La burocracia de Atilra nacional sigue patoteando
Después de que una patota de más de 800 personas de la dirección de Atilra nacional, bajo la batuta directa de su secretario general Héctor Ponce, no pudiera ocupar las instalaciones del local de Atilra Rosario, defendido por sus trabajadores, sindicatos solidarios y decenas de luchadores de distintos gremios, se renueva la ofensiva de la burocracia.
Ha llegado ahora a Atilra Rosario la "ocupación administrativa". En una carta documento, al estilo clásico de la burocracia, Ponce -como Fernández de la UTA con los delegados del Subte- ya considera a la seccional Rosario como "ex delegados"
El propósito de Ponce, que cuenta con el descarado aval del gobierno nacional, es hundir los reclamos de los trabajadores lecheros sacándolos de las discusiones.
La estrategia conjunta de la burocracia de Atilra nacional y las empresas es que Sancor y Cotar no reciban más a la directiva de Atilra Rosario ni atiendan los reclamos de los delegados de planta, y discutan directamente con Ponce.
Con la ocupación "administrativa" los propósitos del gobierno nacional, hoy dueño de Sancor, se mantienen firmes. Las patronales y el gobierno quieren ‘discutir' con la burocracia y no con los luchadores. Binner ‘trabaja' a destajo con Tomada en los conflictos de General Motors, Paraná Metal y, ahora también en Atilra.
Junto a la intervención viene la asfixia presupuestaria, la quita de la cuota parte de los ingresos de los afiliados para que el sindicato funcione y la quita del control de la Obra Social, un problema caro para las necesidades de los trabajadores de la seccional.
La intervención es una gigantesca patoteada, no sólo contra los activistas de Atilra Rosario sino contra todos los trabajadores lecheros: los quieren dejar sin delegados, que han sido elegidos democráticamente, y sin su obra social.
Repudiamos la intervención a Atilra Rosario. Es necesaria una enorme movilización para defender la seccional. Así como impedimos la toma del sindicato, hay que imponer el reconocimiento de todos los derechos gremiales y de la obra social.
Está planteada una inmensa marcha de apoyo a la seccional y un inmediato paro de repudio contra la intervención. Se está abriendo camino en Santa Fe a una intervención obrera, de lucha, independiente de las patronales y de los gobiernos patronales. Hay que alentarla y luchar a fondo para que se imponga. Sólo así los trabajadores enfrentaremos la enorme crisis a la que nos han llevado los capitalistas.
Juan Ferro
Publicado por Prensa Obrera nº 1068
Después de que una patota de más de 800 personas de la dirección de Atilra nacional, bajo la batuta directa de su secretario general Héctor Ponce, no pudiera ocupar las instalaciones del local de Atilra Rosario, defendido por sus trabajadores, sindicatos solidarios y decenas de luchadores de distintos gremios, se renueva la ofensiva de la burocracia.
Ha llegado ahora a Atilra Rosario la "ocupación administrativa". En una carta documento, al estilo clásico de la burocracia, Ponce -como Fernández de la UTA con los delegados del Subte- ya considera a la seccional Rosario como "ex delegados"
El propósito de Ponce, que cuenta con el descarado aval del gobierno nacional, es hundir los reclamos de los trabajadores lecheros sacándolos de las discusiones.
La estrategia conjunta de la burocracia de Atilra nacional y las empresas es que Sancor y Cotar no reciban más a la directiva de Atilra Rosario ni atiendan los reclamos de los delegados de planta, y discutan directamente con Ponce.
Con la ocupación "administrativa" los propósitos del gobierno nacional, hoy dueño de Sancor, se mantienen firmes. Las patronales y el gobierno quieren ‘discutir' con la burocracia y no con los luchadores. Binner ‘trabaja' a destajo con Tomada en los conflictos de General Motors, Paraná Metal y, ahora también en Atilra.
Junto a la intervención viene la asfixia presupuestaria, la quita de la cuota parte de los ingresos de los afiliados para que el sindicato funcione y la quita del control de la Obra Social, un problema caro para las necesidades de los trabajadores de la seccional.
La intervención es una gigantesca patoteada, no sólo contra los activistas de Atilra Rosario sino contra todos los trabajadores lecheros: los quieren dejar sin delegados, que han sido elegidos democráticamente, y sin su obra social.
Repudiamos la intervención a Atilra Rosario. Es necesaria una enorme movilización para defender la seccional. Así como impedimos la toma del sindicato, hay que imponer el reconocimiento de todos los derechos gremiales y de la obra social.
Está planteada una inmensa marcha de apoyo a la seccional y un inmediato paro de repudio contra la intervención. Se está abriendo camino en Santa Fe a una intervención obrera, de lucha, independiente de las patronales y de los gobiernos patronales. Hay que alentarla y luchar a fondo para que se imponga. Sólo así los trabajadores enfrentaremos la enorme crisis a la que nos han llevado los capitalistas.
Juan Ferro
Publicado por Prensa Obrera nº 1068
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