jueves, 31 de julio de 2014

Defol polItico



Un-defol-no-es-lo-mismo-que-el-repudio-de-la-deuda-usuraria-2
El “pagador serial” ha caído en defol.
Esto ocurre luego de haber pagado 190.000 millones de dólares y, al mismo tiempo, duplicar el monto total de la deuda pública.
Como última maniobra se resignó a que los banqueros locales tomen en sus manos la negociación con los fondos buitre.
Sería, claro, una privatización del manejo de la deuda pública.
En pleno retroceso, el gobierno usará su propio defol para extorsionar a los trabajadores. Pedirá que depongamos nuestros reclamos en pos de una falsa “unidad nacional”.
Que aceptemos los despidos, las suspensiones, el impuesto al salario y la caída del poder adquisitivo de nuestras familias.
Entre la patria y los buitres, elegirán los buitres.
Ninguna unidad nacional con gobiernos defolteados que hacen pagar la crisis capitalista a los trabajadores.
Por un paro nacional activo de 36 horas por nuestras reivindicaciones.
Abajo la deuda usuraria.

jueves, 24 de julio de 2014

Lear y todas las luchas RECLAMAN UN PARO NACIONAL



tapa (2)
Los compañeros de la autopartista Lear están librando una lucha titánica por la reincorporación de 200 trabajadores despedidos.
Enfrentan un bloque común entre el gobierno, la burocracia y la patronal yanqui.
Pignanelli, el jerarca del Smata, ha llegado al extremo de secuestrar a los trabajadores de la fábrica y forzar una asamblea fraudulenta, con la intención de revocar el mandato de su combativa comisión interna.
Pero la lucha de los trabajadores de Lear sigue en pie, a fuerza de bloqueos, piquetes y movilizaciones.
El conflicto entra en su quinta semana, rodeado del apoyo activo de los trabajadores de la zona y de las organizaciones de izquierda.
La gran lucha de Lear resume la batalla crucial que la clase obrera está dando contra las suspensiones y despidos.
Pero la batalla de la clase obrera se libra también en otros frentes.
En la lucha por el salario y la reapertura de las paritarias, encabezada por los docentes bonaerenses, salteños y de Río Negro, que han resuelto no iniciar las clases.
Crece también el movimiento contra el impuesto al salario, que es ya un reclamo nacional.
Mientras tanto, la burocracia sindical de todos los colores sigue deshojando la margarita en torno de una medida de fuerza nacional que hasta hoy no tiene fecha.
Los Moyano, los Caló y los Barrionuevo están subordinados al ajuste.
Los triunfos obreros logrados hasta ahora se consiguieron desafiando y derrotando el cepo de la burocracia sindical.
Impulsemos un paro activo nacional -que debería ser de 36 horas- por la prohibición de despidos y suspensiones, por la abolición del impuesto al salario, por un aumento de 3.600 pesos para jubilados y trabajadores, por el repudio de la deuda con los fondos buitre y del conjunto de la deuda externa, y para que Lear y todas las luchas en curso lleguen a la victoria.

