El viernes 19, a las 9 de la mañana, una impresionante movilización arrancó desde la carpa de Paraná Metal (ex Metcon) y se detuvo en el cruce de la ruta y el ingreso a Acindar a esperar a los obreros, que a las 10 horas abandonaban la fábrica. Juntos comenzaron una marcha muy combativa hasta el centro de la ciudad de Villa Constitución. A lo largo de los cuatro kilómetors que separan las fábricas de la plaza central de la ciudad, muchos trabajadores de talleres se fueron sumando y mucha gente salió a saludar el paso de la movilización. Los comerciantes cerraron sus puertas en señal de apoyo a la lucha obrera y la Amsafe de Villa paró a las 10 horas desobligando a los alumnos.
Más de 5.000 trabajadores se concentraron en la plaza donde se realizó el acto. Allí hablaron diferentes sectores, como la Comisión Interna de Paraná Metal; la UOM de Villa; la CTA de Rosario, de Villa y la nacional; la UOM de Campana, la de Casilda y la UOM nacional; representantes de los comerciantes y del "comité de mujeres en lucha de Paraná Metal", entre otros. Hubo notas de saludos de diferentes organizaciones, del Cuerpo de Delegados del Subte y el apoyo desde el acto a las luchas de General Motors, Atilra Rosario y del Subte.Paraná Metal
Fue una movilización metalúrgica y popular masiva en respuesta al agravamiento del conflicto de Paraná Metal. La patronal -que había presentado recurso preventivo de crisis y la convocatoria a acreedores- suspendió por un mes, hasta el 15 de enero, y sin sueldo a los 1.200 obreros.
Lo que queda claro, luego de varias reuniones en el Ministerio de Trabajo, es que esta patronal (Mansud SA y Necotyl) -que recibió cuantiosos subsidios y que nunca invirtió un peso para modernizar la fábrica- vuelve a las andadas, pero en esta oportunidad redobla la apuesta. Salió a amenazar con el cierre si no le dan nuevos subsidios y sostuvo que la continuidad sólo es posible con una fuerte reducción de puestos de trabajo, una rebaja salarial y el cambio del convenio.Una ofensiva antiobrera en regla
Por eso, acertadamente y para evitar el vaciamiento, los compañeros de la fábrica instalaron una carpa en los portones y grupos de trabajadores recorren la planta.
En el acto realizado cuando finalizó la marcha, se desarrollaron diferentes posiciones, algunas totalmente demagógicas en la "defensa de los puestos de trabajo", como la de los dirigentes nacionales de la UOM y de la CTA que, a pesar de los miles de despedidos y suspendidos en todo el país, se han negado a convocar a un paro y un plan de lucha nacional. Otras expresaron claramente la voluntad de lucha de los obreros de Paraná Metal. En este sentido, fueron ovacionadas las "mujeres autoconvadas en lucha" de Paraná Metal. Ramona Chávez, una de sus dirigentes, explicó el proceso de organización de las mujeres y el compromiso de luchar hasta la victoria (ver nota).
Un programa frente a la crisis
En el acto fue leída la declaración del Plenario de Trabajadores de la Zona Sur que votó un programa para enfrentar unificadamente la crisis y que entre otros puntos (ver nota) plantea la lucha por: "No a los despidos, suspensiones y rebaja salarial, por el reparto de las horas de trabajo manteniendo el mismo salario".
Juan Actis, secretario adjunto de la UOM de Villa Constitución, planteó el compromiso que "Paraná Metal no va a cerrar" porque "si no hay capitales la tendremos que poner a trabajar nosotros".
Esta propuesta tiene como base las negociaciones actuales sobre el futuro de la fábrica. En este sentido, el ministro de Trabajo nacional, Tomada, y Moreno están interviniendo fuertemente para descomprimir el conflicto con la promesa de que están avanzando en la búsqueda de nuevos inversores. Mientras tanto, anunciaron el compromiso de entregarle a cada obrero 500 pesos de ayuda por las fiestas y la posibilidad de prorrogar los 600 pesos que recibía cada trabajador por mes, como parte de su salario, hasta que se resuelva el conflicto.
Pero hay que ser claros; el resultado de esta política está condenado al fracaso para los intereses de los trabajadores. Nadie querrá invertir en una industria obsoleta en un momento donde la crisis capitalista está haciendo estragos en la industria automotriz a escala mundial. Hoy, Paraná Metal exporta el 95% de su producción y sus principales compradores son la Ford y VW de Brasil y la Ford de Argentina.
