Una salida obrera al colapso industrial de Santa Fe
Nuestra provincia, Santa Fe, es el centro de la bancarrota industrial capitalista dentro de nuestro país.
A lo largo y ancho de la provincia hay despidos de contratados y tercerizados en todas las empresas. Cerraron cientos de talleres pequeños. Parques industriales enteros están produciendo al 50%. Hay miles de suspensiones y rebajas salariales en Villa Constitución, Armstrong, Rafaela, Rosario y en el Cordón de San Lorenzo.
Los capitalistas descargan la crisis de su sistema social sobre las espaldas de los trabajadores.
Para hacerlo cuentan con el apoyo de los Kirchner, los Binner y los Reutemann.
Ya no pueden alegar que los precios internacionales caen, porque la soja ha subido, desde marzo, más de un 60%, y también los ayuda la devaluación del peso.
Los recursos preventivos de crisis han sido usados para legitimar, en primer lugar, los despidos de compañeros contratados, luego las suspensiones y la reducción de las jornadas de trabajo, con perjuicio para los salarios de bolsillo.
En lugar de establecer un seguro al desocupado del 82% del salario de bolsillo, los gobiernos de la Nación y la Provincia subsidian a las patronales con la plata de la Anses, la plata de los jubilados.
¡Se usa a la Anses para rescatar a General Motors, un pulpo mundial, con préstamos en pesos, que serán barridos por la inflación y la devaluación de la moneda!
No es casual que los bancos no quieran poner un mango.
En lugar de asegurar la fuente de trabajo y los puestos de trabajo, mediante la estatización de las empresas que cierren o suspendan, los K, los Binner y Reutemann, salen a buscar ‘inversores privados' que se hagan cargo de las empresas vaciadas. El problema es que estos ‘inversores' exigen subsidios y, por sobre todo, deshacerse de los contratados y asegurarse de que no van a haber aumentos de salarios por un largo tiempo.
La crisis capitalista la pagan los trabajadores y beneficia al capital que es el responsable de ella.
VOTAR A BINNER-GUSTINIANNI O VOTAR A REUTEMANN ES DAR UN CHEQUE EN BLANCO PARA LOS DESPIDOS Y LAS SUSPENSIONES, Y PARA SUBSIDIAR A LOS CAPITALISTAS CON LA PLATA DE LOS JUBILADOS, ES LLEVAR A LA ANSES A LA QUIEBRA.
Unos y otros están anotados a la devaluación mayor del peso, lo cual significará mayor rentabilidad a los exportadores y una desvalorización de los salarios.
En medio de la crisis, los latifundistas se siguen quedando, mediante el cobro de alquileres, con el 40% de los ingresos de la producción agraria. Los salarios que se pagan en el campo son mucho peores que en la industria y por jornadas de trabajo más agotadoras.
La consigna del momento es defender el patrimonio industrial, que está siendo destruido por el vaciamiento de los grandes y medianos capitalistas; defender el derecho al trabajo, cuestionado por despidos, suspensiones y reducción de la jornada laboral; defender los salarios, que caen por las causas citadas y por el abandono de las paritarias; y defender la Anses del saqueo de los capitalistas y a los jubilados, que ven negados sus derechos a una movilidad justa.
A lo largo y ancho de la provincia hay despidos de contratados y tercerizados en todas las empresas. Cerraron cientos de talleres pequeños. Parques industriales enteros están produciendo al 50%. Hay miles de suspensiones y rebajas salariales en Villa Constitución, Armstrong, Rafaela, Rosario y en el Cordón de San Lorenzo.
Los capitalistas descargan la crisis de su sistema social sobre las espaldas de los trabajadores.
Para hacerlo cuentan con el apoyo de los Kirchner, los Binner y los Reutemann.
Ya no pueden alegar que los precios internacionales caen, porque la soja ha subido, desde marzo, más de un 60%, y también los ayuda la devaluación del peso.
Los recursos preventivos de crisis han sido usados para legitimar, en primer lugar, los despidos de compañeros contratados, luego las suspensiones y la reducción de las jornadas de trabajo, con perjuicio para los salarios de bolsillo.
En lugar de establecer un seguro al desocupado del 82% del salario de bolsillo, los gobiernos de la Nación y la Provincia subsidian a las patronales con la plata de la Anses, la plata de los jubilados.
¡Se usa a la Anses para rescatar a General Motors, un pulpo mundial, con préstamos en pesos, que serán barridos por la inflación y la devaluación de la moneda!
No es casual que los bancos no quieran poner un mango.
En lugar de asegurar la fuente de trabajo y los puestos de trabajo, mediante la estatización de las empresas que cierren o suspendan, los K, los Binner y Reutemann, salen a buscar ‘inversores privados' que se hagan cargo de las empresas vaciadas. El problema es que estos ‘inversores' exigen subsidios y, por sobre todo, deshacerse de los contratados y asegurarse de que no van a haber aumentos de salarios por un largo tiempo.
