jueves, 30 de enero de 2014

Paritarias ya


Aumento de emergencia de $3.000 para salarios y jubilaciones
Después de ofrecer a Capitanich “sumarse al monitoreo de precios” y pedir que se reúna el Consejo del Salario, Caló y la CGT oficialista piden una “suma fija no remunerativa” por decreto, de mil pesos, y postergar las paritarias. La patronal daría su acuerdo al planteo para mantener, dice, “la paz social”.
lucha salud neuquenSe pretende suplantar a las paritarias por los aumentos por decreto. El gobierno ha tratado, más de una vez, de convertir a los salarios en “ancla antiinflacionaria”. Se trata de un planteo imposible, porque la inflación esperada, que el gobierno imaginaba hacia abajo, superará, luego del Rodrigazo, el 5% mensual.
El aumento general de salarios y de jubilaciones, para hacer frente a la hiperinflación de los últimos meses, debe establecer el piso de las discusiones paritarias y de los ajustes próximos de las jubilaciones. La “suma no remunerativa” que pide Caló no incluye a las jubilaciones. El gobierno no va a hacer nada de esto, porque la plata de la Anses es la única caja que le queda para pagar la deuda externa y para pulsear con los especuladores. Una “suma no remunerativa”, para las jubilaciones, significaría descontarla del ajuste de marzo. El gobierno enfrenta contradicciones insolubles.
Nos oponemos a que las paritarias y los convenios colectivos sean sustituidos por un régimen salarial por decreto. Una tentativa semejante está en contradicción insalvable con el debilitamiento político del gobierno.
Mientras tanto, la “cumbre sindical” de Moyano y Barrionuevo se “olvidó” del salario, para hablar de “la inseguridad y el narcotráfico”. En la reunión del mismo dúo con el bloque de Macri, los macristas le exigieron “prudencia” salarial a los burócratas. Moyano planteó luego un aumento inmediato de 3.000 pesos, pero no habló de un plan de lucha -que promete “para marzo”. Barrionuevo se jactó de sus maniobras golpistas, al decir que deseaba que “2015 fuera hoy”. El “dúo fantástico” está esperando un paso en falso de Caló para seguir acumulando burócratas hacia el campo de la salida “destituyente”.
Para que la crisis no la paguen los trabajadores: aumento de emergencia de 3.000 pesos, convocatoria inmediata -ya mismo- de todas las paritarias, las que vencieron y las que no vencieron; aumento no menor al 35 por ciento.

