Organicemos un 8 de Marzo unitario en todo el país
Los medios de comunicación han estado informando de la muerte de mujeres por los abortos clandestinos. "...Ayer se conocieron otros dos fallecimientos por la misma causa ocurridos en lo que va de este año. Uno, el de María Soledad Villagra, de 25 años, ocurrió en Catamarca, el 7 de enero, y el otro, de Soledad Mendoza, de 21 años, en Santiago del Estero, el 4. Se suman al fallecimiento de Sofía Viviana Juárez, de 19 años, que tuvo lugar el lunes en una pequeña localidad del norte santiagueño y al grave cuadro infeccioso que enfrentó una semana atrás una nena de 12 años en Mendoza y que derivó en una operación por la cual le extrajeron el útero y un ovario y la mantiene aún internada en el Hospital Lagomaggiore, de la capital. En esa misma provincia, ayer se supo que está internada en la localidad de Maipú una chica de 15 años, con retraso mental, embarazada víctima de un abuso sexual" (Página/12, 14/1).
Hace menos de un mes, el Ministerio de Salud de la Nación presentaba sus propias cifras. Durante el último año de la gestión de Ginés González García, en todo el país murieron 74 mujeres; una en Capital Federal y apenas dos en la provincia de Jujuy. Pero de acuerdo con la OMS y el propio ministerio (Página/12, 24/6/08). "El año pasado, las estadísticas del Soria que por ser de alta complejidad recibe casos derivados, subieron en uno de los peores rubros: la mortalidad materna. Casi se duplicó (...) la primera causa es el aborto" (Clarín, 24/6/07). En esa misma nota, los médicos del Soria coinciden en que el aborto clandestino es la principal causa del ingreso de mujeres. Muy lejos de las dos muertes de las cifras truchas del Ministerio.
El 17 de noviembre pasado, "la diputada nacional del PRO Cynthia Hotton fue recibida por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y luego se frenaron todas las iniciativas que pugnaban por una modificación de la legislación sobre el complicado tema" (El Parlamentario, 22/11/08). El Ejecutivo nacional frenó un proyecto que intentaba dar otra redacción al artículo 86 del Código Penal referido a despenalización del aborto en casos de violaciones y riesgo de salud de la mujer embarazada.
En la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo cajoneó un proyecto de su legisladora Diana Maffía. El tema del aborto ha dividido al kirchnerismo, al macrismo y también a la Coalición Cívica.
Las trabas impuestas en todo el país, incluso para cumplir debidamente con el artículo 86 del Código Penal, se deben a la clase política gobernante, al Vaticano y a la poderosa iglesia evangelista. Nacionales, populares, progresistas y demás autodefinidos, han sabido ser los protagonistas del aumento más escandaloso de los últimos años de las muertes de mujeres embarazadas, del aumento del embarazo entre adolescentes y niñas y de la penetración de elementos clericales en la salud y la Justicia.
Para terminar con las muertes por abortos clandestinos, el movimiento de mujeres debe poner en la calle el reclamo de educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito, y dejar de deshojar la margarita de las reglamentaciones del artículo 86. Cualesquiera sean las intenciones que los motiven -incluso las mejores para la salud de las mujeres- estos proyectos permiten que se burocratice más la cuestión.
Preparemos movilizaciones unitarias en todo el país hacia el 8 de marzo y hagamos que la organización de un masivo Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán sea la lucha misma por nuestros derechos y contra las iniciativas de la derecha clerical, que no hacen más que acrecentar el aborto clandestino en nuestro país y sus secuelas contra las mujeres.
Los medios de comunicación han estado informando de la muerte de mujeres por los abortos clandestinos. "...Ayer se conocieron otros dos fallecimientos por la misma causa ocurridos en lo que va de este año. Uno, el de María Soledad Villagra, de 25 años, ocurrió en Catamarca, el 7 de enero, y el otro, de Soledad Mendoza, de 21 años, en Santiago del Estero, el 4. Se suman al fallecimiento de Sofía Viviana Juárez, de 19 años, que tuvo lugar el lunes en una pequeña localidad del norte santiagueño y al grave cuadro infeccioso que enfrentó una semana atrás una nena de 12 años en Mendoza y que derivó en una operación por la cual le extrajeron el útero y un ovario y la mantiene aún internada en el Hospital Lagomaggiore, de la capital. En esa misma provincia, ayer se supo que está internada en la localidad de Maipú una chica de 15 años, con retraso mental, embarazada víctima de un abuso sexual" (Página/12, 14/1).
Hace menos de un mes, el Ministerio de Salud de la Nación presentaba sus propias cifras. Durante el último año de la gestión de Ginés González García, en todo el país murieron 74 mujeres; una en Capital Federal y apenas dos en la provincia de Jujuy. Pero de acuerdo con la OMS y el propio ministerio (Página/12, 24/6/08). "El año pasado, las estadísticas del Soria que por ser de alta complejidad recibe casos derivados, subieron en uno de los peores rubros: la mortalidad materna. Casi se duplicó (...) la primera causa es el aborto" (Clarín, 24/6/07). En esa misma nota, los médicos del Soria coinciden en que el aborto clandestino es la principal causa del ingreso de mujeres. Muy lejos de las dos muertes de las cifras truchas del Ministerio.
El 17 de noviembre pasado, "la diputada nacional del PRO Cynthia Hotton fue recibida por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y luego se frenaron todas las iniciativas que pugnaban por una modificación de la legislación sobre el complicado tema" (El Parlamentario, 22/11/08). El Ejecutivo nacional frenó un proyecto que intentaba dar otra redacción al artículo 86 del Código Penal referido a despenalización del aborto en casos de violaciones y riesgo de salud de la mujer embarazada.
En la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo cajoneó un proyecto de su legisladora Diana Maffía. El tema del aborto ha dividido al kirchnerismo, al macrismo y también a la Coalición Cívica.
Las trabas impuestas en todo el país, incluso para cumplir debidamente con el artículo 86 del Código Penal, se deben a la clase política gobernante, al Vaticano y a la poderosa iglesia evangelista. Nacionales, populares, progresistas y demás autodefinidos, han sabido ser los protagonistas del aumento más escandaloso de los últimos años de las muertes de mujeres embarazadas, del aumento del embarazo entre adolescentes y niñas y de la penetración de elementos clericales en la salud y la Justicia.
Para terminar con las muertes por abortos clandestinos, el movimiento de mujeres debe poner en la calle el reclamo de educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito, y dejar de deshojar la margarita de las reglamentaciones del artículo 86. Cualesquiera sean las intenciones que los motiven -incluso las mejores para la salud de las mujeres- estos proyectos permiten que se burocratice más la cuestión.
Preparemos movilizaciones unitarias en todo el país hacia el 8 de marzo y hagamos que la organización de un masivo Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán sea la lucha misma por nuestros derechos y contra las iniciativas de la derecha clerical, que no hacen más que acrecentar el aborto clandestino en nuestro país y sus secuelas contra las mujeres.
Vanina Biasi
Publicado en Prensa Obrera nº 1070
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