Los obreros de Naranpol están llegando al tercer mes de ocupación de la planta.
El juez de la causa ordenó el desalojo de la planta. La patronal (Galán) junto a la UIA regional denuncian al gobierno por la incapacidad para llevar adelante la orden. El gobierno, sin embargo, organizó una campaña para incautar mercadería en los negocios donde se los vendía. Assal (Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria- ex Bromatología) "recom(ienda) a la población abstenerse de consumir los productos de Naranpol", cuando había autorizado los productos antes del conflicto.
En el conflicto interviene de lleno el abogado Luis Caro, quien planteó suspender el plan de lucha que vienen llevando adelante los compañeros para proponerles aceptar una nueva conciliación obligatoria que impulsa el Juez de la causa. La conciliación es una farsa, pues -de retrotraer la situación- se deberían pagar los sueldos adeudados -algo que la patronal no quiere hacer.
La propuesta/chantaje del juez -"desalojen o es inminente el desalojo por la fuerza"- significa la aceptación de que Galán pueda retomar el control de la fábrica sin garantías previas de que cumpla con las deudas con sus trabajadores.
La solidaridad con Naranpol crece día a día. El pasado 31 de enero impulsamos una movilización junto a los familiares y organizaciones sociales contra el desalojo, por lo que el conflicto salió a la calle nuevamente. Desde ese momento, se comenzaron a sumar distintas organizaciones sociales, estudiantiles y colectivos culturales que están rodeando de solidaridad el reclamo. Empezamos una campaña para un fondo de huelga y un festival. La resistencia de Naranpol ya tiene una connotación provincial y es necesario desarrollar, ahora, una gran campaña para que tome las dimensiones de un conflicto nacional. Que Naranpol sea expropiada sin pago y estatizada bajo control de los trabajadores. Que se habilite la comercialización de la mercadería.
Todo el apoyo a los trabajadores de Naranpol.
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