Ante el derrumbe ilevantable de las candidaturas de la derecha (Alfonsín, Duhalde y Carrió, incluso Rodríguez Saá), distintos sectores se han lanzado a potenciar a Binner -transformado de la noche a la mañana en uno de los “ganadores” del 14 de agosto, “sólo en cinco semanas”.
Recordemos que Binner pretendía ser vice de una nueva Alianza con Alfonsín a la cabeza. El giro de Alfonsín hacia De Narváez obligó a una candidatura presidencial “no deseada” por parte de Binner. Luego tuvo que atravesar una crisis con Pino Solanas, para terminar inscribiendo la fórmula con Morandini, diputada de Luis Juez.
Binner, sin embargo, no ha renunciado jamás al planteo del Frente Cívico -es decir con los radicales que hoy, en su propia provincia, tiran para Alfonsín. Por lo tanto, la candidatura de Binner es la de una mini-Alianza, esta vez para tomar el relevo electoral de los caídos Duhalde y compañía.
La sorpresa de Binner, en realidad, fueron las malas elecciones en los tres distritos claves de esa fuerza política. Perdió en Santa Fe, donde es gobernador; con Juez en Córdoba, cayó a la mitad de los votos que el ex pejotista había sacado una semana antes; en la provincia de Buenos Aires tuvo la peor elección de Stolbizer. El 6% obtenido por esta ex líder del radicalismo provincial, que tiene (o tenía) intendentes alineados con ella y que sumó al degennarismo y a Libres del Sur, fue la peor pesadilla de Binner. En Matanza, donde sumó además a la poderosa CCC local y a Jorge Ceballos, la prensa independiente los consideró uno de los grandes perdedores -y al Frente de Izquierda, que quedó a un punto y medio de ellos, como uno de los ganadores de este distrito de casi dos millones de habitantes. Con su 13% en Capital, tal vez su mejor resultado, se quedó con los votos de Pino Solanas y alguna parte de Carrió, pero muy lejos de aquel 24% del propio Pino en 2009.
Qué intereses sociales defiende Binner
Conviene una caracterización de clase de la fórmula binnerista, cuando es apoyada por gran parte de la CTA Micheli y se la intenta pintar de izquierdista. Binner ha vuelto a plantear, en el reciente coloquio del foro empresarial Idea, una noción inicial de su campaña: (que) “no se puede frenar más el dólar” y que deben ser “reducidas las retenciones a las exportaciones o eliminadas según el caso”. Se trata del único político de oposición que se puso en sintonía con la fuga de capitales y la pulseada contra el peso, combinando este planteo con un achique de los gastos públicos, para evitar una hiperinflación. Se trata de una variante del ajuste.
Una reunión clave para pasar a la categoría de posible segundo fue la que tuvo con Moyano -movida en absoluto ajena al planteo devaluacionista. En esa entrevista ni rozó la crítica al unicato sindical, y mucho menos tomó el planteo del Frente de Izquierda de derogación de la Ley de Asociaciones Sindicales -piedra angular de los estatutos cárceles y del apoyo del Estado a la burocracia sindical. Teniendo a la vapuleada CTA Micheli en sus filas, llamamos la atención de todos los luchadores del movimiento obrero sobre esta circunstancia.
Binner ya se anotó para acompañar la Ley de Tierras, un engendro demagógico que convalida la concentración terrateniente de los Blaquier, los Grobo o los Urquía, sin tocar las posiciones conquistadas por el capital extranjero, ni las que podrían obtener hasta un 20% de la superficie cultivable -suficiente para terminar con todo campesino sobre la faz de la sojizada superficie criolla. La ley de tierras no roza la apropiación privada de la riqueza minera, especialmente en los territorios fronterizos.
¿Alguien puede pensar que por medio de Binner tendríamos una recuperación de los recursos naturales y estratégicos como pretenden muchos votantes de Proyecto Sur? ¿Qué esperar en torno al comercio exterior, dominado a partir de los privatizados puertos de Santa Fe por Bunge y Born, Cargill y Dreyfus?
En su provincia, Binner es destinatario de un plan de lucha por el 82% móvil que no tienen sus docentes (72% del blanco para todos los estatales); su salario inicial de 2.800 pesos no cubre ni el 50% de una canasta familiar. Rosario se ha transformado en otra de las capitales del juego, Cristóbal López incluido, y el cordón industrial de San Lorenzo es un mar de contaminación, tercerización y precarización laboral. Binner fue copartícipe de la liquidación de Paraná Metal mediante la intervención empresarial de Cristóbal López, con el saldo de centenares de despidos y el vaciamiento de la fábrica.
A lo largo de la campaña electoral tenemos que confrontar nuestro programa a esta realidad del gobierno capitalista de Binner en la provincia de Santa Fe y a sus propios planteos de campaña. Hay un abismo entre el Frente Progresista y el Frente de Izquierda, que debemos ayudar a comprender a los luchadores y votantes progresistas que son tentados por el operativo Binner.
Néstor Pitrola
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