lunes, 31 de agosto de 2015

General Motors (Santa Fe): no es una suspensión aislada


General Motors de Alvear, en las cercanías de Rosario, suspendió a sus 2.750 trabajadores durante los últimos días de agosto, y continuará haciéndolo cada lunes de septiembre. El salario se pagaría al 100%. El Smata de Rosario acordó estas suspensiones con la empresa. Dicen que luego se sentarán a conversar sobre qué sucederá en octubre y noviembre y tratan de tranquilizar a los empleados mencionando las modificaciones a la planta que se están realizando para el plan Fénix y la producción de un nuevo modelo. Pero la realidad es que la empresa abrió un listado de retiros voluntarios hace rato y en la planta se rumorea que quieren que sean 900.
La situación de GM Alvear pende de un hilo: su producción se exporta en un 75% a Brasil, que está en una situación límite con una recesión galopante, fuga de capitales, crisis política y en vísperas de una gran ofensiva anti-obrera. Los trabajadores de la industria automotriz brasileña realizan huelga tras huelga contra los despidos masivos. Los trabajadores de GM de São José Dos Campos, luego de una huelga de dos semanas, canjearon casi 800 despidos por suspensiones, pero la patronal no ha abandonado su plan de cesantías.
El salario a cambio de nada
Hace un mes la burocracia del Smata firmó un acuerdo salarial por el 22%, uno de los más bajos de la industria, argumentando que la contrapartida sería la permanencia de los puestos de trabajo. Desde ese momento hubo suspensiones en Ford, VW y otras plantas, y una tenaz campaña patronal induciendo al retiro voluntario.
Es una ofensiva patronal que, como vimos, tiene alcance internacional. Impedir despidos y suspensiones, abrir los libros, repartir las horas de trabajo sin afectar el salario, son consignas que están a la orden del día. En el caso de Santa Fe, donde se ha anunciado el cierre de Paraná Metal, se plantea una acción que pase por encima de un plan de ajuste que se ha puesto en marcha mucho antes de las presidenciales y que ataca al movimiento obrero de Santa Fe con la anuencia del gobierno nacional y el gobierno provincial. Decenas y decenas de ejemplos lo demuestran -las suspensiones en GM afectarán también a las empresas que proveen los materiales y autopartes a la fábrica.
Unamos todos los esfuerzos para organizar asambleas y un gran congreso obrero que organice la defensa de la agenda obrera en toda la zona.

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