Contra la invasión sionista, apoyemos la resistencia armada palestina



Palestinians clash with Israeli soldiers
El rechazo a la masacre sionista en Gaza es inconsistente si no se respalda explícitamente la resistencia armada que presenta Hamas. Israel se propone ocupar toda la Franja, lo que implica expulsar a la población palestina.
Los bombardeos aéreos y la incursión terrestre de las tropas sionistas en Gaza dejaron un saldo de 650 palestinos muertos, dos tercios civiles y al menos 1.900 niños, 3.300 heridos y 200.000 desplazados. “Para minimizar las bajas entre sus soldados, (las fuerzas israelíes) planchan la zona con aviación y artillería, luego tiran con tanques. Limpian la zona de minas y de posible resistencia antes de avanzar con los blindados y la infantería”, (El País, 18/7). El sionismo se encamina a repetir una masacre de proporciones iguales o superiores a Plomo Fundido, la operación terrestre que en 2009 dejó 1.300 palestinos muertos.
El relato sionista presentó a la invasión terrestre acotada a los túneles fronterizos con Israel, pero en pocas horas sus tropas se adentraron en un territorio mucho más amplio, ahora con el pretexto de que los cohetes están escondidos en las viviendas. El ejército se ha introducido en los barrios más poblados de Gaza, tirando a mansalva. “Más de un centenar de los objetivos alcanzados estaban en el barrio de Shayahia del este de la Capital de Gaza.” (Al Monitor, 22/7). Shayahia ha sido definida como una plaza fuerte militar de Hamas.
Plan premeditado
Esta política militar es parte de un plan estratégico que apunta a consumar la expulsión de la población palestina de Cisjordania y Gaza e incluso de la que habita en Israel. Ahron Bregman, ex soldado israelí y ahora profesor del King’s College de Londres, autor de una historia de Israel y los territorios ocupados, “desenmascara la administración brutal que se oculta detrás de la pretensión de ‘una ocupación iluminista’. Recuerda cómo luego de la conquista de 1967, el gobierno de Israel trasladó en camiones a un cuarto de la población de Gaza hacia Jordania; cómo la celebrada política de Moshe Dayan, ‘Puentes Abiertos’, la que dio un respiro a los palestinos tras la ocupación y la posibilidad de viajar a Jordania, fue para muchos una vía de sentido único; cómo los Altos del Golán fueron vaciados de sus 138.000 habitantes, con excepción de algunos miles de drusos. Cuanta más población desplazaba Israel, mayor era la tierra que quedaba disponible para la colonización judía” (The Economist, 12/7). El régimen sionista no admite ni siquiera la creación de un Estado palestino bajo su tutela económica, militar y política -una suerte de bantustán como en la época del apartheid en Sudáfrica.
Antes de que se intensificara el lanzamiento de cohetes por Hamas, Gaza era sometida a un asedio económico y militar: “La economía de Gaza está en un estado de guerra permanente”. Las operaciones militares de 2009 y 2012 hicieron desaparecer 1.700 locales comerciales e industriales. “Desde el enclave, partían cada día 110 camiones cargados de productos antes del comienzo del bloqueo.
Pero a partir de 2007, prácticamente ningún bien sale de allí, causando pérdidas de 50 millones de dólares por día” (Ámbito, 22/7). Los túneles en las fronteras de Gaza con Egipto eran los únicos contactos con el exterior. Medio millón de colonos israelíes habitan Cisjordania y las zonas “C” (territorios bajo estricto control israelí), ocupando el 60% del territorio total cisjordano.
Contrarrevolución en Medio Oriente
La incursión en Gaza fue aprobada por todo el gabinete israelí, y goza del apoyo político de la oposición. Los ministros Bennet y Lieberman impulsan una ocupación completa de la Franja, lo cual significa expulsar a su población.
El ataque a Gaza está fuertemente vinculado con el golpe militar en Egipto, el cual ha sido esencialmente una operación norteamericano-sionista. Se descartó, de este modo, la posibilidad de un desarrollo ‘a la turca’, donde los islamistas han establecido un control político funcional a la estrategia medio-oriental del imperialismo. La instauración de la dictadura militar egipcia no fue denunciada tampoco por Irán, y no porque el islamismo egipcio fuera sunnita sino en función de un acuerdo con Estados Unidos en materia nuclear y para apoyar a los regímenes de Afganistán e Irak, y también como escudo a la posición rusa sobre Ucrania. Llama la atención la ausencia de apoyo de Hizbolá a la resistencia militar de Hamas. La inacción de Hizbolá contrasta con lo ocurrido en 2009, cuando la organización shiita abrió un frente militar contra el sionismo en apoyo a los palestinos.
Hamas: el derecho a la resistencia armada
Hamas ha repetido que aspiraba a un Estado palestino al lado del sionista y, hace unos meses, promovió un gobierno de unidad nacional con la Autoridad Palestina, la cual cuenta con el apoyo de Israel, Estados Unidos y la Unión Europea; es financiada, en parte, por el reino de Qatar. De ningún modo puede afirmarse que sea una fuerza revolucionaria en el Medio Oriente.
Hamas ha respondido a la agresión sionista con las armas; no solamente disparando cohetes de precisión incierta sino ofreciendo combate a las tropas invasoras. “La batalla de Shayahia -informa Le Monde (22/7)- marcó la primera confrontación en una zona urbana densamente poblada”. Esto indica una respuesta a la invasión mediante métodos de guerrilla. La población gazatí apoya resueltamente la resistencia armada, su último recurso.
Como en los antecedentes históricos más gloriosos, Hamas ha construido una red de túneles en dirección a Egipto y a Israel, de un lado para enfrentar el bloqueo económico total, pero también para poder hacer frente a una agresión militar sobre el terreno -incluso llevando la lucha armada de guerrilla al territorio sionista. “Dos tentativas nuevas de infiltración de combatientes palestinos desde túneles que ligan la Franja de Gaza con Israel, fueron rechazados” (Le Monde), con bajas en ambos bandos. Que “la entrada de los túneles se encuentr(e) en viviendas y edificaciones agrícolas”, como denuncia un servicio israelí, es una prueba del carácter popular de la resistencia armada. No es admisible ninguna propuesta de ‘paz’ que vulnere el derecho de palestinos y gazatíes a la lucha armada contra la opresión, la matanza, el ultraje y la libertad nacional. No es la ‘paz’ lo que ofrece, sin embargo, el sionismo, el cual reafirma que “el mejor método es buscar la entrada de los túneles efectuando requisiciones en el suelo en los inmuebles sospechados” (Le Monde), mediante uso de perros y robots. Esto deja planteada una guerra de guerrillas contra la tropa sionista.
La lucha internacional contra la masacre que perpetra el sionismo sería inconsecuente si no apoya la resistencia armada de Hamas y a la guerrilla palestina.

