El domingo 12 de octubre apareció el cuerpo de Tatiana Agüero, de 8 años de edad, con evidentes signos de violación, semidesnuda y estrangulada, en un descampado parte del Bosque de los Constituyentes. Se trata de una zona con yuyales y malezas que en muchos lugares llegan a tener más de dos metros de altura.
La niña había vivido junto a su madre y hermanos hasta hace pocos meses en nuestro barrio. Inmediatamente los vecinos nos organizamos para exigir el castigo al culpable y el inmediato desmalezamiento y urbanización del lugar.
Ese paraje, al que ahora los vecinos llamamos "el bosque del horror", ya fue el escenario de otros cinco casos de muertes y violaciones (algunos todavía no esclarecidos). Veníamos denunciando el peligro que representaba y ante la falta de respuesta, exigimos, ante los medios la necesidad de que en el lugar se instale una escuela, un hospital o se construyan viviendas para los miles que no la tenemos. Decidimos por asamblea comenzar con la quema de los pastizales de ese descampado y exigimos la presencia de los funcionarios municipales para que dieran una respuesta.
Finalmente, subimos a la Circunvalación y cortamos la ruta durante un día hasta que los funcionarios municipales aparecieron. Nos dicen que el Bosque de los Constituyentes es una reserva ecológica (pulmón de la ciudad), que no puede ser destinada a otro fin. Que se comprometen a realizar las tareas de mantenimiento y desmalezamiento y a tomar medidas de seguridad (alambrados, etc.).
También le planteamos la necesidad de que en nuestro barrio, donde también abundan los descampados y yuyales, se lleven a adelante tareas de desmalezamiento, limpieza, alumbrado, apertura de calles. Y que se urbanice el lugar para dar lugar a la construcción de viviendas.
Se acordó que el próximo martes 21 los funcionarios municipales vendrán a una asamblea del barrio para dar respuesta a nuestros reclamos.
En todo este proceso, que finalmente llevó a que el asesino de Tatiana fuera detenido y que se conocieran las condiciones en las que vivimos los trabajadores del barrio, los vecinos nos encontramos más unidos que nunca. Hicimos asambleas numerosas, debatimos, decidimos y llevamos adelante lo que votamos.
Nos comprometimos a seguir hasta el final con nuestra lucha; para que no haya más Tatianas, para que los niños y niñas del barrio tengan un lugar seguro donde vivir, para que las familias puedan tener un techo, trabajo y condiciones de vida dignas.
Nora Leyva - Polo Obrero Nuevo Alberdi
La niña había vivido junto a su madre y hermanos hasta hace pocos meses en nuestro barrio. Inmediatamente los vecinos nos organizamos para exigir el castigo al culpable y el inmediato desmalezamiento y urbanización del lugar.
Ese paraje, al que ahora los vecinos llamamos "el bosque del horror", ya fue el escenario de otros cinco casos de muertes y violaciones (algunos todavía no esclarecidos). Veníamos denunciando el peligro que representaba y ante la falta de respuesta, exigimos, ante los medios la necesidad de que en el lugar se instale una escuela, un hospital o se construyan viviendas para los miles que no la tenemos. Decidimos por asamblea comenzar con la quema de los pastizales de ese descampado y exigimos la presencia de los funcionarios municipales para que dieran una respuesta.
Finalmente, subimos a la Circunvalación y cortamos la ruta durante un día hasta que los funcionarios municipales aparecieron. Nos dicen que el Bosque de los Constituyentes es una reserva ecológica (pulmón de la ciudad), que no puede ser destinada a otro fin. Que se comprometen a realizar las tareas de mantenimiento y desmalezamiento y a tomar medidas de seguridad (alambrados, etc.).
También le planteamos la necesidad de que en nuestro barrio, donde también abundan los descampados y yuyales, se lleven a adelante tareas de desmalezamiento, limpieza, alumbrado, apertura de calles. Y que se urbanice el lugar para dar lugar a la construcción de viviendas.
Se acordó que el próximo martes 21 los funcionarios municipales vendrán a una asamblea del barrio para dar respuesta a nuestros reclamos.
En todo este proceso, que finalmente llevó a que el asesino de Tatiana fuera detenido y que se conocieran las condiciones en las que vivimos los trabajadores del barrio, los vecinos nos encontramos más unidos que nunca. Hicimos asambleas numerosas, debatimos, decidimos y llevamos adelante lo que votamos.
Nos comprometimos a seguir hasta el final con nuestra lucha; para que no haya más Tatianas, para que los niños y niñas del barrio tengan un lugar seguro donde vivir, para que las familias puedan tener un techo, trabajo y condiciones de vida dignas.
Nora Leyva - Polo Obrero Nuevo Alberdi
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