Un nuevo inversor o la misma patronal tendrán como eje central el abaratamiento de costos: esto quiere decir el despido del 50% de los trabajadores, la rebaja salarial, la destrucción del convenio y nuevos subsidios estatales.
Por eso también hay que señalar que en estas condiciones, la participación sindical o estatal en el Directorio no garantiza nada y puede entrampar a los trabajadores en este derrumbe.Estamos frente a una verdadera catástrofe social porque Paraná Metal es la segunda empresa en importancia en Villa Constitución y una de la más importantes de la provincia, con 1.200 obreros empleados y otros 800 de pequeños talleres metalúrgicos que también se verán afectados.
Por su parte, la "salida" del gobierno "socialista" es otro desastre.
La ley de "emergencia laboral", recientemente aprobada en la provincia, no prohíbe los despidos sino que sanciona con una doble indemnización a las empresas que despidan sin cumplir con los trámites exigidos. Pero, curiosamente, el trabajador solamente ve la indemnización que le corresponde por ley y la otra se la embolsa el Estado.
Paraná Metal: Los obreros tienen que triunfar
La carpa montada en la entrada y la permanencia en la fábrica son un ejemplo de lucha para impedir el vaciamiento, pero necesitamos defender la fuente laboral, los puestos de trabajo y los salarios.
Que Paraná Metal sea expropiada, sin pago, estatizada y puesta a funcionar bajo control de los trabajadores.
Ninguna rebaja salarial. Pago íntegro de los sueldos a todos (efectivos, contratados y obreros de las cooperativas).
Por el reparto de las horas de trabajo con el mismo salario.
Por un plan de lucha de la UOM para reforzar a los compañeros de Paraná Metal, enfrentar los despidos de contratados y los planes de "ajuste" en Acindar.
No al vaciamiento. Carpa y ocupación. Como han hecho los trabajadores de Malhe, Indugraf, Massuh, hay que ocupar las fábricas que despidan o pretendan vaciar.
Por un Congreso de Trabajadores provincial con delegados mandatados por asambleas, que dé una respuesta de conjunto a la crisis capitalista y elabore un plan económico y de reconversión industrial en función de los intereses de las mayorías populares. Como nos dijo fuera del palco uno de los compañeros de Paraná Metal que participó en el Plenario de Trabajadores en Rosario: "Ahora, el Segundo Plenario hay que hacerlo en Villa".
Emilio Blanco
Más de 5.000 trabajadores se concentraron en la plaza donde se realizó el acto. Allí hablaron diferentes sectores, como la Comisión Interna de Paraná Metal; la UOM de Villa; la CTA de Rosario, de Villa y la nacional; la UOM de Campana, la de Casilda y la UOM nacional; representantes de los comerciantes y del "comité de mujeres en lucha de Paraná Metal", entre otros. Hubo notas de saludos de diferentes organizaciones, del Cuerpo de Delegados del Subte y el apoyo desde el acto a las luchas de General Motors, Atilra Rosario y del Subte.Paraná Metal
Fue una movilización metalúrgica y popular masiva en respuesta al agravamiento del conflicto de Paraná Metal. La patronal -que había presentado recurso preventivo de crisis y la convocatoria a acreedores- suspendió por un mes, hasta el 15 de enero, y sin sueldo a los 1.200 obreros.
Lo que queda claro, luego de varias reuniones en el Ministerio de Trabajo, es que esta patronal (Mansud SA y Necotyl) -que recibió cuantiosos subsidios y que nunca invirtió un peso para modernizar la fábrica- vuelve a las andadas, pero en esta oportunidad redobla la apuesta. Salió a amenazar con el cierre si no le dan nuevos subsidios y sostuvo que la continuidad sólo es posible con una fuerte reducción de puestos de trabajo, una rebaja salarial y el cambio del convenio.Una ofensiva antiobrera en regla
Por eso, acertadamente y para evitar el vaciamiento, los compañeros de la fábrica instalaron una carpa en los portones y grupos de trabajadores recorren la planta.
