En uno de los programas de televisión de mayor audiencia, Daniel Scioli llevó de la mano a su principal asesor económico, Miguel Bein. Es que la crisis exige definiciones. Bein fue rotundo: hay que retomar el endeudamiento internacional y crear "todas las condiciones necesarias para ello". Las "condiciones" son una devaluación de la moneda y el arreglo con los fondos buitre -y, como ya se discute, el congelamiento de las paritarias.
Según un informe de Orlando Ferreres, la deuda deberá crecer en 40.000 millones de dólares en los primeros meses del nuevo gobierno. Para tramitar este rescate, Scioli está preparando un gabinete a la medida. Según acaba de trascender, tendrá como economistas de punta al mismo Bein junto a Mario Blejer, un ex Banco de Inglaterra y Banco Central (La Nación, 4/9). El área económica se completa con Miguel Peirano, de la devaluacionista Techint. Sumaría a algunos gobernadores con mandato cumplido y activos lobbistas del gran capital: es el caso de Jorge "Chevron" Sapag, y el mendocino "Paco" Pérez, ‘apóstol' de la megaminería. La "seguridad" sería confiada al represor Sergio Berni. A la cartera de Educación podría volver Daniel Filmus. La izquierda kirchnerista quedaría confinada "al área de economía popular" (ídem) -es decir, a los subsidios y el asistencialismo.
Los actuales ajustadores
A la luz de semejante "equipo", es claro que una de las mayores imposturas de la campaña oficialista es colocar a Macri-Massa como los exclusivos depositarios del ajuste para después del 10 de diciembre. Los trabajadores mecánicos vienen pagando la crisis con suspensiones, eliminación de horas extras y despidos abiertos o encubiertos ("retiros voluntarios"). Lo mismo ocurre en el neumático y en las siderúrgicas. El parate tiene un fuerte componente de lockout patronal, para que los Scioli-Macri-Massa expliciten su partitura sin miramientos -devaluación, contención salarial ("acuerdo económico social"), mayores beneficios impositivos.
Mientras tanto, el ministro y candidato Kicillof despotrica contra "los que quieren un ajuste", pero mantiene el impuesto a las ganancias, que rebana el salario de casi dos millones de trabajadores, y un tarifazo del 700% en el gas domiciliario.
Nuestra perspectiva
Para el Frente de Izquierda, este cuadro plantea una campaña colocada en la lucha y el programa para que los trabajadores no paguemos la crisis. Por la prohibición de las suspensiones y despidos, por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; por la abolición del impuesto al salario y de todos los impuestos al consumo; contra cualquier "cepo" a las paritarias, luchemos y votemos al Frente de Izquierda en todo el país.
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