Una combativa movilización de más de 400 trabajadores de General Motors recorrió el centro de Rosario preparando la pelea contra los despidos y suspensiones. La gente saludaba desde los balcones y muchos empleados de los comercios aplaudían al paso de la marcha. La Comisión Interna, que encabezó la movilización, realizó al final de la marcha una asamblea donde se dio un informe y se resolvió la continuidad de la lucha.
La fábrica se encuentra cerrada en un semi-lockout patronal. Las dos semanas de paro de la producción vencieron el lunes 10; los directivos anunciaron que reabren las plantas. La incógnita es si van a entrar todos; la conciliación obligatoria con los despedidos adentro vence el sábado 15.
En las reuniones conciliatorias, la patronal mantuvo su posición de echar unos 300 trabajadores entre efectivos y contratados.
La CGT y la CTA solamente mostraron "preocupación" y están acompañando al Ministerio de Trabajo "socialista", que se limita a obligar a las patronales a presentar el "recurso preventivo de crisis". Una política tramposa, porque deja que legalmente las patronales puedan despedir en la medida que vencen los contratos y, al mismo tiempo, impide que los obreros puedan ir a la huelga.
Los obreros de la GM votaron defender a todos los trabajadores. Así como en el inicio del conflicto habían resuelto el paro por tiempo indeterminado; ahora, ante la reapertura de la planta, votaron que la consigna sea: "Todos adentro o no entra ninguno".
Emilio Blanco
Publicado por Prensa Obrera nº 1063
La fábrica se encuentra cerrada en un semi-lockout patronal. Las dos semanas de paro de la producción vencieron el lunes 10; los directivos anunciaron que reabren las plantas. La incógnita es si van a entrar todos; la conciliación obligatoria con los despedidos adentro vence el sábado 15.
En las reuniones conciliatorias, la patronal mantuvo su posición de echar unos 300 trabajadores entre efectivos y contratados.
La CGT y la CTA solamente mostraron "preocupación" y están acompañando al Ministerio de Trabajo "socialista", que se limita a obligar a las patronales a presentar el "recurso preventivo de crisis". Una política tramposa, porque deja que legalmente las patronales puedan despedir en la medida que vencen los contratos y, al mismo tiempo, impide que los obreros puedan ir a la huelga.
Los obreros de la GM votaron defender a todos los trabajadores. Así como en el inicio del conflicto habían resuelto el paro por tiempo indeterminado; ahora, ante la reapertura de la planta, votaron que la consigna sea: "Todos adentro o no entra ninguno".
Emilio Blanco
Publicado por Prensa Obrera nº 1063
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