La actual Paraná Metal, la ex Metcon, es una de las grandes metalúrgicas de Villa Constitución que participó en los grandes procesos de lucha del ‘70. La Ford se desprendió de ella en 2002, no sin antes dejarle al Grupo Mansud SA una fábrica ya "depurada", con centenares de "retiros voluntarios".
En la venta se estableció que la Ford seguiría comprando la producción de la planta durante 36 meses, hasta 2005. "Nos garantizan tres años de trabajo seguro", dijeron los dirigentes de la UOM en esa oportunidad.
En 2006, Paraná Metal vivió un momento de incremento de su producción con la exportación a Brasil, pero en abril de 2007, para muchos "sorpresivamente", presentó un procedimiento preventivo de crisis mediante el cual planteaba el sobrante de unos 140 empleados.
Tras una extensa negociación, la situación fue zanjada con los dirigentes de la UOM con el mismo procedimiento aplicado por la Ford en 2002: "jubilaciones y retiros voluntarios".
Durante todos esos años, la inversión en Paraná Metal fue nula y ha quedado con una tecnología antigua que fue causa de la muerte de un obrero, el 6 de julio pasado.
Desde agosto de 2007, la empresa es subsidiada por el Ministerio de Trabajo de la Nación mediante el programa de Recuperación Productiva, y pagó una parte de los salarios de los trabajadores, esto es, 600 pesos mensuales.
La fábrica se transformó en un barril sin fondo. Los trabajadores denuncian una gran estafa de parte del grupo empresario a ellos y al Estado, además de un vaciamiento. La patronal repite el discurso de siempre: "Sin reestructuración salarial este negocio es inviable".
Publicado en PO online
En la venta se estableció que la Ford seguiría comprando la producción de la planta durante 36 meses, hasta 2005. "Nos garantizan tres años de trabajo seguro", dijeron los dirigentes de la UOM en esa oportunidad.
En 2006, Paraná Metal vivió un momento de incremento de su producción con la exportación a Brasil, pero en abril de 2007, para muchos "sorpresivamente", presentó un procedimiento preventivo de crisis mediante el cual planteaba el sobrante de unos 140 empleados.
Tras una extensa negociación, la situación fue zanjada con los dirigentes de la UOM con el mismo procedimiento aplicado por la Ford en 2002: "jubilaciones y retiros voluntarios".
Durante todos esos años, la inversión en Paraná Metal fue nula y ha quedado con una tecnología antigua que fue causa de la muerte de un obrero, el 6 de julio pasado.
Desde agosto de 2007, la empresa es subsidiada por el Ministerio de Trabajo de la Nación mediante el programa de Recuperación Productiva, y pagó una parte de los salarios de los trabajadores, esto es, 600 pesos mensuales.
La fábrica se transformó en un barril sin fondo. Los trabajadores denuncian una gran estafa de parte del grupo empresario a ellos y al Estado, además de un vaciamiento. La patronal repite el discurso de siempre: "Sin reestructuración salarial este negocio es inviable".
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