jueves, 7 de mayo de 2009

"Querían quebrar la huelga con medidas represivas"
Una nueva y gran victoria de los aceiteros rosarinos

En el marco de las paritarias de los aceiteros, donde están discutiendo con las multinacionales Cargill, Dreyfus y Molinos, el aumento salarial y el pase de los contratistas a planta, la patronal de Cargill armó el 1º de abril una provocación despidiendo a ocho contratistas. El sindicato bloqueó la entrada de la terminal portuaria de la cerealera ubicada en Villa Gobernador Gálvez, obligándola a reincorporar todos los despedidos. Con esta patronal aún está pendiente la discusión salarial que tendrá que definirse en poco tiempo.
El 9 de abril y luego de un paro en Dreyfus consiguieron un aumento de 850 pesos; llevando la categoría mínima a 2.900 pesos y 3.750 la máxima. El 30 de Abril y luego de un fulminante paro de cuatro días los obreros de Molinos lograron la reincorporación de los cuatro compañeros despedidos y un aumento que ronda el 25%. Es un acuerdo similar al que habían obtenido en Dreyfus donde la categoría mínima pasará a ganar 2.900 pesos y 3.750 para la categoría máxima. Sumándole los porcentajes por turno, la antigüedad y otros elementos, el resultado es que pasarán a ganar entre 3 mil y 5 mil pesos.
Cuando se estaba desarrollando este conflicto entrevistamos a Adrian Dávalos y Walter Nardi directivos del Sindicato de Aceiteros.
"El conflicto comenzó con el incumplimiento de la empresa de presentar los balances sociales ante el sindicato y el ministerio que están obligados por la ley 25877. Tienen que dar datos de la productividad, sobre el valor unitario que representa cada trabajador y otras cuestiones. Vencido el plazo de prórroga que habían pedido la empresa comenzaron las medidas de fuerza con un paro de brazos caídos dentro de la empresa".
"Hicimos varias asambleas donde fuimos reafirmando continuar con el paro. A la noche nos enteramos que había telegramas que le impedían marcar las tarjetas a dos compañeros y posteriormente a otros 2 tampoco le permitieron el paso. Evidentemente querían quebrar la huelga con medidas represivas; entonces reafirmamos en Asamblea continuar con el paro dentro de planta pidiendo ahora la reincorporación de los compañeros y los $ 3.500 de salario mínimo vital y móvil".
Estas victorias fortalecen la organización en las fábricas y al propio sindicato que se vieron reflejadas en la fuerte movilización que realizaron el 1º de mayo a las puertas de la metalúrgica Mahle ocupada por sus trabajadores.
Corresponsal
Publicado en Prensa Obrera 1082 (7/5/2009)

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