El futuro de la fábrica Malhe sigue sin resolverse. Las dilatadas negociaciones y la variedad de los “postulantes”, a quedarse con la empresa contrasta abiertamente con lo que los futuros empresarios ofrecen por la misma.
La dilatada negociación tiene un claro tinte político, por eso no es de extrañar que la casi segura compra de Vasena al grupo alemán se haya caído después del 28 de junio. La cuestión central para los capitalistas es que el reaseguro de una apertura de las plantas quebradas debe tener la seguridad de un inmenso subsidio del gobierno, que la sostenga durante los primeros años como reaseguro de la inversión. La caída estrepitosa de los Kirchner ha puesto en juego la viabilidad de ese reaseguro.
Se está cayendo junto con el elenco gobernante, el anunciado plan de “el motor nacional” que iría en auxilio de las fabricas tipo Malhe y Paraná Metal. En esto también va incluida la incertidumbre sobre el futuro de la entrega de los subsidios Repro sacados de los fondos de la Anses.
Las garantías de avales que actualmente le piden a Vasena para la compra de la planta por parte del Banco Nación mucho tiene que ver con la poca certeza sobre el futuro de este salvataje del gobierno a las empresas quebradas. La trilogía de “interesados” por la planta tiene un común denominador: que el gobierno subsidie a los nuevos capitalistas.
El dato más importante es que, a pesar de la enésima conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, los trabajadores han vuelto a la ocupación de la planta y un plan de movilización que comenzó la semana pasada con una importante movilización. El viernes 3 se hizo una movilización convocada por la interna de Mahle, que recorrió el centro hasta el Monumento de la Bandera con los trabajadores de la óptica Balbazoni (que están ocupando dentro del predio la fabrica. y que también están reclamando la continuidad laboral mediante algún comprador).
Esta semana se aprestan a una nueva movilización a la Cámara de industriales metalúrgicos en reclamo de la defensa de los 500 puestos de trabajo.
El gobierno provincial debe garantizar los salarios de los 500 trabajadores de Malhe.El dinero sobra en la provincia por las enormes ganancias acumuladas por la exportación. Mientras se discute un acuerdo con uno o varios compradores, y una eventual ley de expropiación, es necesario un fuerte apoyo a todas las iniciativas de movilización de los trabajadores de Malhe para darles garantías de que cobrarán sus salarios.
Corresponsal
La dilatada negociación tiene un claro tinte político, por eso no es de extrañar que la casi segura compra de Vasena al grupo alemán se haya caído después del 28 de junio. La cuestión central para los capitalistas es que el reaseguro de una apertura de las plantas quebradas debe tener la seguridad de un inmenso subsidio del gobierno, que la sostenga durante los primeros años como reaseguro de la inversión. La caída estrepitosa de los Kirchner ha puesto en juego la viabilidad de ese reaseguro.
Se está cayendo junto con el elenco gobernante, el anunciado plan de “el motor nacional” que iría en auxilio de las fabricas tipo Malhe y Paraná Metal. En esto también va incluida la incertidumbre sobre el futuro de la entrega de los subsidios Repro sacados de los fondos de la Anses.
Las garantías de avales que actualmente le piden a Vasena para la compra de la planta por parte del Banco Nación mucho tiene que ver con la poca certeza sobre el futuro de este salvataje del gobierno a las empresas quebradas. La trilogía de “interesados” por la planta tiene un común denominador: que el gobierno subsidie a los nuevos capitalistas.
El dato más importante es que, a pesar de la enésima conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, los trabajadores han vuelto a la ocupación de la planta y un plan de movilización que comenzó la semana pasada con una importante movilización. El viernes 3 se hizo una movilización convocada por la interna de Mahle, que recorrió el centro hasta el Monumento de la Bandera con los trabajadores de la óptica Balbazoni (que están ocupando dentro del predio la fabrica. y que también están reclamando la continuidad laboral mediante algún comprador).
Esta semana se aprestan a una nueva movilización a la Cámara de industriales metalúrgicos en reclamo de la defensa de los 500 puestos de trabajo.
El gobierno provincial debe garantizar los salarios de los 500 trabajadores de Malhe.El dinero sobra en la provincia por las enormes ganancias acumuladas por la exportación. Mientras se discute un acuerdo con uno o varios compradores, y una eventual ley de expropiación, es necesario un fuerte apoyo a todas las iniciativas de movilización de los trabajadores de Malhe para darles garantías de que cobrarán sus salarios.
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