Una victoria de la movilización popular
El jueves 4 se leyeron las sentencias por el triple crimen de Villa Moreno. El 1ro de enero de 2012, integrantes de una banda narcocriminal que buscaban venganza por un ataque recibido por otro grupo narco unas horas antes, desembarcaron en el corazón de Villa Moreno. Con armas de guerra acribillaron a tres jóvenes y militantes del Frente Popular Darío Santillán (Patóm, Mono y Jere), que inocentemente festejaban el año nuevo en la canchita del barrio. El triple crimen de Villa Moreno, anunciaba el estallido de una etapa violenta de guerras entre bandas, asesinatos de trabajadores inocentes en el fuego cruzado, e innumerables casos escandalosos de participacion policial y estatal.
El tribunal dio penas de 24 a 32 años para los cuatro acusados, sumado a otro implicado condenado anteriormente. Las sentencias fueron por debajo de lo pedido por la querella. Pero de cualquier modo son sentencias importantes si consideramos que cientos de personas son asesinadas anualmente como consecuencia del narcotráfico en la provincia y prácticamente ningun caso se esclarece. Hay tres policías acusados de encubrimiento agravado, que esperan el juicio para el año que viene, lo que demuestra la participación estatal directa en el triple crimen.
En estos casi tres años, han habido decenas de marchas, actividades, denuncias públicas, y el reclamo de justicia por Patóm, Mono y Jere se transformó en una consigna de todo el movimiento popular de Santa Fe. La sistemática lucha y denuncia, fue la llave para que hoy se obtengan estas condenas. El gobernador Bonfatti, no emitió sonido frente a las condenas. El PJ, salió a reinvindicar a la justicia provincial, cuando sin la movilización popular el triple crimen hubiera quedado en el olvido, al igual que la mayoría de los casos.
La rueda del narcotráfico sigue girando más que nunca. El padre de uno de los pibes asesinados, recibió amenazas de muerte para él y para toda su familia al día siguiente de saberse la condena. Los asesinatos no se han detenido, como con los casos de Analía Rivero en Bermúdez, Franco Casco víctima del gatillo fácil y Norma Busto una madre que denunciaba a los narcos y fue acribillada por ello. Pero también, las movilizaciones populares contra la impunidad van en ascenso. Estas condenas, fortalecen estas luchas en curso.
Los que van presos son culpables, al igual que los policías que esperan juicio, pero son solo unos eslabones de una gigante cadena que tiene su inicio en las altas esferas del estado y en los grandes grupos económicos que controlan Santa Fe.
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