Los docentes bonaerenses comenzaron el segundo cuatrimestre con un paro contundente, porque sus salarios han sido devorados por la inflación y porque la infraestructura escolar se viene abajo.
Se han sumado, de este modo, a las luchas de Lear, Weatherford, Shell, Honda y muchas otras fábricas que continúan enfrentando las suspensiones y los despidos.
En marzo pasado, la huelga indefinida de los sindicatos docentes bonaerenses fue el preludio de un paro nacional.
Ahora, CFK le dice a la burocracia de los sindicatos que hacer una huelga sería contrario a la ‘unidad nacional’ frente a la ‘cruzada’ que estaría librando contra los fondos buitre.
¿De qué ‘cruzada’ habla si, por el contrario, está negociando pagarle a esos fondos y a todos los que tienen el 95% de la deuda argentina?
Cruzada es la que libra el gobierno contra asalariados y jubilados: a los primeros, con el impuesto a las ganancias; a los segundos, con ajustes inferiores a la inflación.
Las luchas en las distintas empresas demuestran que los activistas tenemos una vía para resistir los despidos y suspensiones, a pesar del sabotaje de la burocracia sindical.
Con estas luchas abrimos las vías para una pelea general y para un paro nacional.
Es necesario aplicar este método a una escala mayor: organizar una manifestación de alcance nacional contra la ofensiva patronal y del gobierno, por un paro nacional de las centrales obreras.
Participemos masivamente del congreso por la unidad del movimiento obrero y de la izquierda, para levantar a los trabajadores como alternativa política.
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