jueves, 24 de abril de 2014

El 1° de Mayo a la Plaza de Mayo



foto 1 de mayo tapa 3
El 1° de Mayo, día internacional de los trabajadores, el Partido Obrero y el Frente de Izquierda, junto a luchadores obreros y populares, levantaremos tribunas en la Plaza de Mayo y en todos los centros políticos del país.
Apoyaremos a la huelga general de los docentes de Salta y a todas las luchas que recorren el país en defensa del salario, el trabajo y las reivindicaciones más sentidas de los trabajadores.
Reclamaremos por la libertad de los obreros petroleros de Santa Cruz detenidos por luchar contra los monopolios petroleros y por la absolución de los compañeros, también petroleros, condenados a cadena perpetua por su participación en una movilización contra el impuesto al salario.
Rechazaremos los proyectos de ley contra las manifestaciones y piquetes que impulsa el gobierno que se proclamaba defensor de los derechos humanos.
Nos pronunciaremos por la necesidad de un plan lucha, luego del gran parazo del 10 de abril y de la heroica huelga docente de la provincia de Buenos Aires, para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.
Cuando la burocracia sindical de Moyano, Barrionuevo y Micheli rechaza un nuevo paro, expondremos la necesidad de un paro activo de 36 horas.
Mientras Cristina y Kicillof negocian con el Club de París y el FMI un nuevo plan de entrega nacional, reclamaremos el no pago de la deuda externa y la nacionalización del sistema financiero para sentar las bases de un plan económico y político de los trabajadores.
La Plaza de Mayo y las principales plazas del país serán ocupadas por la izquierda y por una nueva generación de luchadores, quienes se movilizan por construir su propia alternativa política, opuesta a los partidos capitalistas.
Una alternativa política que surgirá de la unidad del socialismo con el movimiento obrero.
Viva el 1° de Mayo.
Vivan todas las luchas populares.
Por la unidad internacional de los trabajadores.

10.500 pesos o que comience el paro

EL CONFLICTO DEL CORDON INDUSTRIAL DE SAN LORENZO


La amenaza de un gran conflicto en el cordón industrial ha quedado claramente expuesta en el hecho de que, ante el solo anuncio de un paro general por el reclamo para que se aplique un mínimo de 10.500 pesos por el convenio Copa, el Ministerio de Trabajo nacional se apresuró a declarar una conciliación obligatoria de 15 días.
Muy lejos han quedado aquellas posiciones que parecían fuertemente encontradas entre las agroexportadoras y el gobierno nacional. La presencia en Rosario de la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, por orden expresa de Capitanich, surge ante la negativa de los gremios a ir a Buenos Aires a dirimir el conflicto.
El Ministerio de Trabajo apunta a terciar entre el ofrecimiento de 9.600 pesos de mínimo en dos cuotas que ofrecen las patronales y los 10.500 en una sola cuota que reclaman la CGT de San Lorenzo y la Federación Aceitera. Si de esta negociación surge un acuerdo, las agroexportadoras y el gobierno nacional (hoy en una abierto frente único) salvarán, sin el “costo” del paro, el enorme beneficio económico del embarque al mundo de la cosecha gruesa.
Cuando este periódico salga a la calle, la Presidenta de la Nación habrá inaugurado (por teleconferencia) la empresa Renova, una aceitera monstruo con una capacidad de 20 mil toneladas diarias de molienda de soja en Timbúes, que cuenta con su puerto privado y constituye un enorme salto en el poder económico de las agroexportadoras. La intención del gobierno nacional es que la misma no esté “inaugurada” por un enorme piquete obrero.
La aceptación de los secretarios generales de la CGT de San Lorenzo de una conciliación obligatoria de 15 días, en medio de la cosecha, le ha restado fuerza y organización al reclamo. La negociación en curso tendría otra dimensión con los puertos parados. La Ciara (cámaras patronales) rechazó el reclamo, postergándose la negociación para el miércoles 23.
La aceptación o no de un eventual acuerdo debe estar sometida a un gran plenario de delegados y activistas de todos los gremios afectados, que delibere y fije posiciones sobre todos los reclamos y que, además, abra un debate sobre los problemas de fondo del cordón industrial: la precarización laboral que mantiene miles de tercerizados, a cambio de estos convenios Copa, y la seguridad del trabajo, la cual se ha cobrado 14 muertes obreras, sin respuesta por parte de las direcciones de la CGT.
Si no hay un acuerdo que contemple los 10.500 pesos, hay que iniciar las medidas de lucha.

