jueves, 16 de julio de 2015

Acindar en pie de lucha

Unos 200 obreros de Acindar se movilizaron, el viernes 10, junto a los despedidos y sus familiares al Ministerio de Trabajo donde estaban reunidos la patronal y la UOM.
 
Reafirmaron allí, una vez más, el reclamo de reincorporación de todos los despedidos. Este fue el reclamo votado en las asambleas generales y el que dio lugar a siete días de paro total de la fábrica. Una acción de lucha masiva que no se veía desde hace mucho tiempo y que nació de la rebelión obrera en la sección Acería. Jamás había habido una acción solidaria con tercerizados de esta magnitud.
 
La contundencia de la respuesta obrera no fue sólo por los despidos, sino también por los planes patronales que vienen por detrás.
 
Ajustar la producción de Acindar a un mercado que se viene achicando por la importación de acero proveniente de China traerá un fuerte ataque a los salarios y condiciones laborales.
 
La patronal busca quebrar la organización sindical y la unidad de efectivos y tercerizados que, en una fábrica como Acindar donde la mitad son de planta y la otra mitad tercerizados, es una cuestión vital.
 
La patronal tiene en la mira golpear las conquistas de fábrica (convenio Acindar) y aumentar la productividad con menos obreros. En este sentido la primera variable de ajuste son los tercerizados pero las consecuencias las sufrirán todos los obreros de fábrica.
 
Esto explica la dureza de la patronal con los propios obreros de planta que se solidarizaron con los contratados despedidos.
 
La comprensión general de esta situación, la fuerza de una lucha que excedió los propios cálculos de la directiva de la UOM es lo que explica la conducta de ésta. Dio al principio un visto bueno a la huelga pero luego se jugó a que se levante, apoyándose en el Estado, por la conciliación obligatoria. Ahora los dirigentes sindicales aceptaron que los despedidos, que debían ser reincorporados, se los licencie sin dejarlos volver a sus puestos de trabajo.
 
Este es un viejo recurso utilizado en otros conflictos como el de General Motors, donde buscan el aislamiento de los despedidos y la desmovilización del resto de los trabajadores.
 
Serán en total unos 30 días de conciliación donde la patronal, con la abierta colaboración del Ministerio de Trabajo y los funcionarios del gobierno "socialista", intentará liquidar el conflicto con los despedidos afuera.
 
En este cuadro el compromiso de los dirigentes de la UOM de retomar la huelga si no son reincorporados suena a chamullo.
 
La reciente marcha de los despedidos, por el contrario, muestra que la voluntad de lucha por la reincorporación de todos los despidos, sigue fuerte. Está planteada una audiencia de conciliación para este jueves 16, para la que está en debate la nueva movilización.

No hay comentarios: