El debut de la boleta única

El desguace de los partidos capitalistas

En las elecciones primarias del 22 de mayo de Santa Fe hizo su debut la boleta única, que fue presentada por el gobierno provincial como la superación de los vicios de la boleta "sábana". En realidad, "los postulantes invirtieron cifras multimillonarias en una campaña larga y abrumadora que copó todos los espacios públicos de la provincia y que puso el foco sobre el origen de los fondos que financiaron semejante gasto... Según esa estimación, pagar algunas campañas, como las de los postulantes socialistas y la del kirchnerista Agustín Rossi, insumió un costo de alrededor de 18 millones de pesos cada una" (Clarín, 19/5).
La boleta única privilegia la candidatura personal en forma excluyente (con foto y todo) por encima del partido. De ese modo, se establece un vínculo directo y personal de los candidatos con los grupos capitalistas que lo financian. La "banca" de algunas listas departamentales tenían nombre y apellido o, mejor dicho, razón social... Nunca, como en esta elección, se vieron consignas más vacías y candidatos que miraron para otro lado ante los problemas de la población, en particular la tercerización y la superexplotación, así como el cierre de fábricas como Paraná Metal y Malhe -responsabilidad tanto del gobierno de Binner como del de Cristina K.
Por el contrario, según informa La Capital del 28 de mayo, una experiencia de periodismo sobre los programas de los partidos realizada con estudiantes de 7º grado de la Escuela Gurruchaga -la que fue impulsada por sus docentes- produjo un entusiasmado debate sobre los planteos del Partido Obrero y la defensa de los intereses de los trabajadores. Todo lo contrario a lo que se expresó en el debut de la boleta única.

Muni