Juan Ferro


jueves, 17 de abril de 2014

El desafío de grandes luchas


movilizacion docente salta 6
El paro del 10 de abril fue un gran pronunciamiento de la clase obrera contra el ajuste K y los pactos que tejen con los fondos buitre y el capital financiero.
Entroncó con la huelga de la docencia durante 17 días en la provincia de Buenos Aires, que doblegó al gobierno de Scioli -o sea, con una tendencia de fondo del conjunto de los trabajadores.
En Salta, ahora, la docencia está protagonizando una huelga por tiempo indeterminado, por el derecho a paritarias.
Lo mismo ocurre en La Rioja: en Chilecito declararon la huelga general.
En el Cordón industrial de San Lorenzo, donde mandan los grandes monopolios exportadores, es inminente una huelga general de la mayor parte de los sindicatos.
La burocracia sindical de los Moyano y Barrionuevo ya anunció que le da la espalda a este proceso, justo cuando se reúnen las condiciones para demoler el ajuste.
Ante la contundencia del paro, el gobierno de “los soldados de Perón” ha respondido como cualquier gobierno capitalista: con un proyecto de ley contra las manifestaciones y los piquetes, saludado por todos los dirigentes patronales de la oposición.
El kirchnerismo está política y moralmente quebrado.
De todas las coaliciones y fuerzas políticas del país, sólo el Partido Obrero y el Frente de Izquierda defendemos la acción y la organización de los trabajadores.
La cuestión que debatirá el XXII Congreso del Partido Obrero -que sesionará durante Semana Santa- es precisamente la de avanzar en la unidad de la izquierda revolucionaria y el movimiento obrero.

Gran paro en Santa Fe


El paro en Santa Fe fue muy contundente en las grandes ciudades, con un alto porcentaje de acatamiento y decenas de piquetes. En Rosario el centro estuvo desierto, un gran número de comercios no funcionaron a pesar del carnereaje de Batistelli, un burócrata que relevó en su puesto a la dinastía de los Ghioldi en la dirección del sindicato. Amsafe Rosario fue la única seccional de la provincia que paró, resuelto en asamblea y con una votación plebiscitaria en los colegios. El Ministerio de educación de Bonfattiforzó a asistir a los docentes que viven a diez cuadras de las escuelas y así mismo el paro fue masivo. Las fábricas donde los trabajadores habían deliberado sobre el paro y se iban a apostar piquetes en sus accesos, las patronales tomaron la decisión de dar asueto para ahorrarse una demostración de fuerza de los trabajadores. Fue el caso de La Virginia, de Liliana y en el caso de GM el asueto (parcial) fue producto de la concentración de camioneros en su acceso.
En Villa Constitución, la UOM dirigida por el kirchnerista de Paulón, hizo lo imposible para que no haya ningún proceso de discusión obrera sobre el paro. La interna de Acindar se negó sistemáticamente a hacer cualquier asamblea pese al reclamo de los delegados y activistas. La patronal intentó que el turno noche hiciera horas extras llegada la mañana del 10, ya que el turno mañana iba a ser reducido de hecho. Los trabajadores de acería respondieron con una deliberación obrera de pequeñas asambleas y reuniones durante la madrugada dentro de la planta, apagaron las máquinas y comenzaron a llamar y mensajear a sus compañeros del turno mañana para que alegaran inconvenientes de transporte y no acudieran a trabajar. Hubo un paro parcial, hasta las 15 horas que comenzó a normalizarse. El michelismo de la ciudad poco hizo para modificar esta situación en la UOM de Villa.
La acción política del Partido Obrero se destacó por su extensión y por su profundidad. El paro fue preparado sistemáticamente con una agitación masiva que va desde Vicentín y Friar en el cordón industrial norte de Reconquista-Avellaneda, hasta los puertos del cordón industrial, pasando por los metalurgicos de Villa Constitución, la juventud de empleados de comercio de Rosario, la visita de media centena de escuelas o la agitación sobre las cervecerías de Santa Fe Capital. Participamos de los piquetes junto al resto de la izquierda en Santa Fe Capital, en el centro de Rosario, frente a Liliana y en los piquetes combativos del cordón industrial (ver nota aparte), la madre de todas las batallas que libró el activismo obrero de la zona. Impulsamos la lucha contra el ajuste en los sectores más destacados del movimiento obrero de la provincia, delimitándonos al mismo tiempo de las intenciones de la burocracia convocante del paro. Cabe señalar que la CTA Micheli hizo un seguidismo vergonzante a los gremios moyanistas en la provincia, en los actos, conferencias de prensa y piquetes. El carácter dominguero que quiso imponerle la burocracia, fue golpeado por la acción del activismo obrero de la provincia y la movilización política de la izquierda. Queda planteada la lucha por la continuidad con un paro de 36 horas contra el ajuste.