martes, 28 de enero de 2014

Declaración del Frente de Izquierda: Abajo la devaluación y el ajustazo

Aumento de salarios y plan de lucha. Por una salida de los trabajadores

La violenta devaluación de la moneda dispuesta por el Gobierno nacional es un mazazo contra los trabajadores, pasivos y activos. Echa más leña al fuego de una inflación que carcome a los ingresos populares. La devaluación se suma al tarifazo en el transporte y otros ajustes, como el de la nafta. Y es un premio a los grandes empresarios, ya que apunta a licuar los salarios. La intención de este ajuste fue denunciada por nuestro Frente de Izquierda durante la campaña electoral.
La carestía, especialmente en los alimentos, ya ha pegado un nuevo salto. El anunciado “Progresar”, que es una farsa para la juventud que quiere estudiar y trabajar, ha nacido devaluado. La desvalorización de la moneda aumentará el peso de la deuda externa sobre el conjunto del Estado nacional y de las provincias, cuyas deudas están atadas al dólar, lo que terminarán pagando los trabajadores y el pueblo. La suba de la tasa de interés significará la quiebra para los trabajadores endeudados y una retracción del crédito y de la economía, con su amenaza de suspensiones y despidos. Asimismo, el Gobierno está reendeudando a Argentina con el capital financiero internacional, y malversando el fondo de garantía de la ANSES. Las reservas siguen cayendo para asegurar el pago de la deuda externa usuraria, de acuerdo a las exigencias del imperialismo, el FMI y el Club de París.
La devaluación agravará también la factura del vaciamiento energético, a partir de las importaciones de combustibles. Es que el acuerdo con Chevron y otros monopolios petroleros ha establecido la dolarización del precio de los combustibles, el tarifazo permanente. La devaluación beneficia a los monopolios cerealeros e industriales que exportan y a la masa de especuladores de la bolsa, pero acentuará todos los desequilibrios de la economía nacional. Se agravará el déficit internacional de Argentina y se acentuará la dependencia financiera del país respecto del capital extranjero y nacional.
Los Massa, Scioli, Cobos, Binner y Macri han saludado la devaluación y la suba de intereses, y reclaman la completa libertad para el mercado de capitales, al igual que las corporaciones patronales. Todos ellos, al igual que el Gobierno nacional y los gobernadores provinciales, apuestan a ponerle un techo a las discusiones salariales en las paritarias.
A los promotores de ese ajuste gigantesco, sin embargo los acosa una pesadilla aún más grande: el temor a la reacción de los trabajadores. Ante la crisis, los trabajadores tenemos la posibilidad de imponer nuestra iniciativa. Todas las luchas parciales de los últimos meses han sido ganadas por los trabajadores. La burocracia sindical, en cambio, frena la movilización de los sindicatos por un aumento general de salarios y jubilaciones, y frena también el adelantamiento de las discusiones paritarias, dejando pasar el ajuste.
La situación creada plantea a las comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos antiburocráticos y combativos la promoción de asambleas, plenarios o reuniones de activistas en el camino de un reagrupamiento y coordinación nacional, para votar resoluciones de programa y de lucha. Esta actividad mostrará al conjunto del movimiento obrero que se van preparando las condiciones de la respuesta, exigiéndole a los sindicatos y a las centrales obreras (las CGT y las CTA) que inmediatamente convoquen a plenarios de delegados con mandato para votar planes de lucha y un plan de lucha de conjunto. El Frente de Izquierda se compromete a poner todas sus fuerzas en el movimiento obrero al servicio de esta perspectiva.
Nuestras reivindicaciones son claras: un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, hoy en diez mil pesos; por la indexación mensual de los salarios y jubilaciones; por el 82 % móvil; prohibición de los despidos y suspensiones: reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Abajo la precarización laboral: pase a planta de todos los contratados. Ningún tarifazo: por la apertura de los libros y los costos de todas las concesiones; por la reestatización bajo control de trabajadores y usuarios de la energía y del transporte, sin resarcimiento a sus vaciadores (Repsol, Edenor, Edesur, Cirigliano, Metrovías y otros). Por la apertura de los libros, y el control obrero y popular de los monopolios alimenticios y comerciales formadores de precios.
En el marco de esta movilización, planteamos el no pago de la deuda externa usuraria y fraudulenta; la nacionalización, sin resarcimiento, y el monopolio estatal de la banca y el comercio exterior.
Que la crisis la paguen los capitalistas; por un plan económico y político de los trabajadores. Por congresos de bases del movimiento obrero para discutir un programa y un plan de lucha en defensa de todas las reivindicaciones obreras, contra el ajustazo.
FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES
Partido Obrero – PTS – Izquierda Socialista

