sábado, 18 de septiembre de 2010

AHORA, ESTUDIANTAZO NACIONAL

Cuando esta edición de Prensa Obrera esté en las calles, una marcha multitudinaria de estudiantes y docentes iniciará su camino a la Plaza de Mayo.
En Santa Fe, los trabajadores de Paraná Metal seguirán cortando la autopista a Rosario, contra el vaciamiento de su fábrica por parte de un capitalista K.
Mientras las escuelas se caen a pedazos, Macri desvía los recursos de la Ciudad hacia otros fines.
Lo mismo que hace Kirchner con la Anses, donde el dinero de los jubilados es desviado al pago de la deuda externa.
También se vienen abajo los edificios de las universidades nacionales.
Ni Kirchner ni Macri quieren dar satisfacción a los reclamos de los estudiantes.
Macri hace de duro, porque cree que esto lo congracia con su electorado de derecha.
Kirchner tampoco quiere una salida, pero por más de un motivo: 1) porque cree que el conflicto desgasta a Macri; 2) porque no quiere, bajo ninguna circunstancia, que el movimiento estudiantil obtenga una victoria con políticas y con direcciones que no son del palo kirchnerista.
Macri y Kirchner quieren, por sobre todo, la derrota de la lucha para que esta lucha no haga escuela.
Podemos, sin embargo, desbaratar los planes de ambos y explotar sus contradicciones.
Es necesario extender la lucha aún más en la Ciudad, tomando las reivindicaciones contra las cuotas impagables de las escuelas privadas, y atraer a esta lucha a los secundarios de la provincia de Buenos Aires y de todo el país.
El jefe del espionaje nacional y el jefe del espionaje de la Ciudad dicen que los estudiantes están politizados, pero ellos también lo están -contra los estudiantes.
Cuando el poder enfrenta al pueblo, el pueblo enfrenta un problema de poder.
Si los agentes ‘juveniles' del gobierno atacan la toma de universidades, porque ellos mismos forman parte de sus camarillas, la resistencia de los estudiantes a estos atropellos adopta un carácter político.
Si estos mismos agentes se organizan para bloquear la marcha a Plaza de Mayo, la obstinación de la Coordinadora de estudiantes secundarios para llegar a la Plaza es una obstinación política.
La disyuntiva es: o una juventud politizada independiente o una juventud regimentada al servicio de los gobiernos.
La Plaza es hoy de los estudiantes, como la Autopista Rosario-Buenos Aires es de los obreros de Paraná Metal.
Para Paraná Metal, como para el movimiento estudiantil, la perspectiva es la misma: extender la lucha.
En Villa Constitución, con un plan de lucha de todos los trabajadores metalúrgicos, incluida la huelga, la ocupación de las empresas y los piquetes.
En el movimiento estudiantil, con la extensión de la rebelión al gran Buenos Aires y a toda la provincia.
Así doblegaremos a los K y a los Macri, y así defenderemos la educación pública, estatal y gratuita.

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