Comité de Santa Fe


miércoles, 9 de abril de 2014

Los trabajadores dinamitan el ajuste

foto editorial docentes salta
La dimensión de la huelga del jueves 10 significa que el ajuste ha sido derrotado como instrumento de salida del capital contra los trabajadores. Es lo que había dejado planteado la huelga general de los docentes bonaerenses, cuyo relevo toman ahora las provincias, en especial Salta. El gobierno se encuentra ante el escollo insalvable de una enorme resistencia de los trabajadores, cuando aún debe abordar las etapas más catastróficas del Rodrigazo. Por eso, luego de todas las concesiones efectuadas por el gobierno a los monopolios exportadores, bancos locales, fondos buitre, Repsol y Chevron, el último informe del FMI dice que “las medidas adoptadas para gestionar los desequilibrios externos e internos, incluidos los controles de precios, tipos de cambio y comercio, están dañando todavía más la confianza y la actividad económica”.
Casi un obituario
El gobierno ha buscado menguar el paro del 10 con el expediente de apresurar el cierre de paritarias en los grandes gremios de la industria y los servicios. Los acuerdos firmados por las burocracias, sin embargo, terminaron colocando sobre la mesa otro volcán: el impuesto al salario. Después de las paritarias, la cifra de trabajadores afectados volverá a superar el millón y medio de trabajadores. Este mazazo ha reforzado la tendencia a la lucha de trabajadores, incluidos los tercerizados que son calificados de monotributistas. Mientras tanto, el tarifazo combinará un retiro de subsidios con la suba en el precio del gas -un aumento que podría llegar al 500%. El gobierno espera que pase el jueves 10 para anunciar lo propio con las tarifas eléctricas. El ‘relanzamiento’ de los ‘precios cuidados’ es sólo una coartada para consentir aumentos de hasta el 10% en esa lista “controlada”. Pero en los precios ‘no cuidados’, que representan el 98% de la canasta, los alimentos han subido más de un 20% en sólo tres meses. El Rodrigazo oficial ha derrumbado el consumo popular y agrava la recesión económica.
Impasse
La convocatoria a la huelga del 10 representa un intento de los Barrionuevo, Moyano, Maturano y Fernández por canalizar la progresiva rebelión popular hacia un recambio político en beneficio del arco político patronal opositor. Es lo que destaca la declaración votada por el plenario convocado por el sindicato del neumático de San Fernando, que reunió a más de cuatrocientos activistas, delegados y dirigentes obreros y de la izquierda. Es fácil ‘castigar’ con epítetos a la burocracia cuando es presa del inmovilismo; lo más importante es denunciar sus objetivos cuando finge que se pone al frente de los intereses de la clase obrera, para poder impedir que la lucha sea derrotada desde adentro. El ‘cuarteto’ de la burocracia que convocó al paro es consciente, ya desde enero pasado, de que las contradicciones del ajuste K llevan a una explosión -precisamente lo que se empeñan en negar aquellos de la izquierda que coquetean con el moyanismo.
El agravamiento de la parálisis económica ha instalado el debate del levantamiento del cepo -o sea la libertad para girar dividendos, intereses, utilidades y capitales al exterior. Esto equivaldría a convalidar una nueva megadevaluación del peso. En este caso, los ‘desequilibrios’ en energía, transporte, salarios, comercio exterior se acentuarían aún más. El reciente episodio del no pago del certificado de deuda de PBI (unos 3.500 millones de dólares), calificado por muchos financistas como un ‘defol’, ha dejado al descubierto la posibilidad de que esta deuda, de la que hay que pagar aún 18 mil millones de dólares, deba ser anulada, porque supera la capacidad financiera del país en los próximos años.
La misma conclusión emerge de las tasas de interés del 30% que paga el Banco Central, una remuneración usuraria que solamente consienten las economías en cesación de pagos. En una situación así, el crédito internacional solamente agrava la crisis -esto porque a la tasa más alta que reclama el acreedor, es necesario sumar la que habrá de recibir cuando los dólares se convierten en pesos. Argentina no tiene una crisis financiera externa, sino que atraviesa por un derrumbe del ahorro y del sistema financiero nacionales. La salida no es contraer más deuda externa, sino nacionalizar la banca y el comercio exterior, esto para que el ahorro nacional se convierta en la base financiera de la economía.
Salida
Como se ve, el impasse del gobierno y de la burguesía en general es abismal. Lo que ocurre en Ucrania debería ser aleccionador: el FMI y la Unión Europea condicionan cualquier rescate financiero a que el gobierno de facto en ejercicio proceda a un ajuste brutal, sin importar el agravamiento que produciría en la ya inmensa crisis política e internacional en la cual se encuentra Ucrania.
En este cuadro de conjunto, la confianza en la burocracia sindical equivale al suicidio político. Llamamos a reforzar la agitación por una huelga inmediata de 36 horas y una huelga general, rechazando cualquier respaldo político a la burocracia sindical, la cual opera como un ala patronal del capital y del Estado en el movimiento obrero.
Argentina atraviesa un momento histórico por la combinación de la bancarrota capitalista mundial y por el ascenso del activismo y de la izquierda. El XXII Congreso del Partido Obrero abordará, desde el jueves 17, esta etapa fundamental, con la mira puesta en la unión del movimiento obrero y la izquierda revolucionaria -una verdadera revolución política en la historia nacional.

