jueves, 3 de septiembre de 2015

Santa Fe: los desafíos hacia octubre

Las Paso nacionales le dieron una nueva vuelta de tuerca al derrumbe del Frente Progresista. Binner levantó su candidatura a presidente frente al desbande del progresismo en el país, argumentando que era para preservarlo y así pisar fuerte en la provincia. Llegaron las Paso y Binner salió cuarto. Ahora la culpa es que llevaron boleta corta (sin presidente), pero no dicen que en realidad era esa opción o la disolución política, frente a un radicalismo que iba a las Paso en la interna a presidente con el PRO.
 
Los radicales harán campaña repartiendo miles de tijeras en la provincia (no es chiste) para que se produzca el corte de boleta Mauricio Macri-Hermes Binner. Y los socialistas coquetean cada vez más con el voto a Daniel Scioli, aunque se toman el trabajo de aclarar que sería en una hipotética segunda vuelta. 
 
Un gobierno débil
 
El derrumbe del Frente Progresista se profundizó con cada una de las tres elecciones que sucedieron en la provincia. 
De cuatro elecciones en el año, habrán perdido en tres. El PS deberá ceder terreno frente a los radicales y a la Coalición Cívica (CC), ya que sin ellos no hubieran retenido los cargos ejecutivos. Los condicionamientos ya comenzaron y habrá una pronta crisis en el gabinete de Rosario, ya que la CC quiere imponerle a los socialistas el nuevo secretario de Gobierno.
 
El campo de la izquierda
 
Con el derrumbe del Frente Progresista en las elecciones provinciales se abrió un importante campo para la izquierda. Esto se reveló en la muy importante votación del Frente de Izquierda y de otras expresiones populares que lograron importantes votaciones y hasta ingresar a la Legislatura provincial. Las Paso nacionales ponían a prueba este reacomodamiento de campos políticos en marcha. El resultado fue que el Frente de Izquierda logró consolidar su influencia, mientras el resto de la votación de las otras expresiones de izquierda y populares se fugó hacia los grandes candidatos del ajuste. Un hecho que alcanzó al propio Frente Progresista.
 
Este capital conquistado por el Frente de Izquierda es de donde partimos hacia la campaña de octubre. Por la situación política y el recorrido electoral de este 2015 en la provincia, no se puede descartar la pelea por disputar el ingreso al congreso nacional. El Frente Progresista santafesino, como en el pasado, actúa de segundo violín de las grandes variantes encargadas de aplicar el ajuste en el país. Sólo que esta vez deberán bucear con poco oxígeno en el tanque.
 
La crisis en la provincia
 
Continúan los asesinatos de jóvenes con total impunidad. La maquinaria de negociados vinculado al narcotráfico, los circuitos mafiosos de la noche, la participación policial y estatal se siguen cobrando la vida de jóvenes trabajadores. En pocos días comenzará el juicio al jefe de la Policía provincial por su participación en el narcotráfico. Ya hay antecedentes de salvoconductos hacia las bandas criminales por parte del Estado.
 
El Frente Progresista prosigue con tarifazos en los servicios, como lo fue la reciente suba del boleto. Llevaron el transporte urbano a una crisis de desfinanciamiento como consecuencia de su entrega en bandeja a los monopolios.
 
El gobierno del FP de Santa Fe Capital empezó a despedir trabajadores municipales por pelear por el pase a planta permanente.
 
Encaramos esta etapa también con un programa para la provincia. La movilización popular contra los asesinatos de trabajadores; el desmantelamiento de los circuitos mafiosos; la cárcel a todos los culpables; la destitución de todas las cúpulas policiales; la estatización de los puertos privados y del juego para enfrentar el narcolavado y el tráfico ilegal. Basta de despidos en las reparticiones estatales, contra el trabajo precarizado. Ningún tarifazo en los servicios públicos, estatización del sistema de transporte urbano de pasajeros bajo control de usuarios y trabajadores.

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