La crisis capitalista la pagan los trabajadores y beneficia al capital que es el responsable de ella.
VOTAR A BINNER-GUSTINIANNI O VOTAR A REUTEMANN ES DAR UN CHEQUE EN BLANCO PARA LOS DESPIDOS Y LAS SUSPENSIONES, Y PARA SUBSIDIAR A LOS CAPITALISTAS CON LA PLATA DE LOS JUBILADOS, ES LLEVAR A LA ANSES A LA QUIEBRA.
Unos y otros están anotados a la devaluación mayor del peso, lo cual significará mayor rentabilidad a los exportadores y una desvalorización de los salarios.
En medio de la crisis, los latifundistas se siguen quedando, mediante el cobro de alquileres, con el 40% de los ingresos de la producción agraria. Los salarios que se pagan en el campo son mucho peores que en la industria y por jornadas de trabajo más agotadoras.
La consigna del momento es defender el patrimonio industrial, que está siendo destruido por el vaciamiento de los grandes y medianos capitalistas; defender el derecho al trabajo, cuestionado por despidos, suspensiones y reducción de la jornada laboral; defender los salarios, que caen por las causas citadas y por el abandono de las paritarias; y defender la Anses del saqueo de los capitalistas y a los jubilados, que ven negados sus derechos a una movilidad justa.
Hay una salida
Los dos principales problemas de la provincia, el agrario y el industrial, requieren de una salida de fondo. No se va a resolver la crisis agraria sin una nacionalización de los grandes latifundios. La crisis ha dejado demostrado que bajo la batuta de la Sociedad Rural sÓlo han hecho negocios los grandes capitalistas del campo y los pulpos exportadores. Dejando en la lona a los campesinos pobres y a los peones rurales.
La salida a la crisis industrial es, antes que nada, nacionalizar los bancos, que no apoyan la industrialización sino que son el canal de la fuga de capitales.
Es prohibir las suspensiones y despidos y repartir las horas de trabajo entre la totalidad del personal - efectivos y contratados.
Es nacionalizar toda empresa que cierre y reconstruirla bajo la dirección de los trabajadores ¡como ya ocurre en miles de empresas cuyos trabajadores han derrotado los intentos de vaciamiento de las patronales!
Es más económico para el país la nacionalización que subsidiar a las patronales vaciadoras que, de este modo, acabarán con la Anses y con la plata de los trabajadores a la seguridad social.
La clase obrera está impulsando esta salida en la práctica.
Lo están demostrando los obreros de General Motors, los de Paraná Metal, los de Malhe, los de Atilra, los docentes, los autoconvocados de la salud, los municipales, los trabajadores de los colectivos, los luchadores de los Coto.
Hay que darles a esas luchas una perspectiva política.
Binner, Reutemann, Rossi, apoyan a las patronales, no tienen una salida para los trabajadores.
El Partido Obrero interviene en esta elecciones del 28 para defender los intereses políticos de la clase obrera en un momento histórico crucial, porque asistimos a una bancarrota capitalista que amenaza las conquistas industriales y sociales más elementales del país y de los trabajadores.
Llamamos a votar las listas del Partido Obrero que, día a día, crece al calor de las luchas y que ha podido presentar en las principales ciudades de la provincia y de los cordones industriales (Rosario, Santa Fe-Capital, Santo Tomé, Pérez, Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán, San Lorenzo, Puerto San Martín y Villa Constitución).
Listas que están integradas por reconocidos dirigentes y delegados de Amsafe, delegados de ATE, dirigentes de la Comisión de Mujeres en Lucha de Paraná Metal, del Polo Obrero de los barrios y de la juventud estudiantil.
Estas elecciones hay que defender un programa en nuestra propia defensa como trabajadores.
No hay salida sin la nacionalización de los grandes latifundios en la provincia.
Y sin una industria agroquímica y agromecánica estatal bajo control de los trabajadores.
* Por la prohibición de los despidos y suspensiones.
* Reparto de las horas de trabajo sin rebaja salarial.
* Derogación del estatuto del peón rural.
* Ocupación y expropiación, sin pago, de toda fábrica que despida o cierre, y puesta en funcionamiento bajo gestión y control de los trabajadores.
* Por un salario igual a la canasta familiar. Por paritarias libres y delegados a las mismas elegidos en asamblea. Por el 82% móvil a los jubilados.
* Por la nacionalización del comercio exterior, del sistema bancario y de la gran industria.
* No al FMI. No al pago de la deuda externa.
* Por un plan de viviendas bajo control de los trabajadores para los inundados de Santa Fe, Rosario y toda la población que vive en forma precaria.
* Basta de depredación ambiental.
Partido Obrero Santa Fe
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