jueves, 30 de septiembre de 2010

Paraná Metal: Cristóbal López, el gobierno y la dirección nacional de la UOM buscan el desangre de la lucha

El preacuerdo al que habían arribado en las negociaciones entre Tomada, la viceministra de Trabajo de Santa Fe, la "socialista" Ramírez, representantes de la UOM nacional y de Villa Constitución, y el acuerdo verbal con Cristóbal López entró en crisis, pues la patronal quiere ir más a fondo con el desmantelamiento del 70% de Paraná Metal.
El apoderado de la empresa no se presentó a firmar un preacuerdo de salida al conflicto, lo que provocó un repudio generalizado de los trabajadores que profundizaron el corte de la autopista, que entró en la cuarta semana, y la realización de un corte frente al casino de López en Rosario.
La asamblea que iba a realizarse en el sindicato y que debía analizar el preacuerdo tuvo que cambiar su lugar y eje de debate. Se realizó en el corte y fue para resolver la profundización de la lucha, por lo tanto quedó pendiente el análisis del preacuerdo, lo que anticipaba un debate y cuestionamientos de los principales activistas del conflicto sobre algunos puntos de enorme importancia.

Las negociaciones en Buenos Aires
Las propuestas que se están negociando giran alrededor de un punto central planteado por la patronal: hacer funcionar la planta con 360 trabajadores dejando afuera a los 600 restantes.
Ese es el corazón de la propuesta de López. Todo lo demás es una negociación de piratas entre la propia patronal, el gobierno y la dirección nacional de la UOM. Como ocurrió en Malhe, después de más de un mes de conflicto, los retiros voluntarios, que habían sido rechazados en su gran mayoría, ahora -según un sondeo proporcionado por la propia UOM- si se efectivizara el 100 por ciento de las indemnizaciones y se adelantaran algunas jubilaciones, unos 250 trabajadores podrían acogerse a los "retiros voluntarios". López reclama que el gobierno se haga cargo del 90% de estas indemnizaciones, pues él sólo tiene un tiempo a cargo de la planta.
La patronal plantea que la producción se debe garantizar con 360 operarios, pero señala que no puede pagar las suspensiones rotativas eternamente, y reclama dos cosas: 1) que el gobierno subsidie las mismas en gran parte y 2) que se firme un acta donde figure que, después de pasados los seis meses, se produzca la desvinculación laboral de los excedentes de 360, a elección de la patronal.
Hay, además, trabajadores en empresas contratistas y dos cooperativas obreras, la patronal también quiere desembarazarse de ellos. Reclamando a las contratistas que se hagan cargo de sus trabajadores y dejando en el aire las dos cooperativas obreras, para que, en el mejor de los casos, tengan el régimen de seis meses de suspensión rotativa.
La patronal quiere que el trabajo de las cooperativas que realizan las reparaciones y acondicionamiento del proceso productivo sea hecho por los operarios que queden cumpliendo una tarea altamente flexibilizada. Solicita, además, el desconocimiento de adicionales actuales y no pagar más el laudo 17.
Los planteamientos de la UOM nacional (quien participa de todas las negociaciones es Naldo Brunelli) son contrapropuestas que giran alrededor de reconocer el desmantelamiento de Paraná Metal y su transformación en una pyme. La política de la UOM nacional es reclamarle al gobierno que pague las exigencias de López. La UOM de Villa Constitución pone el cuerpo muerto en la negociación. Escindida entre dos sectores (Paulon y Piccinini), ni uno ni otro impulsan el conflicto. Acindar sólo paró una vez, no tiene planteada ninguna acción de lucha por Paraná Metal y Piccinini ni siquiera asiste económicamente al conflicto, hasta le ha restado el apoyo económico a una infraestructura organizativa lograda por los activistas para sostener, en el medio del campo, un corte de más de un mes.
Es necesario impedir el desangre y las discusiones eternas en Buenos Aires. No aceptar ninguna "contrapropuesta" que deje ahora, o en seis meses, a 700 trabajadores afuera. Ningún despido declarado ni encubierto. Que el gobierno se haga cargo de la empresa bajo control de los trabajadores. Que la UOM llame a un paro nacional por Paraná Metal y se convoque a un plenario nacional de todas las comisiones internas, delegados y luchadores del país en el propio corte para profundizar la lucha.
Por primera vez, en el largo conflicto, un sector de trabajadores, comienza a plantear la nacionalización de Paraná Metal como la salida más concreta y viable, desde el momento en que los gobiernos nacional y provincial cuentan con los recursos para poner en marcha la planta y realizar la reconversión industrial necesaria para que la fábrica funcione con los 900 puestos de trabajo, manteniendo el convenio y las condiciones de trabajo.

Juan Ferro

No hay comentarios: