jueves, 9 de septiembre de 2010

Paraná Metal: Crece la lucha

Los trabajadores de Paraná Metal continúan cortando la autopista Rosario-Buenos Aires. El plan de lucha, votado en un plenario de delegados de la UOM Villa Constitución, se puso en marcha.
Primero, con una masiva movilización de más de 6.000 personas que recorrió Villa, demostrando el apoyo de todo el pueblo a los trabajadores de Paraná Metal. Luego, a pesar de las terribles condiciones climáticas, el jueves 2 comenzó el corte de la autopista Rosario-Buenos Aires, uno de los recorridos más transitados e importantes de todo el país.
Rápidamente el corte se rodeó de solidaridad. Trabajadores de Rosario, de Acindar de Villa Constitución, organizaciones sociales y políticas nos hicimos presentes para apoyar decididamente esta lucha.
La solidaridad de clase no se hizo esperar y los trabajadores de Acindar aportaron 100 mil pesos al fondo de huelga de los trabajadores. Hasta cinco micros de la barra brava de Independiente, que se dirigían al partido contra Newell’s el sábado pasado, se tomaron un tiempo y se bajaron a solidarizarse con los trabajadores.
La lucha de Paraná Metal es la expresión de lucha de un pueblo entero por defender sus condiciones de vida. Desde que empezó el corte, una delegación del PO participa del mismo y durante la primera jornada Néstor Pitrola acompañó a los trabajadores.

La propuesta patronal no debe pasar
Tras las medidas de lucha y la persistencia del corte de la autopista por tiempo indeterminado, comenzaron las negociaciones con Tomada y los empresarios. La propuesta que lanzó el empresario amigo de los K, Cristóbal López, delata sus pretensiones. Por 90 días, propone 300 obreros adentro de la fábrica trabajando, con suspensiones rotativas al 50% del salario para los 900. A esta propuesta, se le suma la tentativa de cambiarlos de convenio, pasándolos de Laudo 29 a Rama 17 con lo que se rebaja aún más el salario. Esto sería un golpe para los trabajadores, porque destruiría más sus condiciones de trabajo sin que esto garantice la continuidad de los puestos de trabajo. Con su propuesta, Cristóbal López quiere volver a la situación anterior para intentar una vez más la imposición de retiros “voluntarios masivos” y dejar “colgados” a las contratistas.
Frente a esto, los K atinaron a decir que van a evaluar “un aporte, para paliar esta rebaja salarial” que representaría esta propuesta. No se hacen cargo de las quincenas que ya les están debiendo a los trabajadores, pero sí se ocupan de reforzar la propuesta de su amigo Cristóbal López. Una canallada. Queda claro que tanto al gobierno nacional como al gobierno provincial de Binner no les interesa en absoluto la defensa de los puestos de trabajo. Allí están para demostrarlo los ejemplos de Mahle y Massuh, desmanteladas por los empresarios con el visto bueno de estos gobiernos.

Profundicemos la lucha por una salida
No dejemos pasar la propuesta patronal que representa un nuevo golpe a los trabajadores. Todos adentro, incluyendo a las contratistas y cooperativas, sin ninguna rebaja salarial.La lucha por la defensa de los puestos de trabajo ya se empezó a instalar en la situación política nacional.
Ahora, los esfuerzos tienen que estar puestos en colocarlo en primera plana. Para ello hay que continuar con el corte de la autopista por tiempo indeterminado. Reclamar un paro activo a la UOM, la CGT y la CTA y movilizarse al poder político para que no puedan seguir mirando para otro lado.
El “posibilismo” ha tocado fondo. El plebiscito para defender las suspensiones y las gestiones con la UOM nacional para que dieran la salida se han agotado. La defensa de los puestos de trabajo de Paraná Metal hoy está directamente relacionada con la magnitud de su resistencia y a la proyección nacional que tome su lucha. Cuanto mayor sea su instalación nacional, mayores dificultades tendrá el gobierno de Binner para mirar hacia otro lado, apelando a leyes de seguridad industrial que no se cumplen, a emergencias económicas que tampoco se cumplen y a proyectos de expropiación que duermen en los cajones de la gobernación, como fue el caso de Malhe.
El gobierno de Binnner, que subsidia el pago de grandes impuestos a las agroexportadoras, puede mantener la totalidad del pago de los sueldos de los trabajadores si la fábrica pasara a manos del Estado provincial y la misma quedara bajo el control de los trabajadores, de manera que las más de 1.500 familias de Villa Constitución que hoy dependen directa o indirectamente de Paraná Metal mantendrían su trabajo.
La salida definitiva de Paraná Metal es una readecuación de su proceso productivo, que permita darles trabajo a todos trabajadores de la planta. Eso se hace con una inversión tecnológica, que tanto el gobierno provincial como el gobierno nacional están en perfectas condiciones de hacer, pero que hay que arrancarla con la lucha. Los obreros y sus mujeres están dando un gran ejemplo. Todos debemos apoyarlos. Como dicen sus principales activistas, levantamos cuando se termine el “chamuyo” y haya soluciones.

Damián Blanco

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