jueves, 16 de enero de 2014

El impasse político y los trabajadores


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No solamente el gobierno, sino la situación política de conjunto se encuentran empantanados. La estantería resiste en forma precaria. Cualquier movimiento amenaza con derribarla. El anuncio de que se tomarían los precios de mercado como base del impuesto a la riqueza puso ‘groggy’ a la gestión de Capitanich, la cual había ingresado en un estado de hibernación como consecuencia de su reacción ante la crisis policial en Córdoba. Nada ilustra mejor, precisamente, el momento político que lo ocurrido con los amotinamientos policiales y los cortes masivos de energía: el gobierno no ha hecho nada en ninguno de los dos casos a pesar de su gravedad, de las advertencias y amenazas que fueron proferidas en ambos, y de que podrían repetirse en cualquier momento.
Remarquemos que el lobo no está
En el plano de la economía es donde mejor se manifiesta el impasse general. La carestía alimentaria no tiene precedentes desde la bancarrota de 2001. El llamado acuerdo de precios ha dado paso a una remarcación sin precedentes. El dólar supera alegremente los once pesos, sin que lo detenga la legalización del mercado paralelo que opera en la Bolsa ni la venta incesante de bonos en dólares de la Anses, o el otorgamiento -a los monopolios cerealeros- de un premio cambiario que consiste en un certificado en dólares, a una tasa de interés elevada, por los dólares que deberían ingresar por las exportaciones (las que, en cambio, retienen). Los macaneadores habituales del oficialismo han comenzado a descubrir que los puertos privados favorecen la subfacturación de las exportaciones y que la mayor parte del comercio exterior se realiza a través de mercados intermediarios (“triangulación”) para consumar, precisamente, este tipo de fraude. Del “desendeudamiento” (la Anses reemplazando a los acreedores internacionales) se ha pasado al reendeudamiento (los acreedores internacionales comprando barato los bonos en poder de la Anses). Esta operación implica una pérdida contable y real enorme para la Anses, que tiene anotados esos bonos a su valor nominal. Los K han instaurado un cuádruple mercado cambiario -el comercial, el bursátil, el del turismo y el negro- sin ningún beneficio pero con todas sus desventajas. Desde los malogrados Cedines y Baades, los ‘economistas’ K no dan pie con bola: a pesar de la devaluación acelerada en todos los mercados, no ingresa un ‘verde’ ni en pleno verano.
El cisne negro
El escenario de impasse ha sido (mal) interpretado por la inmensa mayoría de los analistas como un síntoma de que la situación aguanta hasta finales de 2015. Una caracterización de este tipo revela una ignorancia fenomenal de la historia: el estallido es siempre precedido por un inmovilismo que abraza al conjunto de los protagonistas políticos oficiales. La mediación entre el impasse y la ruptura la cumple el detonante. La sacudida podría ser provocada por un derrumbe (que se anuncia) de la lira turca o de la calificación de Brasil o algún fallo inconveniente sobre la deuda externa en litigio. Lo mismo podría ocurrir con un revés judicial para Boudou o para Báez -el cura designado en el Sedronar ya ha salido a denunciar que se ha encontrado una cueva de corrupción. La otra variable es la incertidumbre sobre la enfermedad de CFK.
El inmovilismo oficial está representado en forma cabal por el ministro Kicillof, al cual todos juzgan, por el contrario, como muy movedizo. El ‘soviético’ le ha asegurado a su jefa que tiene el paquete bien atado a partir de su alianza con Chevron y con los fondos internacionales que participaron del canje. Kicillof representa al capital extranjero en el gabinete nacional. Pero la propuesta de esos fondos para solucionar la crisis con los fondos buitres y las inversiones extranjeras para explotar el petróleo y el gas no convencionales, solamente podrían fructificar si el gobierno las complementa con la megadevaluación del peso oficial y la liberación de cambio extranjero. O sea con un Rodrigazo. Chevron ya ha comenzado a ingresar los pocos dólares que ha comprometido por el mercado de la Bolsa en lugar de hacerlo por el oficial. Kicillof acaba de rechazar una propuesta de crédito internacional debido a la tasa usuraria que la acompañaba, arriba del 15%; aceptarla habría significado acabar, en un par de semanas, como De la Rúa-Cavallo. Pero no ocurrirá lo mismo con la segunda o tercera oferta. El capital internacional está diciendo que está dispuesto a apoyar financieramente una devaluación del peso y la liberación del mercado de cambios -de ningún modo a evitarlas.
Retirada estratégica
Las propuestas de salida abundan y son coincidentes, pero nadie mueve la pieza. González Fraga se decidió, por fin, a reclamar la devaluación integral -previo desdoblamiento del mercado cambiario. Melconian ya no mastica palabras: la salida -dijo- pasa por una recesión fuerte. Nadie, sin embargo, logra reunir una masa crítica para provocar la crisis política que daría paso a esa salida. Las principales cámaras de empresarios, incluidas las extranjeras, han comenzado a reunirse para discutir temas que calificaron de “institucionales”. El “círculo rojo” ya está dibujando alternativas. Rodolfo Terragno piensa que la crisis en curso termina con el presidencialismo y que habría que ir a un régimen parlamentario.
La retirada estratégica del kirchnerismo pasa por el intento de copar el Poder Judicial, para cuidar sus huesos y sus cajas. La aplicación de la ley de medios se encuentra paralizada por las idas y vueltas de los propios empresarios K, incluidos eventuales acuerdos con Clarín. El otro aspecto de la retirada es Milani, del cual espera el apoyo en caso de crisis política. Carlos Pagni, el columnista de La Nación, advirtió que lo mismo esperaba Salvador Allende cuando nombró a Pinochet (y los laderos de Isabelita y los radicales cuando encumbraron a Videla como jefe del Ejército).
En la burocracia sindical, la novedad más relevante es el giro de Gerardo ‘601’ Martínez hacia la oposición y las declaraciones cada vez más “destituyentes” del ‘tranviario’ Fernández y del ‘fraternal’ Maturano. La burocracia sindical opera en relación estrecha con el ‘vaticano’ Francisco, quien acaba de pedir -nada menos que a De Mendiguren- que “cuiden a Cristina”. Es una clara alusión de Bergolio a una incapacidad de CFK para seguir gobernando. La cumbre de Mar del Plata convocada por Moyano, Barrionuevo y Fernández -a la que prometen asistir Scioli, De la Sota y Massa- tiene por objetivo dejar armada la sucesión anticipada de Cristina. Este frente considera que de lo contrario todo se desmadra, sin alternativa. Pero todavía hay que sacudir el árbol.
Inquietud popular
En contraposición con este impasse que se disimula con ajetreos que apenas ocultan su línea conspirativa, las inquietudes se multiplican entre los trabajadores por los motivos más diversos: despidos, reclamos salariales, cortes de luz; crisis de salud, educación y vivienda; crisis provinciales y la continua operación de la mafia de la trata. Llamamos a apoyar todos estos reclamos y, particularmente, el salario mínimo de ocho mil pesos, con el planteo de que las organizaciones obreras convoquen a un congreso de trabajadores para impulsar un plan de lucha y un programa económico y político alternativo de la clase obrera.

