El poderoso grupo cerealero Vicentín paralizó las obras de inversión de su planta del frigorífico El Nelson, de la ciudad de Reconquista, y anunció el despido de los trabajadores contratados que hacían las obras de ampliación.
Alejandro Zegna, vocero del grupo, advirtió que es el comienzo de acciones más drásticas, que incluyen despidos masivos de trabajadores, el posible cierre del frigorífico Toba del Chaco y una rebaja de salarios de todos sus trabajadores. El grupo pretende obtener un aumento de la remunerativa Cuota Hilton (exportación).
La dirección del sindicato de la carne se ha solidarizado con el pedido de la patronal de paliar "una crisis inédita" con la "donación de horas de trabajo". Los trabajadores rechazaron el planteo en una asamblea. La patronal se encamina ahora a mandar a "garantía horaria" (suspensión) a los trabajadores del frigorífico Toba, con la amenaza posterior de cierre; también amenaza hacerlo con el frigorífico de Reconquista. La garantía horaria ha quedado desnaturalizada por la elevada incidencia que tienen los premios en el salario de bolsillo.
En oposición a suspensiones y despidos, planteamos el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario y la oposición a cualquier cierre. Vicentín tiene una ancha espalda de millones de dólares. La coordinación de los trabajadores de ambos frigoríficos, el apoyo de los trabajadores del parque industrial de Tirol y de los trabajadores de Reconquista, son imprescindibles para dar una respuesta concreta a estas amenazas.
Juan Ferro
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