el programa del Frente de Izquierda no puede ser excluido del debate electoral, ni del voto.

En estas vísperas, hay otra cosa que ha quedado muy clara: que el gobierno K es funcional a la derecha -la represión al pueblo de Jujuy, para proteger los intereses de Blaquier, lleva agua al reclamo de ‘orden' de la derecha, y opera como un factor poderoso de desmoralización de los sectores populares que han confiado en la demagogia oficial.

Los K son absolutamente incapaces de derrotar a la derecha, porque ellos mismos la cobijan -con los Scioli, los Barrionuevo, los Gioja, la burocracia sindical y los punteros del conurbano, que forman la estructura básica del gobierno kirchnerista.

La lucha por los 400 mil votos para quebrar la proscripción electoral de la izquierda y para defender el derecho del pueblo a la elección de sus representantes, va dirigida también a la que ha sido la base popular del gobierno, para que voten a la izquierda como única forma de llevar a la victoria las reivindicaciones populares y derrotar políticamente al campo derechista.

"Para que no nos silencien, danos tu voto".

Contra la impunidad, por el derecho a la vivienda

En Jujuy, como en la mayor parte del país, las explotaciones agrarias estrangulan el desarrollo de las ciudades y, a su vez, elevan brutalmente el precio de los escasos terrenos y viviendas existentes, favoreciendo la especulación inmobiliaria. El déficit de vivienda alcanza a miles de familias, las que tampoco han encontrado una solución en los planes regenteados por Milagro Sala -basados en el trabajo en negro y absolutamente insuficientes para resolver la enorme demanda.

Es que la tierra que hace falta, la tienen los grandes ingenios, las sojeras y las tabacaleras. El oficialismo K de Fellner-Barrionuevo y la oposición de la UCR con Morales han sido y son agentes políticos de los dueños de la tierra. Juntos acaban de entregarle el ingenio "La Esperanza" de San Pedro a Roggio, con unas diez mil hectáreas.

La tensión permanente en las localidades por las reiteradas ocupaciones es lo que debe haber empujado al gobierno y a los Blaquier a impulsar este desalojo sangriento a modo de escarmiento. Múltiples versiones indican que vehículos y hombres de seguridad de la empresa Ledesma participaron de la represión. Barrionuevo asume así la misma conducta de su colega K de Formosa cuando, en defensa de los terratenientes sojeros, mandó a su policía a asesinar a los Quom -o de Macri y Cristina con los crímenes del Indoamericano.

El gobierno jujeño adjudicó los crímenes a una maniobra política (refiriéndose, probablemente, al hecho de que aquí también se están produciendo desplazamientos de sectores del PJ hacia la "oposición"), de modo que el gobierno sería una suerte de "víctima de la derecha", pero ha sido la policía dirigida por Barrionuevo la ejecutora del desalojo. Es el mismo gobierno que subsidia con recursos millonarios la producción de biocombustibles el que fue incapaz de satisfacer el reclamo de los vecinos.

Tuvieron que morir cuatro jujeños para que Fellner y Morales, de la UCR (bajo la presión de las movilizaciones y el repudio popular) aprobaran proyectos de expropiación y formaran una comisión investigadora parlamentaria.

Buscaron, seguramente, ahogar el reclamo por un techo, que abarca a decenas de miles de familias de Jujuy, pero sólo lograron multiplicar los asentamientos, que se extendieron a varias ciudades e incluso a sectores asalariados, los que tampoco encuentran salida habitacional y están fuera de la oferta de créditos hipotecarios. De cualquier forma, habrá que ver si, aun con la expropiación aprobada, el gobierno la ejecuta efectivamente o, como pasa en muchos casos, se vota una ley bajo presión de la movilización, la que luego duerme en un cajón hasta caducar si es la presión popular decrece.

Las amenazas de Barrionuevo a las familias ocupantes de excluirlas de todo plan de viviendas (como lo hiciera Macri en el Indoamericano) anticipan esta conducta.

La verdadera solución al problema de vivienda pasa porque todas las tierras aledañas a los pueblos deben declararse de utilidad pública sujetas a expropiación para el desarrollo urbano y la construcción de viviendas populares en toda la provincia, con mano de obra local y trabajo bajo convenio. Desde el Partido Obrero, hemos propuesto impulsar un gran congreso provincial de los sin techo para imponer esta salida de conjunto para que los trabajadores ya no deban arriesgar su vida y la de sus hijos por tierra y vivienda.

