jueves, 29 de abril de 2010

Ayer fue Julio López, hoy Silvia Suppo

BASTA DE IMPUNIDAD

Pasó un mes del asesinato de Silvia Suppo, más de tres años de la desaparición de Julio López. Silvia y Julio fueron testigos claves de causas contra los genocidas.
López fue testigo en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz, finalmente condenado a cadena perpetua. López desapareció el mismo día que sus abogados debían alegar en su nombre contra el genocida.
El “caso López” ha desaparecido de la agenda, tanto del gobierno como de la oposición patronal. La investigación a cargo de la Justicia ingresó desde el comienzo en un laberinto de encubrimientos y presiones, y actualmente se encuentra paralizada.
Silvia tuvo que esperar hasta octubre de 2009, más de 30 años, para testimoniar contra el ex juez federal Víctor Brussa, el comisario Héctor Colombini y sus cómplices. También era querellante en la causa por la desaparición de su novio de la adolescencia, Reinaldo Hammeter. Silvia fue asesinada a pocos días del 24 de marzo. Desde el primer momento el Estado intento caratular su asesinato como robo seguido de muerte, es decir, comenzar el operativo encubrimiento.
La impunidad sigue vigente bajo los gobiernos de los K como del Frente Cívico comandado por Binner. Ambos gobiernos necesitan conservar inmune el aparato represivo para mantener salarios de miseria y continuar pagando la deuda externa.
El Partido Obrero acompaña a los familiares de Silvia Suppo y exige a los gobiernos provincial y nacional el inmediato esclarecimiento del asesinato de Silvia y cárcel a los culpables.
Más que nunca cárcel común, perpetua y efectiva a los genocidas. Desmantelamiento del aparato represivo. Apertura y uso público de los archivos de la dictadura. Aparición con vida de Julio López. Esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo.

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