jueves, 2 de enero de 2014

SIN LUZ Y SIN AGUA LA EXTORSION DEL TARIFAZO


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El año 2013 terminó con la Ciudad de Buenos Aires –y buena parte del conurbano- transformados en un piquete gigantesco.
Miles de vecinos ocuparon sus calles y sus esquinas.
Reclaman la luz y el agua que no tienen, desde hace días y semanas.
La respuesta de las empresas eléctricas, del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales frente a la crisis es la misma: “no sabe, no contesta”.
Semejante desidia contrasta con la rapidez que tienen para arreglar los pagos de deuda pública a los usureros.
O perdonarles impuestos a las corporaciones capitalistas.
Pero esa indolencia es, sobre todo, una extorsión: “o aceptan un tarifazo, o seguirán sin agua y sin luz”.
Es lo que nos dicen todos los días, los voceros de las empresas, del gobierno y también sus opositores.
Varios de ellos –como De la Sota o Binner- aplicaron tarifazos de la luz en sus provincias, sin que por ello cesaran los cortes de luz.
Otros –como Macri- lo hicieron también en el transporte, como ocurriera con el subte.
Pero ¿A dónde irá a parar un tarifazo?
Al agujero negro de los actuales privatizadores, que vienen de embolsarse subsidios millonarios durante una década y sin invertir un centavo.
Lo mismo vale para una estatización en manos de los K. En ese caso, el gobierno usará el tarifazo para indemnizar a los vaciadores privados, y avanzar en una reprivatización. ¿No es acaso lo que ocurrió con YPF?
Anticipando ese rumbo, los K nos acaban de regalar otro tarifazo: el del transporte colectivo.
En oposición a este caos premeditado, el Partido Obrero y el Frente de Izquierda han planteado un programa para la intervención popular en el colapso eléctrico:
• Comités de emergencia, con representantes legislativos, de trabajadores y vecinos afectados.
• Constitución inmediata de nuevas cuadrillas para atender las demandas de la población, empadronando a operarios y técnicos electricistas.
• Provisión de generadores y complejos habitacionales, con costos a cargo del Estado y de las empresas.
• Impuestos extraordinarios al gran capital, para financiar los recursos necesarios para la emergencia.
• Ningún tarifazo: abrir las cuentas y costos del servicio eléctrico, investigando los desfalcos económicos de los privatizadores. Normalizacón integral de la industria energética y electrica, bajo control obrero.
Impulsemos asambleas en todos los barrios para que la crisis la paguen los privatizadores y sus gobiernos.

