jueves, 27 de febrero de 2014

REPSOL o los DOCENTES

congreso suteba foto tapa definitiva

La indemnización que el gobierno le dará a Repsol es escandalosa.
A los responsables del mayor vaciamiento energético de la historia nacional, el gobierno les asegura una compensación de 5.000 millones de dólares por el 51% de las acciones de YPF.
Para ello, el gobierno emitirá nueva deuda por un monto aún mayor. Sumados los intereses, equivaldrá a pagar de aquí al año 2033 ni más y ni menos que 12.000 millones de dólares.
El pacto con Repsol ha sido sólo el primer paso. En la cola sigue el pago de la deuda contraída bajo la dictadura con el Club de París, los fondos buitre y los juicios de las privatizadas en el Ciadi.
Una factura que superará holgadamente los 30.000 millones de dólares.
Las enormes concesiones al gran capital contrastan con el trato dado por el gobierno a los trabajadores docentes.
La propuesta salarial es una burla: 22% en cuotas, más un monto por presentismo en dos pagos. Con una inflación que rondará el 40%, esto representa una reducción salarial más que significativa.
La cobardía ante Repsol muta a patoterismo ante los docentes. Si no aceptan la rebaja -dijo el jefe de Gabinete-, les será impuesta por un decretazo.
El ataque a la docencia involucra a todos los trabajadores. La disyuntiva es si la crisis la pagan Repsol y las patronales que la levantaron con pala, o los trabajadores.
El Partido Obrero plantea: prohibición de despidos y suspensiones, aumento de emergencia de 3.000 pesos para todos los trabajadores, salario mínimo igual a la canasta familiar, abolición del impuesto al salario.
Los diputados del Frente de Izquierda han presentado en el Congreso Nacional y en las legislaturas provinciales proyectos que contienen estos reclamos.
El primer paso para obtenerlos será movilizarnos por el triunfo de los docentes.
Preparemos la huelga general.

jueves, 13 de febrero de 2014

PLAN DE LUCHA

No al gobierno y

a la vieja polItica

foto tapa
Moyano, Caló o incluso Micheli no creen -para nada- que la inflación y el ajuste van a ser parados en tertulias con Capitanich o con los caciques de la llamada oposición, que tiene un frondoso pasado de gestión política antipopular.
Es, sin embargo, lo que están haciendo, y no solamente con los políticos, sino con las grandes patronales que están suspendiendo o despidiendo a trabajadores.
En lugar de convocar a los sindicatos para la lucha, prometen un ‘pacto social’, no ya al gobierno sino a quienes sostienen que el gobierno K está acabado y que hay que adelantar las elecciones.
O sea que prometen la colaboración para una salida golpista, que ejecutará a fondo el plan devaluador.
Los trabajadores necesitamos un plan de lucha para impedir las suspensiones y despidos, y por un aumento inmediato de tres mil pesos para trabajadores activos y para jubilados.
Hay movilizaciones y luchas en los frigoríficos y metalúrgicas de Córdoba, en autopartistas plásticos y metalúrgicos del norte del conurbano y de los choferes en el oeste.
Tenemos en la puerta una lucha mayor, como la de los docentes de numerosas provincias y, en especial, en la de Buenos Aires.
Con doce mil chicos que no tienen aulas, la pelea docente en Capital debe convertirse en una pueblada, y debe triunfar.
Abajo el ajuste nacional y popular, abajo el golpismo patronal.