Dice que lo que el gobierno llama “el modelo” no es más que un régimen de emergencia económica, con los días contados. Advierte que no se puede “cobrar peaje para participar de la democracia”.
Jorge Altamira, el candidato a presidente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, ríe cuando se le pregunta si le queda poco tiempo para hacer la revolución, porque puede ganarle de mano una crisis mundial que termine con la caída del capitalismo.
Considera que el Estado no debe intervenir en las internas y que “es proscriptivo” exigir a cualquier fuerza el 1,5% de votos para presentarse a una elección general. Y que el Partido Obrero “tiene todos los títulos ganados para la lucha democrática, por su papel histórico: la puerta que nos llevó a la democracia fue mucho más abierta por parte de nosotros que de los Macri, los Duhalde, etc, etc”.
“En dictadura teníamos nuestros militantes, nuestra prensa partidaria. Hicimos un trabajo tenaz. Un partido que, con otras fuerzas, colabora para derribar a una dictadura ya tiene derecho de piso a la democracia”, argumenta.
“Votar sin discutir política es una estafa: cuántas cosas cambiaron en el país porque hubo lucha en la que participó el PO y la izquierda. Desde los planes laborales de la época de Duhalde hasta la discusión actual por los tercerizados, la izquierda es protagonista por su lucha en la calle”, advierte.
Un “sectario inconsciente”
Escucha sobre todo tangos, además de jazz, clásica y brasilera pero le preocupa descubrir que frente al rock “era un sectario inconsciente”. Sus hijos le mostraron “ese mundo que me era desconocido” y ahora lo juzga de otro modo. Se le han acercado integrantes de “bandas como Kapanga, Jauría, Las Manos de Fillippi y Cadena Perpetua”. (Prepara un artículo para Prensa Obrera que hablará sobre la muerte de Amy Winehouse).
El lector atento del Financial Times vuelve “con frecuencia a la poesía de Rilke y a un tipo de literatura que me atrae y me cuesta; que es dolorosa en su calidad, John Berger”.
Confiesa tener “como coraza” la imagen de un luchador, pero que debajo “hay un proceso que se me escapa, y resurge por una obra de teatro o un poema... Y me desestabiliza. Me he sensibilizado más con la edad. Creía que me iba a endurecer, ahora no estoy tan seguro”, afirma.
De un lunes a un martes
“El capitalismo enfrenta una situación histórica sin precedentes. Y las tendencias hacia su disolución económica son muy claras. Está siendo sostenido por la acción de los Estados que van agotando sus municiones. El ejemplo más nítido es que cuando la Argentina entró en el default de 2001: acá prácticamente las relaciones sociales (de producción) se cortaron... Eso es la disolución de un sistema social. Lo mismo ocurrió con el mundo entero en octubre de 2008 cuando quebró Lehman Brothers”, menciona.
Recuerda que por entonces “el índice de precios de los fletes del comercio internacional cayó virtualmente a cero. Porque no se movía ningún barco. No había letras de crédito. Fue el 2001 de Argentina, pero en el mundo”.
“Aún cuando nosotros gobernemos va a pasar mucho tiempo hasta que caiga el capitalismo. Aun bajo nuestra dirección. Si bien una revolución es un hecho que cambia una sociedad de un lunes para un martes, lo hace desde el punto de vista político, pero no en toda la complejidad de una sociedad. No sé si me explico”.
/// “AL AJUSTE”
Justificar. “No es difícil explicarle a la gente que el gobierno nacional no es de izquierda. Los únicos que no quieren verlo son los supuestos izquierdistas del kirchnerismo, los intelectuales serviles de Carta Abierta, por ejemplo. Gente que hacen el trabajo de justificar lo que ocurre”.
Comparación. “No es de izquierda un gobierno que prefiere pagar la deuda externa y financiar el fútbol y que no le da el 82% móvil a los jubilados; la tercerización laboral es tan intensa como en la época de Menem”.
¿Modelo?. “Llaman modelo a un régimen de emergencia económica. Les cuesta normalizarlo. Con 25% de inflación, si tocan tarifas todo esto se va a la mierda. Pero los empresarios locales y el capital internacional prefieren salir de la emergencia y ganar con tarifas más que con subsidios. Van en esa dirección y este gobierno también. Tiene esa contradicción y esa tensión se nota en el entrelazamiento entre la oposición y el oficialismo. El objetivo de todos ellos es el mismo: abandonar el régimen de emergencia económica, al que llaman el modelo, y financiarlo con endeudamiento, que requerirá ajuste”.
Fuente Diario El Litoral
Luis Rodrigo
1 comentario:
¿Yo entendí mal? O de verdad le están llamando "peaje" a la obtención de votos.
O sea que si NO TE VOTAN quiere decir que te están intentando PROSCRIBIR?
Tengan más respeto por las palabras,por favor...
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