El Concejo Deliberante aprobó proyecto del PO


Capitán Bermúdez

En sesión extraordinaria, el Concejo Deliberante aprobó el proyecto de ordenanza presentado por nuestro bloque frente al problema del agua.
En las últimas semanas, nuestra ciudad ha recibido poca o nula presión de agua corriente. En algunos sectores, directamente no llega el servicio. En la desesperación, el agua traída por los camiones para higiene es utilizada para el consumo. En barrio Copello por ejemplo, se ha habilitado el tanque histórico de la plaza, el cual tiene el viejo sistema de extracción de las napas sin proceso de potabilización ni higiene. EstE agua está siendo utilizada para todo, ya que los bidones de agua potable están por encima de los 27 pesos. Esto traerá consecuencias serias a la salud de la población.
El gobierno provincial anunció hace casi dos años la construcción del Acueducto del Gran Rosario. Esa obra abastecería a las localidades de nuestra región. Fue tapa de diarios y festejado por los funcionarios del gobierno provincial con bombos y platillos. Ahora, el inicio de la obra fue postergado ¡para comienzos del 2015!
El municipio
El gobierno municipal de Capitán Bermúdez decretó la emergencia hídrica, pero su “salida” ha sido habilitar el tanque de Copello, colocar sus ojos en el de Villa Margarita y pensar en más “pozos”. Nuestra ciudad no tiene cloacas y sus napas están contaminadas, con el agravante de tratarse de una zona industrial.
No se está llevando adelante relevamientos de ningún tipo. Es urgente atender las familias donde se encuentren enfermos, niños y ancianos. Es importante confeccionar un mapa de riesgo, para distinguir los graves problemas y que permita actuar rápidamente.
Nuestro proyecto
Lo que señala el proyecto es la necesidad de un Comité de Emergencia integrado por los concejales, vecinos damnificados y profesionales que rápidamente se ponga a trabajar en un relevamiento de la situación, confeccionando un mapa de los sectores más afectados y un presupuesto que –sobre la base de un aumento de tasas a grandes contribuyentes como, por ejemplo, Celulosa- para hacer frente a la provisión permanente de agua potable a todas la familias hasta que se resuelva el problema de fondo.
Asimismo, la ordenanza aprobada exige al gobierno provincial la culminación del Acueducto Gran Rosario, una solución definitiva al problema del agua no solo de nuestra localidad sino también de ciudades vecinas como Granadero Baigorria, Fray Luis Beltrán y San Lorenzo.
El proyecto fue aprobado por mayoría y no por unanimidad, ya que el oficialismo no lo acompañó.
Movilicémonos por el abastecimiento de emergencia y por una salida de fondo a la crisis del agua.

