jueves, 11 de diciembre de 2008

CGT –CTA: Encubren a la patota de Atilra nacional y a toda la burocracia sindical

Moyano y Yasky han salido descaradamente "a repudiar la violencia" por los hechos ocurridos en Atilra Rosario, en un comunicado conjunto cuando todo el país sabe del accionar de las patotas de la CGT. Las patotas se mataron entre ellas en San Vicente, actuaron en Parmalat, en el Casino, en Dana; hace dos meses lo hicieron contra el Cuerpo de Delegados del Subte y recientemente en petroleros de La Pampa.
Yasky, en el comunicado "contra la violencia", salió a cubrirle las espaldas a Moyano y a la burocracia de la CGT, aunque Atilra Rosario y varios de los sindicatos agredidos se encuentran afiliados a la CTA.
¿Por qué los Yasky y De Gennaro no han salido a defenderlos? Porque el ataque de la patota de Atilra nacional, conducida por el burócrata Héctor Ponce, defiende al gobierno de Kirchner, actual dueño de SanCor.
Kirchner gobierna el país de la mano de la burocracia sindical de ambas centrales. Yasky le da la espalda a su propia seccional Atilra de Rosario, y cierra filas con la patota Ponce-Moyano que quería ocupar el sindicato.
Yasky y Moyano están comprometidos con la patronal de SanCor, que ha sido transformada en una verdadera agencia del gobierno desde que los Kirchner negociaron su rescate de la bancarrota. Sancor tiene también el padrinazgo de Binner; por eso su policía llegó "tarde" al lugar de los sucesos a pesar de las reiteradas denuncias de que intentaría copar el local del gremio.
El gobierno nacional y la patronal de Sancor quieren que Moyano y Ponce reemplacen a los luchadores de Atilra Rosario, para mejor servir a sus intereses.
El comunicado conjunto de Yasky y Moyano es un acto de complicidad recíproca de la burocracia sindical, que intenta protegerse, por un lado, de sus propias acciones, y es un servicio que se les reclama el gobierno de los K, que busca distanciarse ante la opinión pública de las provocaciones de sus capataces en el movimiento obrero, porque estos capataces les ayudan a tolerar los despidos y suspensiones y a firmar convenios perjudiciales para los trabajadores.
Cuando en el movimiento obrero se discute el tema de la libertad sindical, el frente Yasky-Moyano nos recuerda que son astillas de un mismo palo. La autonomía y la democracia de los sindicatos solamente la lograremos reemplazando a la burocracia por direcciones combativas e independientes.
Juan Ferro
Publicado en Prensa Obrera nº 1067

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