En el acto realizado cuando finalizó la marcha, se desarrollaron diferentes posiciones, algunas totalmente demagógicas en la "defensa de los puestos de trabajo", como la de los dirigentes nacionales de la UOM y de la CTA que, a pesar de los miles de despedidos y suspendidos en todo el país, se han negado a convocar a un paro y un plan de lucha nacional. Otras expresaron claramente la voluntad de lucha de los obreros de Paraná Metal. En este sentido, fueron ovacionadas las "mujeres autoconvadas en lucha" de Paraná Metal. Ramona Chávez, una de sus dirigentes, explicó el proceso de organización de las mujeres y el compromiso de luchar hasta la victoria (ver nota).
Un programa frente a la crisis
En el acto fue leída la declaración del Plenario de Trabajadores de la Zona Sur que votó un programa para enfrentar unificadamente la crisis y que entre otros puntos (ver nota) plantea la lucha por: "No a los despidos, suspensiones y rebaja salarial, por el reparto de las horas de trabajo manteniendo el mismo salario".
Juan Actis, secretario adjunto de la UOM de Villa Constitución, planteó el compromiso que "Paraná Metal no va a cerrar" porque "si no hay capitales la tendremos que poner a trabajar nosotros".
Esta propuesta tiene como base las negociaciones actuales sobre el futuro de la fábrica. En este sentido, el ministro de Trabajo nacional, Tomada, y Moreno están interviniendo fuertemente para descomprimir el conflicto con la promesa de que están avanzando en la búsqueda de nuevos inversores. Mientras tanto, anunciaron el compromiso de entregarle a cada obrero 500 pesos de ayuda por las fiestas y la posibilidad de prorrogar los 600 pesos que recibía cada trabajador por mes, como parte de su salario, hasta que se resuelva el conflicto.
Pero hay que ser claros; el resultado de esta política está condenado al fracaso para los intereses de los trabajadores. Nadie querrá invertir en una industria obsoleta en un momento donde la crisis capitalista está haciendo estragos en la industria automotriz a escala mundial. Hoy, Paraná Metal exporta el 95% de su producción y sus principales compradores son la Ford y VW de Brasil y la Ford de Argentina.
Un nuevo inversor o la misma patronal tendrán como eje central el abaratamiento de costos: esto quiere decir el despido del 50% de los trabajadores, la rebaja salarial, la destrucción del convenio y nuevos subsidios estatales.
Por eso también hay que señalar que en estas condiciones, la participación sindical o estatal en el Directorio no garantiza nada y puede entrampar a los trabajadores en este derrumbe.Estamos frente a una verdadera catástrofe social porque Paraná Metal es la segunda empresa en importancia en Villa Constitución y una de la más importantes de la provincia, con 1.200 obreros empleados y otros 800 de pequeños talleres metalúrgicos que también se verán afectados.
Por su parte, la "salida" del gobierno "socialista" es otro desastre.
La ley de "emergencia laboral", recientemente aprobada en la provincia, no prohíbe los despidos sino que sanciona con una doble indemnización a las empresas que despidan sin cumplir con los trámites exigidos. Pero, curiosamente, el trabajador solamente ve la indemnización que le corresponde por ley y la otra se la embolsa el Estado.
Paraná Metal: Los obreros tienen que triunfar
La carpa montada en la entrada y la permanencia en la fábrica son un ejemplo de lucha para impedir el vaciamiento, pero necesitamos defender la fuente laboral, los puestos de trabajo y los salarios.
Que Paraná Metal sea expropiada, sin pago, estatizada y puesta a funcionar bajo control de los trabajadores.
Ninguna rebaja salarial. Pago íntegro de los sueldos a todos (efectivos, contratados y obreros de las cooperativas).
Por el reparto de las horas de trabajo con el mismo salario.
Por un plan de lucha de la UOM para reforzar a los compañeros de Paraná Metal, enfrentar los despidos de contratados y los planes de "ajuste" en Acindar.
No al vaciamiento. Carpa y ocupación. Como han hecho los trabajadores de Malhe, Indugraf, Massuh, hay que ocupar las fábricas que despidan o pretendan vaciar.
Por un Congreso de Trabajadores provincial con delegados mandatados por asambleas, que dé una respuesta de conjunto a la crisis capitalista y elabore un plan económico y de reconversión industrial en función de los intereses de las mayorías populares. Como nos dijo fuera del palco uno de los compañeros de Paraná Metal que participó en el Plenario de Trabajadores en Rosario: "Ahora, el Segundo Plenario hay que hacerlo en Villa".
Emilio Blanco
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