Pablo Heller


jueves, 17 de julio de 2014

Entre los buitres y las luchas obreras

Foto de Ignacio Smith
Foto de Ignacio Smith
La pretensión del gobierno de pasar el Mundial con las paritarias resueltas, un cierre de los pleitos con el capital internacional y los dólares de la soja en el bolsillo se derrumbó en cuestión de horas.
La industria acumula diez meses consecutivos de caída y lo mismo ocurre con la construcción. La quiebra del fisco se ha agravado. El locuaz Capitanich acaba de señalar que “sin subsidios no habría déficit”: o sea que anuncia el tarifazo y se olvida de la carga de la deuda.
Para los primeros cinco meses del año, el Indec porteño calcula un aumento de la carestía del 20 por ciento, y la previsión anual llegaría al doble. La carestía se combina con la renovada carga del impuesto al salario. Pero la situación es más grave entre los precarizados. Un reciente estudio señala que cuatro de cada diez trabajadores no pueden cubrir “sus necesidades elementales de consumo” (Observatorio de UCA).
Por otra parte, la crisis con los fondos buitre no tiene visos de salida. Sólo queda esperar un recurso de último momento, que comprometa en firme al gobierno a pagar y se reponga el amparo para que cobren los fondos que entraron en el canje. Una cesación de pagos, aunque fuera parcial, desataría la ejecución de los seguros contra defol y el reclamo de pago de todas las deudas de una vez -¡lo cual se vería impedido por el mismo fallo! En lo que resta de su mandato, el kirchnerismo tendría que afrontar compromisos de deuda de entre 11.000 y 15.000 millones de dólares, casi todas las reservas disponibles.
El gobierno celebra que la patronal sojera se vea forzada a vender la cosecha y liquidar los dólares. Ello sólo obedece a la previsión de una mayor caída de sus precios -por debajo de 400 dólares la tonelada, cuando había superado los 600. La presión por una nueva devaluación del peso, acompañada por un tarifazo, se acentúa.
En este cuadro, los trabajadores de Cables Lear continúan su encarnizada resistencia contra despidos y suspensiones. La política de la burocracia del Smata -”aguantar unos meses con suspensiones”- ha fracasado. La lucha de los obreros de Emfer contra el vaciamiento del taller de los Cirigliano ha dejado planteada la estatización bajo control obrero.
Por otra parte, el despojo del impuesto a las ganancias aplicadas a los salarios se ha generalizado entre los gremios que cerraron sus paritarias. El masivo paro bancario contra el impuesto al salario, del pasado 8, es una tendencia que se extiende a otros gremios. La docencia de Buenos Aires se ha visto obligada a reanudar la lucha: Udocba, la FEB y los Suteba combativos plantean el no inicio del segundo cuatrimestre, en reclamo de la reapertura de las paritarias. Mientras esto ocurre, las grandes patronales alimentarias exigen “repasar” a los precios los aumentos de salarios, comenzando por los (supuestos) precios cuidados.
La respuesta de los trabajadores contrasta con el parloteo de la oposición tradicional a los K. En medio de la crisis económica y social, los Massa, Macri o Carrió están a la expectativa de que el gobierno lleve hasta el final el Rodrigazo -o sea, la liberación de tarifas, el arreglo a como sea con los usureros internacionales y el traslado de toda la hipoteca de la crisis a los que trabajan. Esperan que el gobierno envíe el proyecto de ley de hidrocarburos para legitimar la entrega petrolera. Con esa finalidad, aprietan las clavijas para “licenciar” a Boudou, cuya situación judicial es insostenible. En lugar de romper con los pulpos internacionales, los K se defienden del ataque respaldando a Boudou.
Los Moyano y los Barrionuevo amagan ahora con un nuevo paro nacional contra el impuesto al salario para soltar aire ante la presión obrera, sin ninguna perspectiva de lucha consecuente.
En función de estos factores de conjunto, insistimos en el planteo de una huelga de 36 horas y un plan de lucha por la prohibición de suspensiones y despidos, y la ocupación de toda empresa que lo haga; la abolición del impuesto al salario; un aumento de 3.600 pesos para jubilados y trabajadores; el repudio de la deuda con los fondos buitre y del conjunto de la deuda externa usuraria. Por un plebiscito para que el pueblo decida.

