La inflación de 2014 se ha instalado en el 40%, aunque no se toman en cuenta los últimos naftazos y varios tarifazos, como los de las prepagas y otros servicios.
El gobierno K se las ha arreglado para aumentar, en lo que va del año, un 300% las tarifas de gas, un 170% las de agua y un 66% el transporte público.
Los “precios cuidados” son la coartada para remarcar.
En este marco, las grandes patronales vociferan por una nueva devaluación de la moneda, en primer lugar los sojeros y las automotrices.
Es la condición que ponen para refinanciar la deuda usuraria.
A las automotrices encanutadoras, Cristina las premió con la promesa de una nueva remarcación de precios.
Pero a los trabajadores aeronáuticos, que reclaman por un 35% de aumento de salarios, el “camporista” que ‘preside’ Aerolíneas los amenazó con el cierre de la empresa.
Con precios “descuidados” y salarios en el cepo, el gobierno “nacional y popular” aborda la bancarrota de su propia política.
El que no cree que esto conduzca a buen puerto es el Papa, que invitó a CFK a una cena, para recomendarle algunos ‘cuidados’.
Los golpes que han recibido los ‘caranchos’ del Estado que ‘operan’ contra los trabajadores muestran la insuperable debilidad del gobierno a los ojos de sus mandantes capitalistas.
El Vaticano va a recomendarle a CFK que salga de la autoproclamación y forme un nuevo gobierno, y que además pida ‘consejos’ al capital financiero para salir del defol.
Se vuelve a plantear el dilema de siempre: ¿qué clase social va a pagar la crisis, quién va a capitalizar políticamente el desmoronamiento del gobierno?
El Partido Obrero plantea la necesidad de un paro activo de 36 horas por las reivindicaciones, y convoca a los trabajadores y a la izquierda a una movilización política independiente.
El gobierno K se las ha arreglado para aumentar, en lo que va del año, un 300% las tarifas de gas, un 170% las de agua y un 66% el transporte público.
Los “precios cuidados” son la coartada para remarcar.
En este marco, las grandes patronales vociferan por una nueva devaluación de la moneda, en primer lugar los sojeros y las automotrices.
Es la condición que ponen para refinanciar la deuda usuraria.
A las automotrices encanutadoras, Cristina las premió con la promesa de una nueva remarcación de precios.
Pero a los trabajadores aeronáuticos, que reclaman por un 35% de aumento de salarios, el “camporista” que ‘preside’ Aerolíneas los amenazó con el cierre de la empresa.
Con precios “descuidados” y salarios en el cepo, el gobierno “nacional y popular” aborda la bancarrota de su propia política.
El que no cree que esto conduzca a buen puerto es el Papa, que invitó a CFK a una cena, para recomendarle algunos ‘cuidados’.
Los golpes que han recibido los ‘caranchos’ del Estado que ‘operan’ contra los trabajadores muestran la insuperable debilidad del gobierno a los ojos de sus mandantes capitalistas.
El Vaticano va a recomendarle a CFK que salga de la autoproclamación y forme un nuevo gobierno, y que además pida ‘consejos’ al capital financiero para salir del defol.
Se vuelve a plantear el dilema de siempre: ¿qué clase social va a pagar la crisis, quién va a capitalizar políticamente el desmoronamiento del gobierno?
El Partido Obrero plantea la necesidad de un paro activo de 36 horas por las reivindicaciones, y convoca a los trabajadores y a la izquierda a una movilización política independiente.
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