Ganó la extorsión del gobierno
En Paraná Metal ganó el ‘sí' a la propuesta de 10 puntos presentada por el Ministerio de Trabajo. Por exigencia del gobierno nacional, sólo fueron empadronados los 792 compañeros efectivos (sobre un total de 1.200 trabajadores de la planta). A los 390 trabajadores contratados y de las cooperativas no se les permitió votar. Votaron 735 trabajadores: 657 por el ‘sí'; 76 por el ‘no'. Hubo 1 voto en blanco y otro anulado.
Desde Prensa Obrera habíamos alertado que la propuesta era una extorsión, pues implicaba elegir entre el cierre de la fábrica y el despido, de un lado, y la aceptación de una reducción del salario (30%) y suspensiones, del otro. Las patronales industriales ya han salido a reclamar que el "modelo Paraná Metal" sea extendido a todas las empresas.
¿Cuál es ese "modelo Paraná Metal"? Rebajas y congelamientos salariales hasta el 2010; desconocimiento de convenios; suspensiones rotativas al 60% del sueldo; todos los contratados quedan afuera.
Ya en una línea de máxima, Funes de Rioja, el representante jurídico de las grandes patronales de la Argentina, adelanto que para ellos "hablar de aumentos es un disparate" (El Cronista, 26/1) reclamando la suspensión de las paritarias por rama y acuerdos "por empresa" frente a la crisis.
Contratados y tercerizadas
Como los contratados van a ser despedidos, se les impidió votar porque nadie vota a favor de su despido. No se los incluyó en los llamados ‘10 puntos', objeto de referendo.
La dirigencia de la UOM de Villa Constitución ha hecho de gestora del Ministerio de Trabajo ante los obreros. Aceptó el cercenamiento del voto de los que están luchando codo a codo, en la carpa, en las movilizaciones y en las rutas. Prefiere los despidos a una lucha por el reparto de las horas de trabajo y un programa de inversiones bajo control obrero. El Estado se ha comprometido a pagar entre el 15 y el 20% de los salarios, según las categorías, cuando podría haber nacionalizado y destinado esa plata a reequipar la fábrica. A 420 mil pesos de salarios por mes (600 pesos por 700 obreros), en un año gastará 5 millones de pesos, que corresponde pagar a la patronal.
Hace unos días, las cooperativas y los contratados realizaron una asamblea en la que resolvieron que hasta que no les paguen todo lo adeudado (le deben el año completo), no van a entrar a la fábrica aunque arreglen los efectivos. En teoría, 48 horas antes de ingresar a la planta, a los efectivos le estarían pagando lo adeudado, pero para las cooperativas y contratados no hay fecha alguna.
La votación
Los trabajadores de Paraná Metal fueron extorsionados. Eligieron "seguir peleando desde 'adentro' (como dijo un compañero a la prensa), con la conciencia de que no serán respetados ni los 10 puntos puestos a votación. La dirección de su gremio, siguiendo órdenes del gobierno, no les permitió deliberar entre diversas alternativas.
La dirección de la UOM aceptó, con el nombre de "recategorización", una descategorización, donde las categorías especializadas ya conquistadas por Paraná Metal serían anuladas (1.7, 1.8, 1.9, 1.10). En su lugar quedarían sólo las categorías comunes del CCT 260 y del Laudo 29.
Se ha votado una rebaja salarial que no está determinada en ningún acta ni la duración ni la cantidad de las suspensiones rotativas.
Rebajando salarios, desconociendo convenios y despidiendo contratados, el gobierno pretende mostrar a las patronales, que es mejor opción, frente a los conflictos sociales, que la oposición patronal de los Carrió y los Solá.
Pero la pelea por los puestos de trabajo en Paraná Metal, en Acindar y en Siderar y en toda la clase obrera recién comienza.
Juan Ferro
Desde Prensa Obrera habíamos alertado que la propuesta era una extorsión, pues implicaba elegir entre el cierre de la fábrica y el despido, de un lado, y la aceptación de una reducción del salario (30%) y suspensiones, del otro. Las patronales industriales ya han salido a reclamar que el "modelo Paraná Metal" sea extendido a todas las empresas.
¿Cuál es ese "modelo Paraná Metal"? Rebajas y congelamientos salariales hasta el 2010; desconocimiento de convenios; suspensiones rotativas al 60% del sueldo; todos los contratados quedan afuera.
Ya en una línea de máxima, Funes de Rioja, el representante jurídico de las grandes patronales de la Argentina, adelanto que para ellos "hablar de aumentos es un disparate" (El Cronista, 26/1) reclamando la suspensión de las paritarias por rama y acuerdos "por empresa" frente a la crisis.
Contratados y tercerizadas
Como los contratados van a ser despedidos, se les impidió votar porque nadie vota a favor de su despido. No se los incluyó en los llamados ‘10 puntos', objeto de referendo.
La dirigencia de la UOM de Villa Constitución ha hecho de gestora del Ministerio de Trabajo ante los obreros. Aceptó el cercenamiento del voto de los que están luchando codo a codo, en la carpa, en las movilizaciones y en las rutas. Prefiere los despidos a una lucha por el reparto de las horas de trabajo y un programa de inversiones bajo control obrero. El Estado se ha comprometido a pagar entre el 15 y el 20% de los salarios, según las categorías, cuando podría haber nacionalizado y destinado esa plata a reequipar la fábrica. A 420 mil pesos de salarios por mes (600 pesos por 700 obreros), en un año gastará 5 millones de pesos, que corresponde pagar a la patronal.
Hace unos días, las cooperativas y los contratados realizaron una asamblea en la que resolvieron que hasta que no les paguen todo lo adeudado (le deben el año completo), no van a entrar a la fábrica aunque arreglen los efectivos. En teoría, 48 horas antes de ingresar a la planta, a los efectivos le estarían pagando lo adeudado, pero para las cooperativas y contratados no hay fecha alguna.
La votación
Los trabajadores de Paraná Metal fueron extorsionados. Eligieron "seguir peleando desde 'adentro' (como dijo un compañero a la prensa), con la conciencia de que no serán respetados ni los 10 puntos puestos a votación. La dirección de su gremio, siguiendo órdenes del gobierno, no les permitió deliberar entre diversas alternativas.
La dirección de la UOM aceptó, con el nombre de "recategorización", una descategorización, donde las categorías especializadas ya conquistadas por Paraná Metal serían anuladas (1.7, 1.8, 1.9, 1.10). En su lugar quedarían sólo las categorías comunes del CCT 260 y del Laudo 29.
Se ha votado una rebaja salarial que no está determinada en ningún acta ni la duración ni la cantidad de las suspensiones rotativas.
Rebajando salarios, desconociendo convenios y despidiendo contratados, el gobierno pretende mostrar a las patronales, que es mejor opción, frente a los conflictos sociales, que la oposición patronal de los Carrió y los Solá.
Pero la pelea por los puestos de trabajo en Paraná Metal, en Acindar y en Siderar y en toda la clase obrera recién comienza.
Juan Ferro
Publicado en Prensa Obrera Online nº 4
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