Los crímenes de Ledesma no deben quedar impunes. Los parlamentarios dicen que van a investigar las responsabilidades políticas. ¿Alguien puede pretender que creamos que van a investigar a los Blaquier, cuando ni siquiera los han investigado por su responsabilidad en la "noche del apagón", bajo la dictadura, cuando en vehículos de la empresa se llevaron a decenas de trabajadores?

Deben ser investigados e ir presos todos los responsables -desde el gobernador para abajo. Caso contrario, estaremos bajo amenaza de que el gobierno vuelva a actuar defendiendo a los latifundistas, quienes se van a cobrar nuevas vidas de los jujeños sin techo para defender las ganancias siderales del negocio del azúcar y del biocombustible.

Gabriela Arroyo

miércoles, 3 de agosto de 2011

Altamira: “¿Qué diferencia hay entre Scioli y Macri?”

El dirigente del partido Obrero criticó por LT 10 a Binner, a De Narváez y al gobierno nacional. “El aparato justicialista está trabajando para erosionar a los candidatos kirchneristas”, opinó.

Autor: LL
Fuente: LT10

En diálogo con LT10, Jorge Altamira, candidato a presidente de la Nación por el Frente de Izquierda, expresó que “nosotros tenemos una posición política muy nítida. Los acontecimientos de Jujuy vienen a reafirmar nuestras dieras. Ninguno de los candidatos que representan intereses económicos ajenos a los trabajadores le va a solucionar este problema. El colmo de esto es que todo finalizó en una represión inusitada para defender la propiedad agraria de un poderoso grupo económico que recibe subsidios del Estado”.

Consultado sobre el discurso progresista del gobierno ya la candidatura de Binner, Jorge Altamira sostuvo que “Binner ya anunció que va a votar por Alfonsín en una segunda vuelta. Por lo tanto, ya comprometió su voto a la derecha de este país porque en ese acuerdo político el elemento importante es De Narváez. Y el gobierno nacional está lleno de macristas: Scioli, Gioja (que entrega la minería), Insfran (que mata aborígenes), Barrionuevo en Jujuy. Además, paga con plata del ANSES la deuda externa. Es decir, le paga a los usureros internacionales”.

Sobre la posibilidad de que Cristina sea revuelta en la primera vuelta, candidato a presidente de la Nación por el Frente de Izquierda manifestó que “a esto hay que verlo. En el diario ultraoficialista “Tiempo argentino” uno de sus columnistas dice que el margen de la presidenta se ha achicado peligrosamente. El aparato justicialista está trabajando para erosionar a los candidatos kirchneristas. El aparato justicialista y el PRO están aliados para chocar contra el kirchnerismo y la propia presidenta”.

Consultado sobre qué posición van a tener en caso de que se dé una segunda vuelta y el Frente de Izquierda no esté en competencia, Jorge Altamira manifestó que “nosotros no vamos a apoyar candidatos capitalistas. Nosotros no vamos a apoyar nunca a De Narváez. Tampoco a Binner que apoya a un candidato como Juez que quiere privatizar el banco de Córdoba. Y mientras se pague la deuda externa a los usureros y se vete el 80% móvil, no hay nada que hablar con el oficialismo. ¿Qué diferencia hay entre Scioli y Macri? El frente de izquierda no puede apoyar una alternativa de estas características”.


"Nos votaron solidariamente"

Fuente: Página 12, 31/07/11

Es enfermera de Terapia Intensiva de Neonatología en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, y asegura que la votaron sectores "que no son militantes". Sostuvo que "la gente ha podido ver que también tenemos la capacidad para ser parlamentarios".

Jorgelina Signa tiene 33 años y hace 8 que es enfermera de Terapia Intensiva de Neonatología en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Pero el pasado domingo su vida dio un giro importante al resultar electa concejala en Capitán Bermúdez como candidata del Partido Obrero (PO) con el 17 por ciento de los votos. "Nos votaron solidariamente de sectores del peronismo, del radicalismo, independientes, que apostaron colocar a la izquierda, algo distinto en el Concejo, para hacerlo más democrático. Y esto es muy importante porque nos votaron sectores que no son militantes, ni siquiera afines al PO", indicó Signa en diálogo con Rosario/12. La concejala electa, que realizó sus estudios primarios y secundarios en un colegio religioso de Capitán Bermúdez -Nuestra Señora de los Milagros-, se casó muy joven, también por iglesia. "Hice todo muy prolijo, hasta que conocí al Partido Obrero", apuntó Signa, quien consideró que su histórico desempeño se puede entender como "parte de la crisis de los partidos que gobiernan la provincia".

