jueves, 21 de agosto de 2014

Abajo el tarifazo de Bonfatti en el agua


ABAJO EL TARIFAZO DE BONFATTI EN EL AGUA
El gobierno “socialista” va por un nuevo tarifazo en Santa Fe. En este caso va a aumentar un 42% el servicio del agua.
El ladero de Binner salió a aclarar la pertinencia del aumento, ya que se correspondería con los niveles de inflación que se trasladan a los costos del servicio. Es una impostura por donde se lo mire. En primer lugar, el gobierno del Frente Progresista no tuvo en absoluto el mismo trato con los salarios de los trabajadores de Santa Fe. Empezando por las paritarias de los trabajadores estatales y docentes, que el gobierno cerró entre un 25 y un 30%, muy por debajo de la magnitud de estos aumentos y de la inflación misma.
Un procedimiento escandaloso
Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (Assa) es una empresa donde el 51% de las acciones pertenece al gobierno provincial, el 39% a distintos municipios y el 10% restante a privados.
La forma en la cual se decide el aumento de la tarifa es escandalosa. El gobierno provincial, que cuenta con la mayoría de las acciones de la empresa, solicita el aumento por el desfasaje en los costos… al gobierno provincial. Luego, el gobernador, Antonio Bonfatti, antes de decretar el pedido de aumento, debe esperar a un dictamen del Ente Regulador de Servicios Sanitarios Santa Fe (Enress) que, supuestamente, debe velar por los intereses de los santafesinos. De los cuatro miembros del directorio de este organismo, dos son del… Frente Progresista. Y cuando en su momento hubo dos que votaron en contra de un aumento en 2013, Bonfatti los expulsó del organismo.
Un servicio en crisis
Desde la fundación de ASSA, la empresa sigue abasteciendo a las mismas quince ciudades del comienzo. Mientras tanto, deja a la inmensa mayoría de la provincia a merced de cooperativas truchas, armadas por privados, los municipios o hasta incluso burócratas sindicales que venden el agua a un precio mucho mayor. A las pocas ciudades que abastece ASSA, el agua llega con niveles de arsénico altísimos (como en Cañada de Gómez), provocando un aumento en los casos de enfermedades por su consumo y habilitando negocios enormes con agua envasada, que aprovechando el mercado cautivo fija el precio que quiere.
Hace decenas de años que no hay macro obras en la provincia y las que están iniciadas nunca se concluyen, como el acueducto Gran Rosario.
En un momento en que las cuentas de la provincia empiezan a estar en rojo, el gobierno espera cubrir ese déficit quitando los subsidios y aplicando tarifazos contra los trabajadores. Es una orientación absolutamente regresiva, porque parte de gravar más los salarios, mientras son las grandes riquezas de la provincia, las que más consumen este recurso. Los terratenientes del centro provincial usan el agua potable para regar sus campos; o las grandes empresas del cordón industrial, que no sólo usan el agua sino que además, contaminan todas las napas subterráneas, provocando secuelas gravísimas e incorregibles a la población trabajadora.
Esta actividad es la que debería ser gravada con un impuesto especial, que financie, a su vez, un plan de obras que extienda el servicio a toda la provincia y lo unifique, mientras emplea a los desocupados de todo el territorio provincial.
El Partido Obrero rechaza este intento de ataque a los trabajadores. Reclamamos la total apertura de los libros de la empresa para determinar sus verdaderos costos. Por un plan de obras que garantice el servicio y un precio razonable por el recurso más esencial.
La bancada del Partido Obrero de Capitán Bermúdez (una de las ciudades accionistas) presentará un proyecto para que el Concejo Deliberante vote su posición en contra del tarifazo, en tanto accionista que debe defender los intereses de los trabajadores y de los bermudences.

Nazareno Rosario


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