jueves, 10 de julio de 2014

Por la victoria de las luchas obreras


TAPA (Ignacio Smith) (21)
Foto: Ignacio Smith
La ocupación de Emfer y Tatsa por parte de sus 500 obreros y los piquetes para defender la medida de lucha marcan un salto en las luchas obreras.
Los trabajadores enfrentaron aguerridamente la represión del gobierno y de sus fuerzas de seguridad, los que actuaron como instrumento directo de los vaciadores: nada más ni nada menos que el grupo Cirigliano, los responsables del Sarmiento procesados por la masacre de Once.
Su lucha salió en defensa de los imprescindibles talleres de mantenimiento ferroviario, sea para los viejos o los nuevos trenes.
Con alta conciencia, los trabajadores no sólo reclaman sus salarios, sino también la estatización de la empresa, por lo que han votado impulsar un proyecto de ley con el Frente de Izquierda.
Horas después, se realizaba el gran piquete obrero en Lear, que garantizó el paro general de la planta por la reincorporación de 120 despedidos y 100 suspendidos.
Los trabajadores de la autopartista defienden la continuidad de un turno entero y denuncian la sustitución de producción nacional por importaciones de un pulpo internacional que factura la friolera de 16 mil millones de dólares.
Los piquetes de Lear enfrentaron también un descomunal operativo represivo.
Los obreros de Weatherford -en Río Tercero, Córdoba- llevan dos meses de huelga contra un despido antisindical masivo de otra multinacional, subsidiaria de YPF en herramientas petroleras.
El pueblo entero de Río Tercero marchó en apoyo de los obreros.
La clase obrera busca una línea para quebrar la ola de despidos y suspensiones mediante huelgas y ocupaciones, superando los obstáculos de la burocracia sindical que denuncia la lucha en lugar de denunciar a las patronales.
El gobierno está centrado en pagar a los buitres, junto a toda la oposición patronal.
La contrapartida de esa política es el ajuste, no sólo del Estado, sino de las multinacionales y empresas socias de los especuladores financieros.
La intervención en la crisis de la clase obrera constituye la única salida en defensa de los intereses nacionales, que son los de la mayoría trabajadora.
Vamos por la victoria de todas las luchas.
Ni un despido. Reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios.
Por un plan económico de los trabajadores para que la crisis la paguen los capitalistas.
Más que nunca, por un inmediato congreso del movimiento obrero y de la izquierda.