Separada y con dos hijos de 15 y 10 años, Signa dijo entre risas que "su marido se llama Partido Obrero". Su acercamiento a la política se produjo hace siete años cuando comenzó a estudiar en la facultad de Medicina de la UNR, mientras cursaba la carrera de Enfermera Profesional. Allí conoció al PO a través de la Prensa Obrera, en un período al que ella denomina el post argentinazo, participando como estudiante en todas las asambleas populares que se realizaban en aquella época. En el 2005 decidió presentarse como candidata a concejal en su ciudad por el PO, alcanzando el 5 por ciento de los votos.

"En aquel momento fue histórico y me permitió afincarme en la ciudad como dirigente del partido, acompañando todos los problemas sociales y políticos de Capitán Bermúdez, lo que nos permitió ganar un respeto importante, y realizar un trabajo sistemático desde aquel momento hasta ahora", recuerda Signa, que obtuvo una importante cantidad de votos en todos los barrios de la ciudad, muchos de ellos en el centro.

Según la concejala electa, esta situación que puede llegar a resultar sorpresiva para la mayoría de los ciudadanos, está ligada en realidad a un prejuicio con respecto al PO que "no es casual, y que tiene que ver con toda la cuestión mediática que muestra una idea del piquetero que sin pensar se dedica a hacer quilombo. Lejos de eso, nosotros pensamos que podemos discutir a la altura de cualquier legislador".

En este sentido, Signa recordó a Mariano Ferreyra, el militante del PO asesinado en Barracas por una patota de la Unión Ferroviaria cuando acompañaba una protesta de empleados tercerizados de la Línea Roca. "Era un compañero estudiante de la FUBA, y en cualquier debate puede dejar chiquitito a cualquier legislador de Capital", apuntó. "Nosotros nos preparamos para esto, estudiamos permanentemente, leemos muchísimo, pero después todo eso lo llevamos a la práctica como parte de un ensayo para después volver a leer e ir comprendiendo la realidad", agregó Signa.

Esta metodología le permitió, a pesar de no ocupar una banca en el Concejo de Capitán Bermúdez, presentar proyectos permanentemente, que invariablemente fueron truncados. "Hemos realizado un trabajo sistemático, y la gente ha podido ver que también tenemos la capacidad para poder ser parlamentarios", precisó Signa, que pedirá licencia a partir de diciembre para desarrollar su nueva tarea.

A la hora de analizar la histórica elección, Signa consideró que la votación al Partido Obrero obedeció en parte a una expresión de un voto de los lugares donde hay mayor concentración de clase obrera. "Más allá de que no salimos de la votación marginal a nivel provincial, hemos podido calar en ciudades como San Lorenzo, Villa Constitución, Pérez; con muy poca campaña, y sin embargo pudimos lograr ese voto, con su expresión máxima en Capitán Bermúdez", precisó.

Por otro lado, la concejala electa, dijo que su desempeño se puede entender como parte de la crisis de los partidos que gobiernan la provincia, algo que también se reflejó en Capitán Bermúdez en las internas del 22 de mayo. "Por primera vez vimos en la ciudad un Frente Cívico, que antes iba cohesionad con fuerzas que se autodenominan de centroizquierda, progresistas, y en esas elecciones fueron divididos, al igual que el PJ, presentando cuatro listas distintas. Esto es un síntoma de crisis política, sumado al desgaste natural de tantos años de gobierno. Allí es donde el PO pudo colocarse en el escenario político como una corriente de oposición", concluyó Signa.

lunes, 1 de agosto de 2011

Un mapa político después de las elecciones de Santa Fe

La alharaca provocada por la votación que obtuvo el Midachi y el derrumbe del kirchnerista Agustín Rossi relega al partido que, después de todo, ganó la elección a gobernador en Santa Fe -aunque ha quedado en completa minoría en las dos cámaras de la Legislatura.

La victoria fuertemente atenuada del ‘socialista' Bonfatti no califica para caracterizar que la izquierda haya prevalecido en Santa Fe. En primer lugar, porque Bonfatti responde a una alianza con la UCR y la Coalición Cívica -dos formaciones que se han desplazado fuertemente a la derecha. La UCR ha sellado una alianza con el derechista De Narváez y las tropas de Carrió han dado un fuerte giro hacia el capital financiero internacional. Entre sus líderes hay un banquero internacional, Prat Gay, y su propaganda electoral insiste en la defensa del ‘mercado'. En un reportaje de radio El Mundo, Bonfatti se esmeró por aclararle al periodista que su partido, el PS, "no es de izquierda" y que "la distinción izquierda-derecha está perimida".

