Quiso responder a quienes la acusaban por haber adjudicado la construcción de las represas a un grupo empresario K.
Pero fue mucho más lejos: terminó delatando para quién se gobernó durante la “década ganada”.
La llamada “reconstrucción de la burguesía nacional” ha sido una fuente de beneficios extraordinarios, a costa de los trabajadores y del presupuesto público.
Del otro lado, tenemos un 40 por ciento de precarización laboral más salarios carcomidos por la carestía y los impuestazos.
Pero también, el vaciamiento del patrimonio ferroviario y energético del país.
Los titulares y suplentes de esta orientación social nos han conducido a una nueva crisis nacional.
Una vez más, los capitalistas quieren traspasarle el costo de esta crisis a los trabajadores.
Es lo que fueron a plantearle al gobierno en Santa Cruz.
El gobierno prestó oídos, mientras acelera la devaluación de la moneda, aumenta los combustibles y mantiene la carga del impuesto al salario.
Los popes de la banca y de la industria se embolsarán todo, sin dejar de apostar a una sucesión en manos de los Massa o Scioli.
¿Puede ser esto un futuro para los que viven de su trabajo?
Nosotros, la izquierda, planteamos: que la crisis la paguen sus responsables, los capitalistas. Abajo el impuesto al salario; 82% móvil para los jubilados; salario mínimo igual a la canasta familiar; gestión de la economía nacional por parte de los trabajadores.
Por todo esto, reforcemos la lucha para llevar la izquierda al Congreso.
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