jueves, 3 de abril de 2014

Todos a la huelga


Fate-SutnaSF
Los trabajadores necesitamos la huelga general para enfrentar el ajuste, que es en realidad una confiscación económica en beneficio de banqueros y oligarcas.
Es lo que marca la experiencia de los docentes: con una huelga general histórica, manifestaciones y piquetes lograron dar un gran golpe a la política antisalarial de Scioli-K.
Ese camino lo están recorriendo -en ocho provincias- los estatales y docentes.
Moyano y Barrionuevo tienen otro objetivo, por eso el paro del 10 de abril fue concebido como una jornada aislada y sin movilización.
Nosotros tenemos que convertirla en una jornada que sirva a nuestros objetivos de defensa del salario y del trabajo.
Moyano y Barrionuevo quieren que el movimiento obrero siga siendo furgón de cola de los políticos patronales; nosotros necesitamos sindicatos independientes y democráticos, y una salida política de los trabajadores.
Necesitamos un aumento de emergencia de 3.000 pesos para trabajadores activos y pasivos, y un salario mínimo igual a la canasta familiar.
• Derrotar el techo salarial, por aumentos del 35% sin cuotas o cifras en negro.
• Por el 82% móvil y una Anses dirigida por trabajadores activos y jubilados.
• Eliminar el impuesto al salario.
• Prohibir los despidos y suspensiones.
• Por la absolución de los petroleros de Las Heras y de los petroleros con prisión preventiva.
Vamos al paro por nuestros reclamos y para organizar nuestra salida política.