Nada malo, para un socialista. El gobierno del Frente Progresista de Santa Fe ha sido el representante de los intereses sojeros y, por sobre todo, de los monopolios de exportación (en un período de ‘boom' descomunal del cultivo del poroto), los que gozan de la privatización de los puertos de la provincia. Bonfatti evita el mote de izquierda, pero sigue con el de ‘progresista' -como si esto fuera posible sin ser de izquierda. El objetivo principal del rechazo a la calificación de izquierda es, sin embargo, otro: ofrecer su disponibilidad a un frente opositor para las elecciones de octubre. No lo puede proclamar hasta que queden atrás las elecciones en Córdoba y las primarias nacionales -en Córdoba apoya a un aliado, el privatista Luis Juez, contra otro, la UCR. Los resultados en esta provincia inclinarán la balanza en la pugna entre los opositores a los K.

Frentes populares en las dos orillas

Se impone una precisión. Los K y la oposición, respectivamente, no son bloques homogéneos: los dos son "frentes populares". El oficialismo es un armado de colaboración de clases entre una fracción importante del capital internacional (minería, un sector de los pulpos automotrices, parte de los petroleros, los sectores vinculados con el comercio con China), por un lado, y las organizaciones populares controladas por una burocracia asociada al Estado, y una parte de la burguesía industrial y los bancos, por el otro. En la oposición hay también un frente de colaboración de clases, el cual va desde Macri, el representante principal de los intereses asociados a la burguesía internacional, y Duhalde (viejo gestor de la ‘patria contratista') hasta el Frente Amplio Progresista de Binner y De Gennaro (CTA). Estos juegan en la oposición el rol de bisagra que Carta Abierta o los ‘chicos' de La Cámpora interpretan en el kirchnerismo. Los Binner pretenden copiar (en el imaginario) al Frente Amplio de Uruguay -pero para eso, tendrán que esperar un poco: hasta el momento en que el frente uruguayo empiece a gobernar con la derecha a partir de la pérdida de su mayoría parlamentaria como consecuencia de deserciones internas.

¿Cómo ubicar en este contexto a Carlos del Frade, de Proyecto Sur, que ingresó en la Legislatura santafesina con 50 mil votos? Proyecto Sur fue el principal abogado de la alianza con los entreguistas Binner y Juez -la cual no prosperó por divergencias de aparato, no de principios. Del Frade, un opositor a Binner en la provincia, acompañó la campaña por un Frente con Binner; en este sentido, ha sido el último furgón de la cola del frente popular que se alinea con la derecha. Una caracterización final de Del Frade dependerá, de aquí en más, del papel que juegue como diputado y, fundamentalmente, de su rol ante la disolución, a término, de Proyecto Sur.

Las elecciones recientes han puesto de manifiesto un desplazamiento de sectores del bloque oficial hacia el opositor -lo que todavía se desarrolla, sin embargo, en forma subterránea (como ‘la cama' que el aparato del PJ santafesino le hizo a Agustín Rossi). Para quienes vieron la película, el momento es el de Match Point, de Woody Allen. Así lo pone de manifiesto el protagonismo de Scioli (la pelota que oscila en la red entre los campos en disputa) en las últimas horas -quien es el Macri de los Kirchner.

¿Cómo traducir esta realidad, plena de contradicciones y en flujo, a la política de la izquierda revolucionaria? Con una campaña que ponga de manifiesto que el kirchnerismo es incapaz, por su condición de clase, de derrotar a la derecha y que, al revés, acicatea sus posibilidades de progreso -como viene ocurriendo. Con el señalamiento, también, de que el régimen de emergencia (intervencionismo) del kirchnerismo, que Duhalde inauguró en 2002, se encuentra consumido por sus contradicciones -lo cual explica que desde sus mismas filas se exija una transición hacia la ‘normalización' como la que exigen los opositores (el capital internacional). Para resumir: "El kirchnerismo es funcional a la derecha, vení al Frente de Izquierda y al Partido Obrero". Con el mismo método hay que ensañarse con la oposición -en especial hay que mostrar esa ‘funcionalidad' con la derecha sojera de parte de los burócratas e intelectuales de la CTA Micheli y de las izquierdas que se cobijan en la cáscara vacía de Proyecto Sur. No olvidemos que apoyan a Luis Juez, quien ya anunció su intención de completar la privatización del Banco de Córdoba.

La campaña electoral se ha convertido en un proceso dinámico de crisis y realineamientos. La importancia de que pasemos la prueba del 14 de agosto se acrecienta, porque nos permitiría intervenir en ese proceso para producir mayores realineamientos hacia la izquierda y un gran impulso al reclutamiento militante.

Jorge Altamira