jueves, 26 de noviembre de 2009

SON INCAPACES DE GOBERNAR

Por una Jornada Clasista el 20 de diciembre

Los representantes y los partidos de la clase capitalista aseguran todos los días que sólo ellos son capaces de gobernar. La verdad de esta proposición la vimos en diciembre de 2001, pero mucho antes también: con la sanguinaria dictadura militar, el hiperinflacionario Alfonsín, la gran entrega nacional cuando Menem presidía y Kirchner y Duhalde acompañaban desde las provincias.
Ahora la historia vuelve a repetirse: la ‘oposición’ se quiere quedar con la vicepresidencia 1º del Senado para quedar en la línea de sucesión de la Presidenta, por si se va Cobos, o sea lo mismo que le hizo Puerta a De la Rúa en 2001, con las consecuencias conocidas.
La Presidenta devuelve la galantería con la amenaza de que va a vetar las leyes del Congreso, que en diciembre se le va a dar vuelta, todas las veces que sea necesario.
Moyano y compañía embisten contra la Corte designada por K a causa de los fallos de ésta a favor de la libertad sindical, o del derecho al juicio civil por accidentes de trabajo, o a favor del reconocimiento de deudas con los jubilados.
El contexto de esta crisis política es el derrumbe económico del capitalismo y una tasa de desocupación y sub-ocupación que supera el 20 por ciento, unos tres millones y medio de personas.
La manifestación más brutal de la disgregación política de los gobernantes es el espionaje policial en la Ciudad –que ha puesto de manifiesto la ingerencia de la CIA y los servicios sionistas en la selección del personal de represión– y el espionaje del gobierno nacional contra sus opositores políticos –no solamente luchadores sino jueces, gobernadores y parlamentarios.
Se violan las leyes con toda impunidad, como ocurre con la negativa al reconocimiento del sindicato del Subte, la discriminación contra las organizaciones piqueteras que no son oficialistas, la violación del derecho a la reincorporación de los delegados y activistas de Kraft, la represión a los trabajadores de la salud de Tucumán, el retiro de la asistencia salarial a las empresas recuperadas, la violencia que se ejerce contra los docentes en las vísperas del fin del año escolar.
Las peleas entre los capitalistas por un nuevo reparto de los negocios es hoy el principal asunto de Estado.
Moreno sale al rescate de la peajista Ausol o de Metrogas, que dicen no poder pagar sus deudas, mientras va ajustando peajes y tarifas para que esas deudas las paguen los consumidores.
O embiste contra Papel Prensa en momentos en que la finlandesa Botnia se lanza a capturar el mercado de papel de Argentina, mediante el copamiento de Celulosa; o quiere aprovechar la crisis de los accionistas de Repsol para hacer avanzar a los capitalistas K en el negocio petrolero.
Los trabajadores pagamos esta descomposición del régimen político patronal con mayor miseria social y el desconocimiento de nuestros derechos.
En las vísperas de la transición a una nueva composición del Congreso, es oportuno que recordemos que habrá en él 36 bloques parlamentarios –una atomización tremenda.
De nuevo, en vísperas de la transición parlamentaria, advertimos que la burguesía ha perdido la capacidad de gobernar y que cada minuto que se alarga su gobierno es una amenaza para la vida y las libertades del pueblo, y un obstáculo absoluto para cualquier progreso social.
Ahora que tantos trabajadores nos lanzamos a las calles contra los agravios que nos inflingen, señalamos que la salida es que gobiernen los trabajadores.
El 20 de diciembre, aniversario de la rebelión popular de 2001, marchemos a Plaza de Mayo por una gran Jornada Clasista.

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