Luego de 29 días de lucha (en asamblea permanente, primero
apostados en el obrador municipal, luego con una olla popular en la puerta de la
Municipalidad y con movilización casi permanente al Concejo municipal), se logró
que bajo el régimen de la ley provincial 9.286 que abarca a municipios y
comunas- se firme un acta entre el Ministerio de Trabajo, el Ejecutivo
municipal, el sindicato y los representantes de los trabajadores que establece
la realización de 29 contratos municipales con la categoría 8 -el convenio
mínimo municipal- en un plazo de un año. Los primeros tres pasarán el 1º de
julio; luego, dos por mes hasta culminar, respetando a rajatabla la antigüedad
armada por la misma asamblea de los trabajadores.
Entre otros logros, esto significa que pasarán a trabajar 30 horas semanales,
con seguro de vida, con obra social, con aportes jubilatorios, etcétera: lo que,
ni más ni menos, son las mínimas condiciones de seguridad e higiene laboral de
las que deberían gozar el conjunto de los trabajadores de nuestra ciudad.
La organización de los trabajadores
Ahora más que nunca es necesario que los trabajadores continúen organizados,
hasta que se garantice el último de los compromisos del acta establecida en el
Ministerio de Trabajo. Porque las reivindicaciones de los compañeros son
múltiples, todavía hay reclamos pendientes: ropa de trabajo, herramientas, años
de antigüedad y, el más importante, el definitivo pase a planta
permanente.
Luego de esta importante victoria, entre los grandes desafíos que
quedan planteados figuran la afiliación gremial, la lucha por los comités de
seguridad e higiene, la elección -en asamblea- de delegados por cuadrillas de
trabajo y el nacimiento de una agrupación de base que tome todos estos
problemas.
El Concejo municipal
Como fue de público conocimiento, el oficialismo del concejo votó en contra
de un pedido de informe sobre los trabajadores subsidiados. Pero no sólo eso.
Frente a la imposibilidad de votar en contra del proyecto presentado por el
bloque del Partido Obrero sobre el pase a planta permanente de estos
trabajadores, quienes desarrollan tareas municipales según la ley 9.286 -debido
a la movilización de los compañeros al Concejo-, decidieron enviarlo a comisión,
sin fecha preestablecida. Esto debe entenderse como una clara señal por parte
del oficialismo de no querer romper con la política de precarización en nuestra
ciudad.
Resulta sumamente importante que el tema de los precarizados no quede
cajoneado por el Poder Legislativo; porque, además, se trata sólo de una parte
de los más de cien compañeros que continúan en esa misma situación.
La
sustanciación de los 29 contratos, por medio de la lucha, sienta un precedente
histórico para el resto de los trabajadores en negro de la ciudad e incluso para
los más de 12 mil trabajadores tercerizados de nuestra provincia, Santa Fe -una
de las más ricas del país que, como contracara, tiene a los trabajadores peor
pagos.
Lo que se viene
El regreso al trabajo llena de ansiedad a los trabajadores; no sólo por el
miedo a las represarías a raíz de la medida de fuerza que realizaron durante un
mes -que se mezcla con la alegría por haber logrado el objetivo-, sino, además,
por la nueva situación que enfrentan de ahora en más: son trabajadores
reconocidos, en algunos casos después de veinte años de trabajo.
Desde el
Partido Obrero estaremos acompañando cada movimiento, como lo hicimos hasta
ahora desde la bancada y en la calle. ¡Viva la lucha de los trabajadores
subsidiados! ¡Basta de trabajo en negro! ¡Por el pase planta permanente de todos
los trabajadores!
Felicitaciones, compañeros.