Jorgelina Signa


Importante columna obrera de la Coordinadora Sindical Clasista de Santa Fe

MOVILIZACION DEL 19 DE DICIEMBRE EN ROSARIO A 12 AÑOS DEL ARGENTINAZO


coordinadora clasista santa fe
El 19 de diciembre se realizó en Rosario la movilización que conmemoró los 12 años de la rebelión popular de 2001. La convocatoria se hizo sobre la base de la plataforma programática que motivó la multitudinaria movilización a Plaza de Mayo. Junto con esto, hubo un fuerte pronunciamiento de todas las organizaciones convocantes por la absolución de los compañeros petroleros de Las Heras. Participaron familiares de los asesinados en 2001 y se siguió reclamando justicia, juicio y castigo por ellos.
La Coordinadora Sindical Clasista y el Partido Obrero participaron con una importante columna, no sólo por la cantidad de integrantes sino por contener importantes representaciones obreras de la región.
Participaron delegados de 9 de Oro, de estatales, de las comisiones internas de Synthon y La Virginia, activistas petroquímicos, delegados metalúrgicos de Acindar y activistas de la UOM, un gran número de delegados docentes y la comisión directiva de Amsafe Rosario. Una mención aparte merece la participación del Sitraic San Lorenzo. Los trabajadores de la construcción participaron en la columna de la Coordinadora Sindical Clasista con una representación de más de 40 compañeros de San Lorenzo y Rosario.
Esta gran asistencia se reflejó en las intervenciones en el acto al final de la movilización. Hablaron María Elena Molina, secretaria adjunta de Amsafe Rosario; Oscar Sandoval, dirigente del Sitraic en formación. Jorgelina Signa, concejal de Capitán Bermúdez, habló por el Partido Obrero.