jueves, 3 de julio de 2014

Tarifazos y despidos para pagar la deuda



TAPA
Las reuniones entre el gobierno y los fondos buitre, para pagarles la deuda que reclaman, todavía no han empezado.
Pero el gobierno ya está escribiendo el libreto que los banqueros quieren escuchar.
La semana comenzó con otro tarifazo del 20 por ciento en el boleto de colectivo. El aumento en el último año llega ya al 100 por ciento.
Pero también con un aumento de las naftas, las que duplicaron su valor desde la intervención “nacional y popular” de YPF hasta hoy.
Los agentes financieros y los grupos petroleros celebran el tarifazo.
Porque quieren que los subsidios a los servicios públicos se reemplacen con aumentos de tarifas, para que el presupuesto público se dedique a pagar la deuda.
Y que la nafta y el petróleo se coticen a valores internacionales, en beneficio de los monopolios petroleros.
Estas son las condiciones que ponen los usureros internacionales. Para que paguemos la interminable montaña de la deuda… con nuevas deudas.
Pero hay otra condición: arremeter contra la clase obrera. Contra su salario y el derecho al trabajo. Por eso dejan pasar los miles de despidos y suspensiones que ha provocado el rodrigazo oficial. Y no sólo eso: allí donde el activismo clasista resiste esa escalada, militarizan las fábricas con la Gendarmería.
Semejante ataque a los trabajadores sería el precio a pagar para “no caer en la cesación de pagos”.
Otra vez mienten y nos quieren someter a un sacrificio inútil: la deuda impagable que asumió el kirchnerismo nos lleva, más temprano que tarde, a un nuevo defol.
De Macri a Binner, de Massa a Sanz, la oposición tradicional apoya este rumbo de bancarrota.
Opongámosle un programa y una lucha:
• Por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario y la prohibición de suspensiones y despidos.
• Por la derogación del impuesto al salario y la indexación mensual de los salarios según la inflación.
• Ningún tarifazo: apertura de los libros y costos de todos los servicios públicos; que se nacionalicen bajo control de los trabajadores.
• ¡Abajo la deuda usuraria! Que el pueblo decida a través de una consulta popular.
Debatamos este programa y un plan de acción en todas las organizaciones obreras y de lucha.

Gran charla de Altamira con jóvenes y trabajadores

ROSARIO

Gran charla de Altamira con jóvenes y trabajadores
Con un salón de actos con más de 200 compañeros, tuvo lugar la charla sobre las conclusiones del XXII congreso del PO con Jorge Altamira en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR. La actividad tuvo como marco la huelga general de la docencia universitaria, y una extensión de la huelga salarial en la ciudad de Rosario con paros y movilización de Amsafe Rosario, Pami y Anses. Por ello, la charla en sí misma fue un fuerte pronunciamiento por la victoria de estas importantes luchas en curso. La secretaria general del gremio de docentes universitarios, Gloria Rodríguez, saludó en su inicio.
La charla contó con la presencia de jóvenes universitarios, terciarios y secundarios empeñados en una fuerte campaña por la victoria de los docentes. Trabajadores de diversos gremios de la ciudad y del cordón industrial se acercaron a presenciar la charla. Concurrieron compañeros delegados e integrantes de comisiones internas de numerosas fábricas y una gran cantidad de docentes.
Por el gran número de intervenciones y planteos a la hora del debate, la charla funcionó como una gran asamblea en la cual distintos compañeros daban opiniones al respecto. Altamira comenzó exponiendo sobre el lugar alcanzado por la izquierda en el país. Señaló que la izquierda se ha transformado, a través del Frente de Izquierda y del Partido Obrero en un principio de referente político de la clase obrera y del conjunto de los trabajadores y no ya simplemente en un protagonista sindical. Para la Argentina, esto significa una transición histórica, desde el momento que en la estructura política del país, el movimiento obrero estaba dominado políticamente por el peronismo y por la burocracia sindical. Es decir que estamos disputando la realidad histórica de los últimos cincuenta años.
En referencia a la iniciativa de convocar a un congreso de la izquierda y del movimiento obrero, Altamira expuso que lo que debe comprenderse de nuestra propuesta en relación a este congreso es que queremos señalar públicamente y hacer conciente que la perspectiva política del país tiene un nuevo eje, y es la izquierda y el movimiento obrero como un bloque político común.
El mismo día de la charla, Kicillof anunciaba el depósito a los acreedores. Altamira señaló que pagar 700 millones de dólares en Buenos Aires y 300 en Nueva York significa que los buitres están en casa. La deuda externa es un tributo que pagan los trabajadores argentinos a los capitalistas extranjeros y nacionales. Detrás de este pago, hay una acción desesperada, una aventura. Cuando la izquierda plantea repudiar esta deuda, es porque quiere destinar los recursos del país al desarrollo de los trabajadores y del propio país. Bajo los gobiernos actuales esos recursos salen de la Argentina y vuelven en la forma de un mayor endeudamiento. Es un mecanismo histórico de confiscación del capitalismo sobre los trabajadores.

Damián Blanco