Un fraude con la marca de K y de Binner
La burocracia nacional de Atilra, que dirige el burócrata Héctor Ponce, se quedó con la seccional Rosario. ¿Cómo lo logró? Mediante un fraude mayúsculo: intervino el sindicato, disolvió la seccional y la desguazó en dos partes.
Así, Rosario fue anexada a la seccional del Trébol (dirigida por Alvarez, un burócrata de Ponce) que está a 200 kilómetros de distancia. El resto de las localidades que componían la seccional Rosario pasaron a otra seccional, en Totoras.
Con la división de la seccional y de los votos, la burocracia terminó ganando por 11 votos en Totoras y por 70 en El Trébol-Rosario. La Verde-Blanca, opositora, ganó en la ciudad de Rosario a pesar de que no pudieron votar los jubilados ni los repositores, pero la burocracia sacó una diferencia mayor en las empresas de El Trébol.
Los jubilados de Rosario no pudieron votar mientras sí lo hicieron los llevados por la burocracia en El Trébol. Los repositores rosarinos (unos 40 trabajadores) tuvieron que viajar 200 kilómetros para votar y solamente podían hacerlo para los cargos nacionales, no para las seccionales. La Junta Electoral ya había sido amañada por una tropa de punteros que llenó el local de la asamblea que la designó.
La burocracia contó con la abierta complicidad del Ministerio K de Trabajo nacional y del gobierno Binnerista, que habilitaron todas estas maniobras y ataques.
La Verde-Blanca
Todo el activismo combativo y antiburocrático se reagrupó en la Verde Blanca (agrupación 7 de Febrero); sin embargo, entró con una desventaja adicional, porque durante los meses posteriores a la intervención a la seccional Rosario no realizó una campaña intensa y general, de alcance nacional e internacional, contra la intervención y el fraude que se venía.
Defender Cotar
Ponce está jugado con las patronales, fundamentalmente con SanCor. En su mira está puesta, en primer lugar, Cotar, que es una tercerizada de SanCor, cuya patronal quiere achicar o eventualmente liquidar. El convenio entre SanCor y Cotar establece que en caso de cierre de Cotar, SanCor se quedaría con las maquinarias y la marca, pero no con los trabajadores.
Frente a esta ofensiva patronal y de la burocracia es necesario fortalecer las organizaciones de fábrica y los cuerpos de delegados.
Por la defensa incondicional de todos los puestos de trabajo en Cotar. Por el reclamo de que el gobierno provincial se haga cargo de la empresa bajo control de los trabajadores.
Carlos Blanco
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