jueves, 28 de mayo de 2009

General Motors de Rosario
¿Y ahora... quién podrá salvarnos?


Emulando al recordado Chapulín Colorado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volverá a utilizar la Casa Rosada para un nuevo anuncio, esta vez relacionado con la industria automotriz. Hasta allí llegarán los máximos ejecutivos de las automotrices locales, fabricantes de autopartes y concesionarios.
La vista de las grandes patronales a la Casa Rosada no es desinteresada. El gobierno tiene previsto destinar cerca de 500 millones de pesos a financiar la venta de nuevos modelos que las terminales tienen en carpeta desarrollar en sus plantas argentinas.
El dinero será canalizado por un fondo fiduciario de la Anses que, a su vez, otorgará a las terminales líneas de crédito a tasas más accesibles que las del mercado. Este anuncio se suma a los planes de incentivo a la venta de autos y a los subsidios salariales otorgados por el Ministerio de Trabajo a trabajadores de varias automotrices.
La punta de lanza de estos nuevos créditos de la Anses para financiar proyectos de inversión será General Motors, una de las terminales que primero sufrió el impacto de la crisis mundial por el desplome de la demanda y que debió encarar un proceso de readecuación de sus operaciones. El gobierno de Cristina, con la plata de los jubilados, ha salido a efectuar un rescate "argentino" de una empresa en quiebra como es la General Motors mundial.
El gobierno otorgara entre 150 y 200 millones de pesos para complementar los 500 millones de pesos con que financiará la producción en su planta de Rosario de una nueva familia de autos compactos conocidos hasta ahora como Proyecto Viva.
A pesar de que en 2008, GM alcanzó un récord de ventas con más de 95.400 unidades; produjo 111.875 unidades y exportó 70.255, la empresa despidió a la mitad del personal que tenía contratado. Tuvo largas paradas "técnicas" a costas del sueldo de los trabajadores de la planta suspensiones rotativas también a costa de los sueldos y frente a la eventual inyección de dinero de los jubilados se niega a reincorporar a uno solo de los contratados despedidos.
Cristina no va a salvar a General Motors, tampoco a Peugeot aunque les siga dando subsidios. Sólo va a vaciar la caja de los jubilados. El subsidio a las terminales quebradas es un barril sin fondo. Los subsidios que sean para los trabajadores. Por la reincorporación de todos los contratados despedidos. Por el reintegro de las miles de horas caídas después de haber producido una monstruosa producción para GM Por el aumento del 30% que reclama su Comisión Interna. La crisis es del capitalismo, que la paguen los capitalistas.

Juan Ferro
Publicado en Prensa Obrera nº 1085

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