D. B.


Lo que se viene

Los desafíos de 2014

foto editorial
El año que comienza reúne características para muchos impensadas hace sólo 12 meses atrás. En aquella oportunidad, muchos conjeturaban que Cristina Kirchner se valdría de un triunfo electoral similar al del 2011 para modificar la Constitución y establecer la re-reelección. Hoy, en cambio, esa variante no sólo ha sido archivada para siempre, sino que asistimos a un derrumbe económico y político de enormes proporciones.
Bancarrota económica
Los cortes de luz que se han extendido como hongos después de la lluvia en la Capital Federal, la provincia de Buenos Aires y varias ciudades del interior, han puesto de manifiesto a qué punto llegó el vaciamiento energético consumado durante el menemismo primero, y bajo la década kirchnerista después. Los subsidios millonarios a las empresas de energía, que durante el 2013 superaron los 60.000 millones de pesos, engrosaron los bolsillos de las empresas privatizadas sin que se les exija realizar la menor inversión. Los resultados están a la vista. Bastó con que la temperatura supere los 32° para que la infraestructura eléctrica salte por los aires.
La factura de subsidios que no deja de crecer explica, junto con el pago de la deuda externa usuraria, la bancarrota fiscal del Estado. La intención de hacer frente a éste déficit superior a los 100.000 millones de pesos a costa de emitir moneda está llevando a una inflación que ya supera, en el rubro de los productos de mayor necesidad, holgadamente el 30% anual. Mientras quiere distraer a la opinión pública con el recurso gastado de los acuerdos de precios, el gobierno acelera los aumentos de los combustibles, del transporte y de los peajes. Pero hay más. La devaluación del peso, que ronda ya el 50% anual, es otro factor de acicate a la inflación. Este crecimiento de la devaluación, sin embargo, no ha servido para evitar la caída de las reservas de BCRA. Durante el 2013 se han reducido en más de 12.000 millones de dólares.
El precipicio del Rodrigazo
Toda la política diseñada por el “soviético” Kicillof se reduce a intentar que la tasa de devaluación sea superior a la de inflación, para lograr de este modo la devaluación real del tipo de cambio que reclama al unísono toda la clase capitalista. Y mediante esta devaluación, lograr el levantamiento del cepo cambiario, para permitir el giro de utilidades y lograr un financiamiento internacional (nueva deuda) para pagar la deuda anterior. Pero este intento equivale a caminar por una cornisa delgada, con el riesgo cierto de caerse al precipicio. Es que el gobierno tiene en carpeta un tarifazo generalizado de los servicios públicos, que lo hará él mismo o se lo hará hacer a Macri y Scioli, trasnfiriendo la operatoria de la distribución del servicio eléctrico a esos distritos. Pero el impacto inflacionario del tarifazo llevará a acelerar el ritmo devaluatorio. Están jugando con fuego y la posibilidad de quemarse son elevadísimas.
El único “ancla” a la inflación, según el libreto oficial, es el salario. De acuerdo a ello, los acuerdos que se establezcan en las paritarias deberían ser menores a la inflación y -sobre todo- a la devaluación. El kirchnerismo y la burocracia sindical deberán probar su capacidad para imponerles a los trabajadores paritarias del 20% cuando a la Policía se le otorgaron porcentajes que duplican y hasta quintuplican la pauta prevista por el oficialismo. Sabiendo que se trata de una tarea casi imposible es que varios gobernadores quieren desconocer parcialmente lo pactado con la Policía, para desalentar una lucha obrera generalizada por el salario. En la misma onda actúa la oposición patronal, que desde el PRO a Lozano firmaron un documento contra los amotinamientos policiales, no porque rechacen a la Policía que ellos han prohijado, sino porque lo concibieron como un tiro por elevación a la clase obrera.
¿Y si este plan fracasa? La UIA, a través de sus voceros, estableció una amenaza pública contra el movimiento obrero: “si los aumentos llegasen a superar el techo establecido vamos directamente a un Rodrigazo”. Esto prueba una decisión de fondo: si los trabajadores no están dispuestos a permitir un empeoramiento progresivo de sus condiciones de vida y la caída del nivel adquisitivo de su salario, ese proceso se hará de golpe mediante una devaluación aún más brusca y de una sola vez. Lavagna, el economista jefe de Massa, ya declaró que el “Rodrigazo en cuotas” que está aplicando el gobierno va camino del fracaso.
Default político
El gobierno quiere cumplir el “petitorio” de la clase capitalista. Sólo teme que un Rodrigazo clásico lo saque definitivamente de la cancha. Como se dice habitualmente, “comparte los reclamos pero no los métodos”. Por eso, está jugando las últimas cartas de un ajuste en “cuotas”. De no ser así, Kicillof-Capitanich habrán ocupado el papel que Cavallo jugó en el gobierno de la Alianza en el 2001; o sea, el preludio de la bancarrota final.
El kirchnerismo atraviesa esta fase final en la mayor de sus debilidades. Cristina Kirchner ha elegido el retiro en Calafate. El manejo diario del gobierno ha sido delegado en Capitanich, un representante del PJ ajeno a la camarilla que ha monopolizado el poder en esta década. Los que avizoraban una salida por esta vía han sido refutados con la velocidad de la luz. La crisis policial y los cortes de electricidad han transformado a Capitanich en parte del problema y no de la solución. El kirchnerismo ya no es más el pivote del poder. En el Congreso del PJ de la provincia de Buenos Aires, La Cámpora fue apartada por los intendentes pejotistas. Hasta el jefe del bloque de senadores del PJ está a punto de saltar el charco. Pichetto pidió “recuperar la calle”, es decir que reclama una política represiva en regla.
Un programa frente a la crisis
El 2014 será un año decisivo. La clase capitalista está decidida a descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Pero el gobierno que debe hacer el trabajo sucio está en un cuadro de debilidad extrema. La bancarrota económica y política van de la mano y se retroalimentan.
Las paritarias que se vienen serán claves, porque plantearán una ruta para la intervención de los trabajadores en la crisis. El reclamo de un salario mínimo de $ 8.500 es una consigna que ganó popularidad en las últimas semanas. Y en esa dirección, el reclamo de un aumento salarial que supere la inflación y que sea actualizado mensualmente para evitar que por la vía de los precios los capitalistas descarguen esos aumentos contra los trabajadores. La intervención en las paritarias debe ser preparada desde ahora, mediante la agitación de un programa que enfrente la política oficial. Esto es: rechazar el pago de la deuda externa y la devaluación de la moneda, y oponerle al tarifazo que se prepara la nacionalización integral de las empresas privatizadas y del petróleo y el gas, para organizar un plan de desarrollo económico, que debe ser financiado mediante la nacionalización del sistema financiero para evitar la fuga de capitales y concentrar el ahorro nacional.
El Frente de Izquierda tiene la responsabilidad de tomar en sus manos la lucha por este programa, desde la agitación política general que incluirá la acción de las bancadas legislativas conquistadas en el Congreso Nacional, las legislaturas provinciales y los Concejos Deliberantes. En esta lucha para que la crisis la paguen los capitalistas aspiramos a levantar una alternativa de poder frente al derrumbe irreversible del kirchnerismo.