Luego de que el apoderado del Partido Obrero conminara al diario Ámbito Financiero y al presidente de la Daia, Aldo Donzis, a que ratificaran o rectificaran sus aseveraciones de que Jorge Altamira había incitado a ‘pogroms' en un discurso frente a la Embajada de Israel (con reserva de las acciones judiciales correspondientes), el diario en cuestión publicó una "Aclaración" (26/1) y Donzis envió el mismo día una carta documento en la que "hace suya la mencionada rectificación (del diario) y que los dichos que usted le atribuye al Presidente de la Daia se basaron en lo informado por la prensa". Luego viene el "saludo atentamente", aunque la ‘atención' no llegó al extremo de que la Daia difundiera su ‘rectificación' con el mismo alcance que tiene su aberrante denuncia de una "campaña antisemita".
Aunque estas aclaraciones y rectificaciones no impedirán el inicio de un juicio civil, ponen de manifiesto la duplicidad de los protagonistas y la intencionalidad de su conducta. Como se habrá visto, Donzis atribuye su ‘error' a las informaciones de la prensa, pero no dice que la prensa obtuvo esas informaciones de él mismo. En efecto, el artículo de Ámbito que imputa a Altamira la convocatoria a un pogrom (20/1) dice que "La Daia dio el nombre del orador del PO a Fernández (Aníbal) para que el gobierno judicialice el llamado a atacar a ciudadanos argentinos". O sea que Ámbito cita como fuente de la información a Donzis y luego Donzis nos responde que su error obedece a una información "de la prensa". En un indicio de que Ámbito y Donzis se concertaron para enfrentar la denuncia de calumnias de nuestro partido, Ámbito no evita defender su probidad informativa, con la ‘aclaración' de que había sacado la información de Donzis. De esta manera le ofrece a Donzis la coartada de imputar su ‘error'... "a la prensa". Sin embargo, el mismo día en que Ámbito informaba que Donzis acusaba a Altamira ante Aníbal Fernández, Clarín publicaba la misma información, pero allí donde Ámbito puso el "orador del PO", Clarín sólo menciona a "el orador". Es claro que Donzis escribió su carta documento ‘rectificatoria' después de haber leído Ámbito por la mañana, y de haber comprobado que reproducía los términos que habían concertado entre ellos...
La ‘aclaración' de Ámbito es, al mismo tiempo, un muestrario ejemplar de periodismo amarillo. Una vez que exoneró a Altamira del pogrom, con el objetivo de exonerarse, él, de sus infundios, Ámbito le miente a los lectores al decir que la incitación al pogrom fue proferida por otro orador (Juan Carlos Beica) en "ese acto", o sea que si no hubo incitación al atropello hubo una suerte de complicidad de lugar. El problema es que el acto donde hablo Altamira fue exclusivamente del Partido Obrero, y sólo hizo uso de la palabra, antes que él, Marcelo Ramal -de modo que en "ese acto" nadie habló de pogroms sino de la suba de la Bolsa de Tel Aviv cuando el gobierno sionista ratificó la prosecución de los bombardeos contra Gaza y de la complicidad de la Daia y de la Embajada de Israel con Videla y con Pinochet, cuando estos se ensañaban con los jóvenes judíos en las cámaras de torturas. O de las manifestaciones en Israel contra la masacre que llevaba adelante el sionismo.
La insidia de Ámbito, que también fue cómplice de la dictadura militar (por lo que no puede dar a nadie lecciones sobre pogroms, saqueos y desapariciones) llega al extremo de que imputa a Convergencia Socialista la promoción de "un nuevo Holocausto" y clasifica al PO como la organización ‘hermana' de Convergencia - lo cual es también manifiestamente falso. Esta es la ‘aclaración' que publica Ámbito Financiero de pura cobardía -para no tener que afrontar en los tribunales un juicio por difamación. La "aclaración" en cuestión es aún más canallesca que la infame mentira que la precedió.
Jorge Altamira
Aunque estas aclaraciones y rectificaciones no impedirán el inicio de un juicio civil, ponen de manifiesto la duplicidad de los protagonistas y la intencionalidad de su conducta. Como se habrá visto, Donzis atribuye su ‘error' a las informaciones de la prensa, pero no dice que la prensa obtuvo esas informaciones de él mismo. En efecto, el artículo de Ámbito que imputa a Altamira la convocatoria a un pogrom (20/1) dice que "La Daia dio el nombre del orador del PO a Fernández (Aníbal) para que el gobierno judicialice el llamado a atacar a ciudadanos argentinos". O sea que Ámbito cita como fuente de la información a Donzis y luego Donzis nos responde que su error obedece a una información "de la prensa". En un indicio de que Ámbito y Donzis se concertaron para enfrentar la denuncia de calumnias de nuestro partido, Ámbito no evita defender su probidad informativa, con la ‘aclaración' de que había sacado la información de Donzis. De esta manera le ofrece a Donzis la coartada de imputar su ‘error'... "a la prensa". Sin embargo, el mismo día en que Ámbito informaba que Donzis acusaba a Altamira ante Aníbal Fernández, Clarín publicaba la misma información, pero allí donde Ámbito puso el "orador del PO", Clarín sólo menciona a "el orador". Es claro que Donzis escribió su carta documento ‘rectificatoria' después de haber leído Ámbito por la mañana, y de haber comprobado que reproducía los términos que habían concertado entre ellos...
La ‘aclaración' de Ámbito es, al mismo tiempo, un muestrario ejemplar de periodismo amarillo. Una vez que exoneró a Altamira del pogrom, con el objetivo de exonerarse, él, de sus infundios, Ámbito le miente a los lectores al decir que la incitación al pogrom fue proferida por otro orador (Juan Carlos Beica) en "ese acto", o sea que si no hubo incitación al atropello hubo una suerte de complicidad de lugar. El problema es que el acto donde hablo Altamira fue exclusivamente del Partido Obrero, y sólo hizo uso de la palabra, antes que él, Marcelo Ramal -de modo que en "ese acto" nadie habló de pogroms sino de la suba de la Bolsa de Tel Aviv cuando el gobierno sionista ratificó la prosecución de los bombardeos contra Gaza y de la complicidad de la Daia y de la Embajada de Israel con Videla y con Pinochet, cuando estos se ensañaban con los jóvenes judíos en las cámaras de torturas. O de las manifestaciones en Israel contra la masacre que llevaba adelante el sionismo.
La insidia de Ámbito, que también fue cómplice de la dictadura militar (por lo que no puede dar a nadie lecciones sobre pogroms, saqueos y desapariciones) llega al extremo de que imputa a Convergencia Socialista la promoción de "un nuevo Holocausto" y clasifica al PO como la organización ‘hermana' de Convergencia - lo cual es también manifiestamente falso. Esta es la ‘aclaración' que publica Ámbito Financiero de pura cobardía -para no tener que afrontar en los tribunales un juicio por difamación. La "aclaración" en cuestión es aún más canallesca que la infame mentira que la precedió.
Jorge Altamira
Publicado en Prensa Obrera nº 1071
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